Trump: sacar tajada de la reconstrucción de Ucrania con dinero ruso
Gerard Fageda
El presidente estadounidense Donald Trump quiere sacar tajada de la reconstrucción de Ucrania… con dinero ruso bloqueado por la Unión Europea. Lo cierto es que Bruselas y la gran mayoría de Estados miembros de la UE quieren utilizar los fondos bloqueados rusos antes que la Casa Blanca se los apropie.
Donald Trump es un hombre de negocios, o al menos así se vende él ante la opinión pública estadounidense. Y, desde la Casa Blanca, el magnate neoyorquino no pierde oportunidad para que Estados Ujidos pueda hacer negocio donde y como sea, aunque vaya en detrimento del principal aliado de la potencia estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial: el bloque europeo. La última idea de negocio del presidente estadounidense eshacer pagar únicamente a la Unión Europea la reconstrucción de Ucrania y, además, sacar tajada.
En el plan de paz de 28 puntos que acordaron la Casa Blanca y el Kremlin, había un apartado que dictaba que 86.000 millones de euros del total de 300.000 de dinero ruso que se encuentra bloqueado en los países del G7 —sobre todo en la Unión Europea— se inviertan en”esfuerzos de Estados Unidos” a la reconstrucción de Ucrania. Es decir, aunque no deja muy claro cómo, pretende que sea Washington quien gestione este dinero y apunta que serán los Estados Unidos quien se llevará el “50% de los beneficios”de estas operaciones.
En resumen: Trump quiere utilizar el dinero ruso que tiene en sus manos y de otros aliados fuera de la UE para obtener beneficios, y el que tiene la UE quiere que se lo devuelva a Putin incluso aunque el presidente ruso no asuma ningún gasto de la destrucción provocada en Ucrania y, para más inri, que la UE ponga 100.000 millones de euros extras, los cuales deja en el aire si tienen que ser gestionados también por Estados Unidos.
A pesar de que los líderes europeos se han mostrado muy complacientes con el presidente de Estados Unidos, la gran mayoría de ellos se han plantado con el uso de los fondos rusos que se encuentran congelados en el bloque comunitario. “Los activos rusos con sede en Bruselas no pueden entregarse a los estadounidenses.
Es impensable”, dijo el canciller alemán, Friedrich Merz. “Los asuntos que competen directamente a la Unión Europea, como sanciones, ampliación o activos inmovilizados, requieren la participación plena de la UE en las decisiones”, afirmó el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Se expresó en la misma línea el presidente francés, Emmanuel Macron, que recordó que es una decisión soberana del club europeo. Y, este lunes, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, ha defendido en el Consejo de Defensa de la UE celebrado en Bruselas el mismo posicionamiento que los jefes de gobierno y de estado del bloque comunitario.
Además, la ex primera ministra estoniana ha insistido en que debe ser el régimen de Vladímir Putin quien pague la reconstrucción de Ucrania y ha incrementado la presión a los Estados miembros para acordar de una vez el envío en forma de préstamos sin intereses a Ucrania de los 140.000 millones de euros de los 185.000 de fondos rusos que se encuentran bloqueados en la UE por las sanciones contra Moscú.
Una iniciativa encallada
Las intenciones de Trump de utilizar el dinero europeo o los fondos rusos congelados en la UE para hacer negocio en Ucrania han acelerado las discusiones en las instituciones europeas sobre el uso de este dinero ruso. Se trata de una iniciativa que lleva meses sobre la mesa y que los mismos líderes europeos califican de clave para continuar ayudando a Ucrania y, a la vez, evitar que los Estados miembros tengan que poner aún más dinero de sus bolsillos.
En un principio, había varios socios europeos que presentaban reticencias a la medida porque temían que vulnerase el derecho internacional. Poco a poco, pero, se han ido sumando a la propuesta impulsada por la Comisión Europea de Ursula von der Leyen y ahora solo queda un país que, más allá de las ovejas negras habituales (Hungría y Eslovaquia) pone objeciones serias y de manera pública a la medida: Bélgica.
La gran parte del dinero ruso bloqueado en la UE se encuentra en un fondo de inversión con sede en Bruselas, el Euroclear. Por este motivo, el gobierno liderado por el ultra flamenco Bart De Wever teme que sea percibido como una “apropiación indebida” y que Bélgica tenga que asumir todas las consecuencias legales y económicas de la medida, aunque la Comisión Europea le promete que le da garantías legales que serían todos los países quién pagarían los costes y que no le dejarían sola.
Por la negativa de Bélgica, la iniciativa lleva meses encallada y no ha sido hasta las intenciones de Trump que los otros Estados miembros y la Comisión Europea han incrementado otra vez la presión sobre De Wever. De esta manera, la UE quiere evitar que Estados Unidos se pueda apropiar de un dinero que está en sus manos y que, otra vez, Trump se salga con la suya.
De hecho, el mismo presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, ha avisado a los líderes europeos que en la próxima cumbre del 18 y 19 de diciembre que no se levantarán de la mesa hasta que lleguen a un acuerdo.
*Analista de Público.es
