JPMorgan “dirige” la economía del gobierno de Milei
Rubén Armendáriz
El gobierno libertario de Javier Milei llega a las elecciones de medio término con la morosidad de las familias que no pueden llegar a fin de mes y la industria en una caída sólo comparable con la de la época de la pandemia, a lo que se añade la inédita decisión de entregarle la gestión financiera a Estados Unidos, cuyo gobierno además está pendiente de los resultados electorales del domingo.
El encuentro del CEO de JP Morgan con Milei es otro episodio de la cesión de la política económica a manos del capital financiero estadounidense, si recordamos que Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, es un viejo agente de grandes fondos de inversión. Es además un experto en apostar contra la moneda de otros países. En estos días es es cuestionado en su país por destinar fondos millonarios para el rescate de los tenedores de bonos argentinos, empezando por su amigo Rob Citrone, quien lo acompañó cuando vino al país en abril y acunula ganancias inigualadas por especular con títulos de deuda criolla.
El equipo económico llegó al viernes previo a los comicios legislativos con un dólar mayorista a 1.492 pesos, en el techo de la banda, y el riesgo país en 1.200 puntos básicos. Ni las intervenciones del Banco Central para volver a meter la cotización en las bandas, ni los aproximados USD 2.000 millones que usó el Tesoro estadounidense para mejorar la oferta en distintas ruedas bastaron para calmar la presión dolarizadora.
Desde el 22 de septiembre -fecha del primer tweet del Secretario estadounidese del Tesoro Scott Bessent- que el gobierno está esperando contundencia en alguno de sus mensajes. Y los agentes financieros también: hasta ahora, las intervenciones de EEUU sirvieron para aplacar momentáneamente las caídas en las pizarras y la suba del tipo de cambio, pero no lograron cambiar las expectativas de una devaluación o la credibilidad del programa vigente.
“El mercado está esperando ver efectivamente si el Tesoro estadounidense empieza a comprar deuda soberana argentina. Que se vea en la pantalla quién es el comprador y qué precios está validando”, sintetizó la analista financiera y socia de PIN Capital, Laura Pereyra. El Banco Central buscó enviar una señal de contención del tipo de cambio.Emitió un canje con privados de títulos dollar linked que vencen el 31 de octubre y que totalizan alrededor de 3.000 millones de dólares,
El ministro de Economía Luis “Toto” Caputo deberá afrontar una nueva etapa pos elecciones sin su alfil más importante, Pablo Quirno -quien Milei lo nombró Ministro de Relaciones Exteriores, mientras la Secretaría de Finanzas sigue vacía, en un momento más que clave por la negociación del salvataje estadounidense, la recompra de bonos anunciada y las conversaciones con los bancos extranjeros para un nuevo préstamo fondeado por privados, con algún tipo de garantía.
La Cancillería quedó directamente en manos de los banqueros estgadounidense de Wall Street. Pablo Quirno dejará su lugar como secretario de Finanzas, desde donde se encargó de endeudar al Estado y de promover la bicicleta financiera, para ocupar la Cancillería en reemplazo de Gerardo Werthein. Se trata de un exejecutivo del JP Morgan, que asume en el mismo momento en que Milei entrega el gobierno a Trump y Bessent, el secretario del Tesoro estadounidense que representa a los fondos de inversión y los bancos que lucran con la deuda externa.

Quirno trabajó en el JP Morgan como director para América Latina durante más de 17 años. También fue asesor de gobiernos, empresas y fondos de inversión en materias de privatizaciones, reestructuraciones y deuda. En el marco de las tratativas por el rescate trumpista anunciado por 40 mil millones de dólares, Quirno anunció la recompra de deuda soberana vía JP Morgan, habilitando un negoción.
Con el rescate se apunta a revalorizar los bonos para que fondos como Pimco, Templeton, Fidelity y otros como el de Robert Citrione –amigo de Bessent– puedan terminar de embolsar ganancias fenomenales y saltar del barco antes de que se hunda. El gobierno está literalmente copado por los JP Morgan boys; Luis Caputo, el ministro de Economía, y Santiago Bausilli, el presidente del Banco Central, también fueron empleados de ese banco.
La mayoría de las consultoras y análisis de mercado prevén tres fotos posibles con sus respectivas reacciones financieras. Para Criteria, el escenario positivo para La Libertad Avanza es el que obtiene un 40% de los votos, superando por 10 puntos porcentuales a la oposición dura (30%). Uno neutral es el que ambas fuerzas principales (LLA+ y oposición dura) alcanzan un 35% de los votos cada una. Un resultado negativo es el que la oposición dura logra un 40%, aventajando por 10 puntos porcentuales a LLA+ (30%).
Los expertos entiende que el oficialismo no logrará la mayoría y enfrentará la necesidad de ampliar el diálogo y la negociación política para sostener una agenda de reformas estructurales. “En definitiva, maximizar el capital político durante la segunda mitad del mandato constituye, hoy, la expectativa predominante del mercado. Para Delphos Investment, un resultado positivo para LLA puede impulsar un “rally inmediato” de acciones y bonos dada “la postura defensiva actual del mercado”. Mientras que un batacazo de la oposición puede dar lugar a una “corrección adicional inmediata de hasta el 15%”. Sin embargo, como los activos ya están deprimidos, creen que “el piso podría encontrarse rápidamente”.
No sólo en Argentina hay sectores políticos, económicos y mediáticos que critican el plan de salvataje del gobierno de Donald Trump en favor de la administración de Javier Milei. También en los Estados Unidos la movida de Trump y de Scott Bessent levanta fuertes sospechas y también advertencias. En este caso, nada menos que el diario especializado Financial Times lanzó un contundente editorial.
on el entonces presidente Macri, que tenía al mismo elenco manejando a la política económica (Luis Caputo, Santiago Bausilli, Quirno, entre otros exempleados de esa entidad). Tal vez por eso haya cobrado protagonismo en el actual salvavidas de la administración Trump, destinado a que los que embolsaron ganancias superlativas puedan saltar del barco sin sufrir las pérdidas por el desmadre.