Agresión en el Caribe: República Dominicana abre sus aeropuertos a Estados Unidos
La República Dominicana autorizó este miércoles a Estados Unidos a usar de manera limitada áreas restringidas de la Base Aérea de San Isidro y del Aeropuerto Internacional de Las Américas para operaciones logísticas vinculadas a la lucha contra el narcotráfico en el Caribe. El anuncio se produjo en Santo Domingo durante una rueda de prensa del presidente Luis Abinader junto al secretario de Defensa del gobierno de Donald Trump, Pete Hegseth, en plena fase de incremento del despliegue militar estadounidense en la región.
Abinader explicó que Washington podrá utilizar por un plazo limitado estas instalaciones para reabastecimiento de combustible, transporte de equipos y movilización de personal técnico en apoyo a operaciones contra el tráfico de drogas y armas en el Caribe. El mandatario presentó la decisión como una ampliación temporal de la cooperación en seguridad con su principal aliado y la inscribió dentro de una estrategia regional de interdicción contra organizaciones criminales transnacionales.
Venezuela ha denunciado que esa operación en realidad busca un cambio de régimen en nación sudamericana.
El presidente defendió que el país enfrenta una amenaza constante del narcotráfico, que intenta usar su territorio como ruta hacia Estados Unidos, y afirmó que ningún Estado debería enfrentarla sin aliados. Recordó que, según sus datos, en los últimos años la República Dominicana ha decomisado muchas más drogas que en la década anterior, algo que atribuyó a la cooperación estrecha con agencias estadounidenses.
Hegseth elogió a la República Dominicana y a Abinader como líderes regionales en la lucha contra el narcotráfico y calificó la colaboración bilateral como “un modelo para la región”. El secretario de Defensa subrayó que el despliegue de aeronaves de reabastecimiento y transporte forma parte de una ofensiva más amplia de Estados Unidos contra el narcotráfico y el “narcoterrorismo” en el Caribe, que también aumenta la presión militar sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
El acuerdo se anuncia mientras fuerzas estadounidenses realizan operaciones y maniobras intensificadas en el Caribe y el Pacífico oriental, que han dejado decenas de presuntos traficantes muertos y múltiples embarcaciones interceptadas. Analistas advierten que el uso de infraestructura dominicana refuerza el papel del país como plataforma clave de apoyo logístico para los despliegues de Washington en la región.
Sectores sociales y políticos dominicanos han expresado preocupación por el riesgo de arrastrar al país a tensiones geopolíticas mayores y reclaman mayor transparencia sobre el alcance militar real del acuerdo. El gobierno insiste en que la presencia estadounidense será limitada, respetará la soberanía nacional y se concentrará en operaciones de vigilancia e interdicción contra el crimen organizado, no en acciones ofensivas directas desde territorio dominicano.