Crece la tensión entre Colombia y EEUU, que quiere sacar a Petro

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Camilo Rengifo Marín

El presidente colombiano Gustavo Petro lanzó un mensaje contundente dirigido a ciertos sectores del poder político en Estados Unidos, en especial a legisladores de origen cubano que han intensificado sus críticas contra su gobierno, y cuestionó las posturas adoptadas desde Washington frente a temas sensibles como el narcotráfico, la cooperación internacional y las relaciones diplomáticas en América Latina.

Archivo. El presidente de Colombia, Gustavo Petro (d), y su entonces ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, participan en el undécimo gabinete binacional Ecuador, el 31 de enero de 2024
Álvaro Leyva, y la trama para derrocar a Petro

Yo no me arrodillo ni me dejo presionar. Ni me asusta un congresista diciéndome narco o terrorista, ni una cosa ni la otra he sido, pero sí sé lo que está pasando. “A los funcionarios de origen cubano en Estados Unidos, les digo: escojan enemigo, nosotros no somos. Si ven que en su sociedad las organizaciones criminales están matando a 100.000 ciudadanos por año, el enemigo no es Colombia. Nosotros podemos ayudarlos a resolver el problema”, señaló el jefe de Estado.

La respuesta de Petro ocurre luego de que el representante republicano Carlos Giménez, de origen cubano,emitiera severas acusaciones en su contra, tildándolo de “matón narcoterrorista socialista que vive en Casa de Nariño”. El congresista fue más allá, señalando a Petro como responsable de crímenes como homicidio, narcotráfico y terrorismo, declaraciones que han sido calificadas de agresivas y desproporcionadas por parte de funcionarios del gobierno colombiano.

Petro advirtió además sobre el daño que podría causar la influencia de sectores radicales del Congreso estadounidense en las relaciones hemisféricas: “Entonces, esos que están llevando a Trump hacia rupturas en América Latina, lo están llevando es para que se debilite todo el frente organizado de batalla que tenemos contra las organizaciones multinacionales contra el crimen”.

 exige deportación de agentes del régimen cubano en EE.UU.
Congresista Carlos Giménez

La reacción no se hizo esperar. El ministro del Interior, Armando Benedetti, cuestionó duramente el lenguaje de Giménez: “Qué paradoja que uno tenga nombres latinos y quiera que lo llamen por Peter o George. Para un latino no hay peor ataque que el de otro latino que cree que su raza es superior por tener ciudadanía estadounidense cuando ni su papá ni su abuelo la tenían”, afirmó.

Benedetti también advirtió sobre las posibles implicaciones de ese tipo de discursos: “Este señor no respeta ideologías diferentes a la de su ultraderecha (…) Con ese lenguaje y esos pensamientos uno puede creer que si habría un golpe de Estado a él le gustaría”.

el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, calificó las afirmaciones del congresista como “una inaceptable afrenta a nuestra nación y soberanía”. Para Sanguino, las palabras de Giménez no solo denotan una visión autoritaria, sino también una desconexión con sus propias raíces: “La dignidad de Colombia se respeta”, sentenció, al tiempo que tildó la actitud del congresista como “fascista”.

 

*Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)