Riken Yamamoto liderará renovación urbanística en barrios de Caracas

(Presidencia de Venezuela)
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El reconocido arquitecto japonés Riken Yamamoto, ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2024, desarrollará dos proyectos de renovación urbanística en las parroquias de Petare y San Agustín, en Caracas.

Estos planes forman parte de una iniciativa financiada por el Fondo de Ciudad Humana de la Corporación Juntos Todo es Posible, con el fin de revitalizar estas zonas populares de la capital venezolana. La noticia fue anunciada por el presidente Nicolás Maduro durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro en Venezuela 2025. El sábado, el mandatario se reunió con el arquitecto japonés.

Yamamoto, nacido en 1945 en Pekín y radicado en Yokohama, Japón, es un arquitecto de renombre internacional que combina la sensibilidad cultural japonesa con la innovación contemporánea. Su obra se caracteriza por la transparencia y la integración armoniosa entre espacios interiores y exteriores, buscando siempre que la arquitectura sirva a la comunidad y promueva la convivencia social. Su enfoque urbano prioriza la fluidez y la cohesión entre parcelas y vecinos, como ha demostrado en proyectos en Japón y China.

(Presidencia de Venezuela)

“Yamamoto está enamorado de los Circuitos Comunales, de las Comunas de los barrios y ha presentado dos proyectos que se pierden de vista.” — Nicolás Maduro

El presidente Maduro destacó que Yamamoto está “enamorado de los Circuitos Comunales, de las Comunas de los barrios”, lo que refleja su compromiso con el desarrollo social a través de la arquitectura. Los proyectos para Petare y San Agustín fueron diseñados personalmente por el arquitecto y serán ejecutados con recursos públicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y renovar el tejido urbano de estos sectores.

Riken Yamamoto fundó su estudio en 1973 y ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales. Su trabajo abarca desde viviendas unifamiliares hasta grandes complejos públicos, siempre con una visión que valora el espacio comunitario y la relación con el entorno natural. Su reciente reconocimiento con el Premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura, confirma su relevancia global y su aporte a la dignidad de lo cotidiano.