Demasiado débil, Milei pide auxilio a Trump
Claudio della Croce
En estado de demasiada debilidad, el presidente libertario argentino Javier Milei decidió pedir socorro al mandatario estadounidense Donald Trump. Propuso a la población más sacrificios, haciendo caso omiso a la realidad: el riesgo país en erupción, las reservas en caída vertical, la economía en recesión, el consumo sumergido, la confianza en el piso, las causas judiciales que acechan y el “círculo rojo” del poder real que lo cobijaba ahora se aleja.
Desde el Ejecutivo hicieron circular que tienen avanzada una negociación con Estados Unidos por más de 10 mil millones de dólares, que sería en formato de swap y funcionaría como salvavidas de última hora. Pero en el mercado estos rumores impactaron poco y nada. «Estamos trabajando muy fuertemente, estamos muy avanzados» en el pedido de socorro a Estados Unidos, dijo Milei, quien planea una (otra) visita oficial a Washington en octubre, donde se anunciaría formalmente el respaldo del Tesoro norteamericano. (O no).
El objetivo es que el mercado deje de huir al dólar y vuelva al “carry trade” (bicicleta financiera) hasta los comicios. El lunes se verá si alguien compra el nuevo manotazo de un gobierno que se hunde. Se trata de una negociación para conseguir un canje de monedas que respalde las reservas en unos 10 mil millones de dólares. Es decir, después de haber recurrido al prestamista de última instancia internacional, el FMI, y de haber agotado ese recurso en apenas cinco meses, el gobierno ahora se juega entero a otro crédito extraordinario que lo sostenga hasta el 26 de octubre, fecha de las elecciones de medio término,
Y como si todo eso fuera poco, la vicepresidenta Victoria Villarruel, que había optado por hacer mutis por el foro, asoma desde el ostracismo periodístico, con ruido de botas a su alrededor.
El gobierno entró en una fase extremadamente crítica. En pocos meses ha pasado de proponerse el objetivo de ganar las elecciones de medio término -para salir fortalecido hacia la segunda parte de su mandato-, a ingresar en una situación de crisis de “gobernabilidad”, con final abierto, atravesada por grandes derrotas políticas del oficialismo, una grave crisis económica y una creciente oposición política y social a sus planes. Se están viviendo episodios de gran tensión, con derrotas del gobierno y una situación crítica en los “mercados”, sin que se puedan descartar escenarios de pérdida de control de la crisis, si se profundiza la fuga de capitales.
Tras los estruendos fracasos de miércoles y jueves en las cámaras de Diputados y Senadores, y un una jornada volcánica en los mercados, con el gobierno urgido en vender más de 1.000 millones de dólares para mantener el dólar «entre las bandas», el ministro de Economía Luis Caputo repitió que «el programa de mantiene sólido, el superávit se mantiene, así que no hay fundamentos para un ataque como éste, que yo no vi en mi vida».
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó un texto en redes sociales contra el presidente Javier Milei y su plan económico, advirtiendo sobre un inminente colapso. Encabezó su mensaje con una frase lapidaria: «¡Che Milei! ¡Qué olor a default!… Te fumastre más de mil millones de dólares en apenas dos días, “economista experto en crecimiento con o sin dinero” . Añadió que, lejos de defender el peso, el oficialismo está «financiando la fuga a dólar barato» con deuda del FMI, el Banco Mundial y el BID, y alertó sobre un nuevo pedido de préstamo a Estados Unidos: «¡Pará hermano, que vamos a volar por los aires!».
Javier Milei está acelerando a fondo. Acaba de tirar una moneda al aire. Es cara o ceca. Y pone a las elecciones como plebiscito para su futuro. Ata su presidencia al resultado del 26 de octubre. Está metido en un 100% en las elecciones. Se puso adelante de todos y será el gran protagonista. Es el jefe de campaña. Se juega todo. Pero le puede salir mal. Vive horas difíciles: la política y la economía, la macro y la micro, están en el peor momento de su gestión. Y todavía falta más de un mes para la elección a la que se aferra, mientras crecen las pujas internas por la catástrofe parlamentaria.
En el gobierno la pregunta que nadie quiere responder es: «¿Y si pierden en octubre?». «Vamos a ganar. Sí o sí», es la respuesta generalizada. No admiten otros escenarios que el triunfo por más de cinco puntos de diferencia con el peronismo. «Es matemáticamente imposible que perdamos», se ilusionan en la Casa Rosada. El domingo 26 de octubre se sabrá.
La Secretaria General de la Presidencia y hermana del mandatario, Karina Milei, acusada de corrupción y recibir coimas del 3% de los remedios a los discapacitados, logrará evitar la citación que le hizo el Congreso por el caso de la criptoestafa $LIBRA. Está convocada para el 23 de setiembre, pero ese día no estará en el país ya que viajará junto a Javier Milei a Estados Unidos. En Córdoba, Milei se atrevió a decir que las denuncias de coimas en discapacidad son el resultado de «operetas realizadas con inteligencia artificial».
En el mercado y entre los empresarios pulula la idea de que el plan de Milei está agotado. Mientras esperan una jugada del gobierno para retomar la iniciativa económica, miran con atención movimientos que podrían anticipar cambios en el ministerio de Economía, el chivo expiatorio del rotundo fracaso de la ultraderecha. El establishment espera una redefinición del plan económico y hay apuestas por quién será el ejecutor, aunque todos saben quienes serán las víctimas.
Axel Kicilof, el gobernador bonaerense que acaba de recibir un fuerte espaldarazo en las elecciones en la mayor provincia del país, posible candidato a la presidencia por el peronismo, dijo que la Argentina está “a contramano de la historia” y que el escenario económico global es el que hoy está construyendo Donald Trump: aranceles a las importaciones, proteccionismo, nacionalismo, defensa del empleo. El contrario espejo de Milei. Mencionó al menos nueve veces a Trump para describir hacia dónde va el mundo en materia económica.
Dio definiciones como las siguientes: “¿Qué hace Estados Unidos hoy en 2025? Proteccionismo. Donald Trump dice ‘yo quiero que los autos se produzcan en Estados Unidos, para cuidar la industria nacional y el trabajo nacional, para mejorar los salarios industriales’”. Y “el núcleo de las ideas económicas de Trump es reindustrializar Estados Unidos. Y si uno va a Europa la problemática es cómo tener trabajo”.
Una de las principales preocupaciones del mercado es si el Gobierno va a mantener el esquema cambiario actual. «No va a haber cambios en el programa económico”, remarcó una y otra vez Caputo, señalando que «todo este ruido político se produce porque la gente ve lo que hay enfrente», en obvia alusión a la oposición. Y Caputo atacó a Axel Kicillof «que es comunista, y lo digo como una realidad de su visión política». Entonces se ve eso, y se producen situaciones de estrés…», afirmó, descartando de plano que el elenco oficialista pueda estar admitiendo errores o pautas económicas a modificar en el corto plazo.
Lo peor para los financistas que se la jugaron por el modelo libertario es que el Presidente está cada vez más solo, y su gobernabilidad se evapora. Milei culpa a los opositores, manda a Luis Caputo a dar explicaciones y el ministro busca tranquilizar con la promesa de que entregará hasta el último dólar, sin explicar qué pasará en caso de que se los lleven todos, como ya le pasó durante el gobierno del neoliberal Mauricio Macri. Al día siguiente quedó en evidencia que 678 millones de dólares fueron arrebatados de las reservas en la desbandada, record en seis años
Obviamente, todo programa económico necesita contar con apoyo político para su implementación y hoy la debilidad política del gobierno, en medio de un gran escándalo de corrupción en las más altas esferas, es manifiesta. En el acuerdo con el Fondo Monetario internacional (FMI) también se manifiesta que el plan debe contar con consenso político y social para prosperar.
Pero, frente a este gobierno tambaleante pero aún en pie, la oposición ofrece poco.
*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)