ONU: voces divididas en el Consejo de Seguridad por crisis Irán-Israel
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia este domingo para abordar la grave escalada del conflicto entre Irán e Israel, tras el bombardeo estadounidense a instalaciones nucleares iraníes y la respuesta misilística iraní contra territorio israelí. La sesión, convocada a petición de Irán, evidenció profundas divisiones entre los miembros sobre la interpretación de los hechos y las responsabilidades en la crisis.
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Irán denunció los ataques de Estados Unidos y Israel como actos “ilegales, criminales y no provocados” que violan el derecho internacional y la soberanía iraní. Su representante exigió que Washington e Israel rindan cuentas por estas agresiones y pidió a la comunidad internacional una condena clara y acciones para detener la escalada. Por su parte, el ministro de Exteriores iraní calificó la situación de extremadamente peligrosa y advirtió sobre las consecuencias duraderas de estos ataques.
China y Rusia coincidieron en condenar enérgicamente el bombardeo estadounidense, calificándolo de violación grave a la Carta de la ONU y al derecho internacional. El embajador chino pidió un alto el fuego inmediato, protección de civiles, compromiso con la negociación y que el Consejo de Seguridad actúe con diligencia para mantener la paz. Rusia calificó la acción estadounidense de irresponsable y advirtió que la escalada amenaza la estabilidad regional.
En contraste, países de la Unión Europea, manifestaron su preocupación por la escalada y urgieron a Irán a retomar una solución diplomática creíble, insistiendo en que Irán no debe obtener armas nucleares. La presidenta de la Comisión Europea anunció reuniones para evaluar el impacto del conflicto en Europa y acelerar negociaciones con Irán. Estados Unidos, por su parte, defendió el ataque como un “éxito militar espectacular” y mantiene abierta la posibilidad de una intervención conjunta con Israel.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó un llamado a todas las partes y al Consejo de Seguridad para dar “una oportunidad a la paz”. Advirtió que la región se precipita hacia un caos que podría tener consecuencias globales y urgió a poner fin a los combates y volver a la mesa de negociaciones. El Consejo, sin embargo, enfrenta el desafío de superar sus divisiones para actuar de manera unificada en una crisis que amenaza la estabilidad mundial.