Bolivia: Vicepresidente se rebela por el gasolinazo
Bolivia enfrenta una crisis política interna luego de que el vicepresidente Edman Lara rechazara públicamente la eliminación de los subsidios a los combustibles decretada por el presidente Rodrigo Paz. El aumento inmediato de las naftas y el gasoil, en algunos casos de más del 100 por ciento, anticipa un fuerte impacto social y económico.
El Decreto Supremo 5503 puso fin a dos décadas de precios congelados y dio marco a la Emergencia Económica, Financiera, Energética y Social declarada por Paz. La gasolina especial pasó de alrededor de 3,7 a casi 7 bolivianos por litro y el diésel saltó de cerca de 3,7 a 9,8, lo que implica subas superiores al 80 y al 160 por ciento respectivamente.
“No era el momento de establecer este tipo de medidas que lo único que van a causar es más pobreza y más desempleo”, afirmó Edman Lara.
Lara se alineó con parte de la oposición parlamentaria y cuestionó el momento y la dureza del ajuste, al advertir que agravará la pobreza y el desempleo. Desde el oficialismo, el presidente defendió la medida como un “salvataje histórico” para reducir el déficit y poner fin a lo que considera dos décadas de saqueo estatal.
En las calles, el incremento del combustible ya se refleja en filas en las estaciones de servicio y en reclamos de transportistas que exigen subir las tarifas. Sindicatos y organizaciones sociales evalúan protestas mientras el gobierno intenta amortiguar el golpe con un aumento del 20 por ciento del salario mínimo y ajustes en programas sociales.
Economistas advierten que el fin de la subvención aliviará las cuentas fiscales, pero trasladará el costo de la corrección a los sectores más vulnerables en el corto plazo. El choque frontal entre Paz y su vicepresidente abre interrogantes sobre la gobernabilidad en el primer tramo de un mandato que ya quedó marcado por el “gasolinazo”.