La ONU se quiere ir de Nueva York: ¿a Nairobi?
Los problemas de financiación son graves, ya que los países miembros aportan cada vez menos dinero a la ONU. La administración Trump, por ejemplo, planea cancelar toda su contribución, según otro memorando filtrado del Departamento de Estado estadounidense. Esto representael 25% del presupuestototal de la organización. Por otro lado, Naciones Unidas tiene cada vez más trabajo, ya que el Consejo de Seguridadmultiplica sus mandatos.
La Oficina de Asuntos Humanitarios (Ocha) ya ha anunciado que va a recortar el 20% de su plantilla.UNICEF prevé reducir su presupuesto en un 20%, mientras que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) prevé un recorte del 30% de su presupuesto, lo que afectará a 6.000 puestos de trabajo.
Pero no se hará nada sin el acuerdo de los 193 países miembros. Antonio Guterres no es el jefe de la ONU, como a él le gusta recordar, es el jefe de la administración encargada de aplicar las decisiones de los países miembros, y en particular las decisiones del Consejo de Seguridad.
caso EEUU, a garantizar el acceso de los representantes de los Estados miembros. “En consecuencia, negar o revocar una visa —como arma diplomática— atenta al espíritu de la Carta de 1945 de una participación ‘in situ’ con promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión sin consideración de fronteras”, argumenta la cancillería colombiana, que sugiera la posibilidad de considerar el traslado de la sede de la ONU.
La Cancillería vinculó la retirada de la visa con la postura de Petro sobre la Franja de Gaza, resaltando que “alzar la voz para denunciar hechos que afectan a la población palestina no puede ser interpretado como un acto contrario al derecho, sino como una obligación moral y política frente a posibles violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario y de los derechos humanos de esa población”.
“En caso contrario, sería imprescindible la búsqueda de un país sede completamente neutral que permita, independientemente de sus relaciones bilaterales y de posiciones políticas e ideologías, que fuera la propia Organización que expidiera una autorización para ingresar al territorio de ese nuevo Estado-sede”, reza el comunicado.
Igualmente, el documento destaca que el Acuerdo de Sede de 1947 obliga a Estados Unidos a garantizar la entrada de las delegaciones estatales a dichas instancias. “Lo que hace el Gobierno de EE.UU. conmigo, rompe todas las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de las Naciones Unidas y su Asamblea General. Hay total inmunidad para los presidentes que asisten a la Asamblea y el Gobierno de EE.UU. no puede condicionar la opinión de los EE.UU.”, escribió Petro en su cuenta de la red social X.
*Sociólogo y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista seniordel Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)