Netanyahu ordena “ofensiva total” sobre Gaza y campos de desplazados

(Xinhua/Marc Israel Selem/JINI)
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Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, confirmó este domingo una ofensiva militar para ocupar la ciudad de Gaza y atacar campos de desplazados en la costa central, identificados como los “últimos bastiones” de Hamas. El anuncio se dio en medio de intensas críticas internacionales y alertas de Naciones Unidas ante el riesgo de una catástrofe humanitaria.

Netanyahu explicó que su objetivo no es ocupar Gaza permanentemente, sino “liberarla del terrorismo” y facilitar el traslado de civiles a zonas designadas como seguras. La estrategia incluye permitir evacuaciones masivas desde áreas de combate, aunque organizaciones civiles advierten que las zonas seguras han sido previamente bombardeadas.

Ocupar Gaza

La ofensiva, aprobada por el gabinete de seguridad, prevé controlar militarmente Gaza City y los campamentos centrales, desplazando hasta un millón de residentes hacia el sur. “No tenemos alternativa más que terminar el trabajo y derrotar a Hamas”, insistió Netanyahu en rueda de prensa, mientras autoridades sanitarias reportan más muertes entre palestinos que buscaban ayuda humanitaria.

Militares y familiares de rehenes expresan rechazo ante el plan, argumentando que el incremento de ataques podría poner en peligro a los cautivos y aumentar la crisis humanitaria. Varios gobiernos y organismos internacionales han emplazado a Israel a buscar soluciones diplomáticas y advertido que nuevos ataques agravarían el sufrimiento de la población.

En respuesta, Netanyahu sostiene que “la guerra puede terminar mañana si Hamas entrega las armas y libera a los rehenes”, reiterando que Israel no busca gobernar Gaza sino establecer un perímetro de seguridad. Sin embargo, persisten dudas sobre el futuro de la administración civil y las condiciones de vida en los campos de desplazados.

Genocidio

Hasta el 10 de agosto de 2025, fuentes oficiales del Ministerio de Salud de Gaza contabilizan al menos 61,430 palestinos muertos y más de 153,213 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí, incluyendo al menos 18,430 niños, según cifras confirmadas por organismos internacionales.

Diversas estimaciones independientes advierten que el número real de víctimas podría superar los 100,000 fallecidos, sumando tanto los muertos directos por ataques militares como los indirectos causados por desnutrición, enfermedades o personas sepultadas bajo escombros.