La ONU, el reconocimiento de Palestina y las dinámicas coloniales de Israel

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Mirko C. Trudeau

Líderes de todas las regiones del mundo se congregan en Nueva York para la 80 sesión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en una coyuntura en la cual esa suprema institución fracasa en sus misiones esenciales de frenar conflictos como los de Gaza y Ucrania; está cada vez más lejos de cumplir con sus metas de desarrollo sustentable y de su compromiso para abordar el cambio climático. Al mismo tiempo, enfrenta llamados tanto de fuerzas conservadoras como progresistas para implementar reformas fundamentales.

“En este momento, los principios de Naciones Unidas están bajo asalto como nunca antes”, reconoció el secretario general Antonio Guterres este lunes. “El planeta arde, con incendios, inundaciones y calor récord rugiendo en el caos climático”.Foto

la administración de Donald Trump impidió obtener el visado a los integrantes de la Autoridad Nacional Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina. Mahmud Abbas, líder de la primera organización, participa de manera telemática.. Palestina es miembro observador de la ONU, pero sin derecho a voto. El veto ejercido por EEUU en el Consejo de Seguridad ha impedido que se lleve a cabo en varias ocasiones. Y este aspecto es una de las medidas que quiere cambiar Sánchez. En su intervención ha destacado que “el Estado de Palestina debe ser miembro de pleno derecho de Naciones Unidas”.

La ONU –el único organismo que aglutina al mundo con sus 193 países miembros– sigue siendo el foro principal para que una abrumadora mayoría de naciones pueda expresar su ira y oposición a cuestiones como la guerra genocida de Israel en Gaza, la irresponsabilidad de estados poderosos sobre los efectos del cambio climático y el bloqueo de Cuba por Estados Unidos, entre otras.

145 países reconocen un Estado palestino y otros 10 se sumarán esta semana. Francia anunció esa decisión este lunes. La institución judicial suprema de la ONU, la Corte Internacional de Justicia, procede aún en torno a la solicitud de Sudáfrica contra el genocidio de Israel.En una coyuntura en que el planeta se vuelve multipolar, la organización mundial se encuentra una y otra vez marginada por algunos de los países miembros que ayudaron a crearla hace 80 años, mientras surgen nuevas entidades multi-laterales, como el grupo de países conocidos como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y varias entidades regionales.

(d),en Ramala en noviembre pasado. EFE/EPA/ALAA BADARNEH / POOL
El presidente del Estado palestino, Mahmoud Abbas y el presidente de España, Pedro Sánchez

Una oleada de países occidentales —10 en los últimos dos días— han reconocido el Estado palestino coincidiendo con la celebración de la Asamblea General de la ONU. Dos razones principales se han invocado para justificar este giro: el agravamiento de la crisis humanitaria en Gaza, descrita como “desastre humanitario,” evitando  utilizar el término genocidio, y la necesidad de mantener con vida la solución de dos Estados tras años de negociaciones estancadas.

Ese reconocimiento de un Estado palestino constituye una reafirmación del derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación y adquiere aún mayor relevancia frente a un proyecto violento de colonización que ha alcanzado su fase genocida en Gaza y que niega abiertamente la existencia misma del pueblo palestino.

Dicha negación fue elevada a principio constitucional con la Ley Básica  2018: Israel como Estado-nación del pueblo judío, que establece que el derecho a la autodeterminación pertenece exclusivamente a los judíos, excluyendo a los palestinos. Paralelamente, los dirigentes israelíes insisten en que un Estado palestino nunca llegará a existir, mientras impulsan la anexión de territorios en Cisjordania y planes de reasentamiento en Gaza, desafiando descaradamente a la comunidad internacional.

Para muchos, se trata de gestos vacíos destinados a desviar la indignación pública ante la inacción occidental frente a los crímenes de Israel y  encubren hasta qué punto algunos de esos mismos Estados han facilitado directa o indirectamente la violencia genocida en Gaza. Y funcionan como un intento de neutralizar el marco descolonizador que ha emergido en respuesta al genocidio, un marco que cuestiona no sólo las prácticas de Israel, sino también las estructuras coloniales que las sostienen, .

Gran Bretaña, Canadá y Australia, tradicionalmente partidarios de Israel,  fueron los primeros miembros del llamado Grupo de los Siete, que reconocieron el Estado palestino antes de la Asamblea de la ONU, lo que marca un cambio importante que deja a Israel cada vez más aislado .La escalada de la crisis llevó a Bélgica a anunciar que también reconocería un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU

Olf Scholtz (Alemania) y Emmanuel Macron (Francia)

El primer ministro francés, Emmanuel Macrón, aprovechó su intervención inicial en la Asamblea de la ONU para reconocer oficialmente al Estado de Palestina.  “Si el reconocimiento del Estado palestino es urgente, lo es aún más que exista un pueblo palestino en el Estado que pretendemos reconocer. Y, lamentablemente, el pueblo palestino está siendo aniquilado”, señaló el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

“Hoy damos un paso crucial al reivindicar la solución de los dos Estados en esta Conferencia. Pero seamos claros: no hay solución posible cuando la población de uno de esos Estados es víctima de un genocidio”, dijo Sánchez , quien señaló que esta conferencia “alimenta la esperanza” del pueblo palestino. “Es un acto de rebeldía moral ante la indiferencia y el olvido. Hagamos de ella, también, un compromiso colectivo para frenar la barbarie y abrir un camino para la paz”, ha destacado.

Los actuales reconocimientos, si no van acompañados de medidas para poner fin a la presencia ilegal de Israel en Palestina, corren el riesgo de revertir el giro descolonizador impulsado con el genocidio y la vuelta del lenguaje de la “paz”, que durante décadas distorsionó la realidad al presentar Palestina como un conflicto entre movimientos nacionales equivalentes.

En el último trimestre, el ejército israelí ha invadido la ciudad de Gaza, asesinado a centenares de gazatíes, desplazando a decenas de miles de habitantes, y ha atacado a los líderes de Hamas que estaban reunidos en Qatar para debatir la última propuesta estadounidense de alto el fuego.

La lógica eliminatoria del genocidio remite inevitablemente a la Nakba y a la limpieza étnica de 1948, cuando más de 750.000 palestinos fueron expulsados de sus territorios. Sudáfrica situó el genocidio actual “en el contexto más amplio de la conducta de Israel hacia los palestinos durante sus 75 años de apartheid, 56 años de ocupación y 16 años de bloqueo de Gaza.”

Tanto una comisión independiente de la ONU como la asociación más antigua y grande de expertos en genocidio afirmaron que las acciones de Israel en Gaza constituyen genocidio, mientras que la autoridad mundial en materia de hambre confirmó que una hambruna “totalmente provocada por el hombre” se estaba extendiendo dentro del territorio.

La ONU también enfrenta cada vez más hostilidad del gobierno de Estados Unidos, que ha emitido sanciones contra individuos que se atreven a presentar casos ante las cortes Internacional de Justicia y Penal Internacional. Washington ha rechazado que esos entes tengan autoridad sobre cualquier estadunidense; además, negó visas a los integrantes de la delegación palestina para participar en la Asamblea General –una violación al acuerdo entre Naciones Unidas y el Estado anfitrión.

El desfile anual de discursos de mandatarios y cancilleres ante la Asamblea General arranca este martes. Se espera que el presidente Donald Trump usará su ponencia –por tradición Estados Unidos es el segundo orador después de Brasil, que siempre es el primero– para criticar lo que llamará ineficiencias y desperdicio en la ONU.

Guterres pide a Israel y Palestina "detener la lucha inmediatamente" al ...“Hay grandes esperanzas, pero no se maneja bien; para ser honestos, no hacen el trabajo”, comentó recientemente cuando le pidieron su opinión sobre Naciones Unidas. Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump ha rechazado varias solicitudes para reunirse con el secretario general Guterres.

A la vez, los recortes en la asistencia exterior aplicados por Washington, como sus aportaciones financieras a la ONU, han obligado a una reducción de 20 por ciento del personal de la organización y se esperan aún más, mientras Estados Unidos no ha pagado aproximadamente 3 mil millones de dólares que debe al ente. Esto emoeró los problemas. En su evaluación interna, la ONU concluye  que se ha atorado entre “mandatos superpuestos”, un uso “ineficiente de recursos”, “fragmentación y duplicación” de tareas y una inflación de altos cargos.

 

Reconocimiento

En mayo del año pasado, en medio del genocidio que arrasa Gaza, la Asamblea General de Emergencia de la ONU apoyó que Palestina ingrese como miembro con 143 votos a favor, 9 en contra y 25 abstenciones. Fue una victoria para Palestina ya que, pese a seguir siendo Estado observador, incluye ampliación de derechos como estar presentes en la sala de la Asamblea, declaraciones en nombre de un grupo, proponer puntos del orden del día, ser miembros de la Mesa en el Pleno y de las Comisiones Principales de la Asamblea General y participación en conferencias de la ONU y de la Asamblea General.

En la oportunidad, América Latina casi en su totalidad votó a favor de la inclusión de Palestina en la organización, votando tan solo en contra Argentina con Milei de presidente, mientras que Paraguay con el líder conservador Santiago Peña se abstuvo. La votación por parte del presidente argentino no sorprendió, ya que tan solo dos meses después de su investidura, Javier Milei viajó a Jerusalén para mostrar su apoyo a Netanyahu. Ahora, con este voto, reafirma su alianza con EEUU e Israel.

El presidente brasileño, Lula da Silva, comparó el genocidio de las fuerzas israelíes en Gaza con el nazismo: “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza y con el pueblo palestino no existe en ningún otro momento histórico. De hecho, existió: cuando Hitler decidió matar a los judíos”, afirmó Lula.

Desarrollo sustentable y cambio climático

Dos grandes iniciativas mundiales que han definido a la ONU en tiempos recientes, sobre desarrollo sustentable y para resolver el cambio climático, no están cumpliendo con sus objetivos tan celebrados hace pocos años. Las Metas de Desarrollo Sustentable, incluida la erradicación de la pobreza y el hambre con medidas para lograr acceso universal a agua potable y energía renovable para 2030, no alcanzarán su objetivo. El llamado Acuerdo de París, tan festejado como la respuesta para frenar el cambio climático, tampoco está logrando cumplir con lo prometido.

Pero en ambos casos, promotores de las iniciativas insisten en que sí se han logrado avances y que estos acuerdos y objetivos son claves para presionar a gobiernos a proceder hacia estos compromisos globales.

Habrá sesiones sobre desarrollo sustentable y clima esta semana, pero los temas prioritarios en la agenda son la ofensiva genocida de Israel en Gaza, esfuerzos europeos para incrementar la presión sobre Rusia con el fin de poner fin a la guerra de tres años en Ucrania, la crisis financiera de la organización y la insistencia de naciones del llamado sur global para reformar el Consejo de Seguridad, que sigue bajo control de sólo cinco países “permanentes” con el poder del veto, y que excluye a varias de las naciones más poderosas.

Un ejemplo de esa estructura ocurrió el pasado fin de semana, cuando una resolución para buscar imponer un alto el fuego en Gaza fue anulada por Washington, a pesar de que fue el único voto en contra frente a 14 a favor. A lo largo de los años, estados del Sur global han solicitado mayor equilibrio de poder en esa entidad central de la ONU, pero hasta la fecha no han logrado impulsar una reforma.

Aunque el desfile interminable de discursos de mandatarios o cancilleres de los países miembros continuará toda la semana, también se estarán llevando a cabo reuniones en los pasillos y en otras sedes entre líderes, como posibles encuentros no programados que reuniría a adversarios políticos.

Tal vez lo más notable al comienzo del 80 aniversario del organismo es el aislamiento de uno de los principales fundadores de la ONU: Estados Unidos y su respuesta –seguro nutrida por ira ante rupturas de aliados en torno a Israel– de no sólo ignorar, sino rechazar los fundamentos de lo que se llamaba orden internacional.

*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)