Ante Lula, portazo de Macron al acuerdo comercial entre Mercosur y la UE
Isabella Arria
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva hizo un llamado directo a su homólogo francés, Emmanuel Macron, para destrabar la ratificación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, en suspenso desde hace más de dos décadas.
Asi lo declaró el mandatario brasileño, quien se encuentra en una visita oficial de Estado por invitación de Macron. Ambos presidentes pretenden firmar al menos 20 acuerdos bilaterales en las áreas de vacunas, seguridad pública, educación y ciencia y tecnología.
“Abre tu corazón para la posibilidad de hacer este acuerdo con nuestro querido Mercosur”, dijo Lula con tono apelativo, tras una reunión en el Palacio del Elíseo. Lula advirtió que, al asumir la presidencia pro tempore del Mercosur este 6 de junio, se comprometerá personalmente a concluir el tratado antes de dejar el cargo. «Quiero decirle que no dejaré la presidencia del Mercosur sin concluir el acuerdo con la Unión Europea. Por eso, querido (Macron), abra su corazón para cerrar ese acuerdo”, dijo durante una conferencia de prensa conjunta en el Elíseo.
El presidente francés, sin embargo, descartó la posibilidad y subrayó que el periodo propuesto por Lula podría servir para “mejorar” el tratado, pero no para firmarlo en sus condiciones actuales. “Tenemos seis meses para mejorarlo, con cláusulas recíprocas, porque el acuerdo como está no es bueno para el clima ni justo para los agricultores”, remarcó Macron, manteniendo la postura oficial de Francia y recordando que el pacto, validado por la Comisión Europea, continúa vetado por París y otras capitales europeas.
Lula insistió en que el proteccionismo representa “cosa del pasado” y mostró su sorpresa ante el hecho de que los europeos, que lideraban el libre comercio hace unas décadas, ahora se cierren abrirse a otros mercados. Dijo que “no hay un país (como Brasil) que haga más en favor del clima” y recalcó que se requiere pedagogía para que todos los sectores, incluidos los agrícolas, comprendan los beneficios del acuerdo entre la UE y el Mercosur.
La urgencia de su mensaje refleja tanto la presión interna como el deseo de proyectar el liderazgo económico regional en un contexto global cada vez más marcado por el proteccionismo y las tensiones comerciales.
Según el mandatario brasileño, “el acuerdo es la mejor respuesta que las dos regiones pueden ofrecer ante un escenario de incertidumbres creado por el retorno del unilateralismo y el proteccionismo tarifario”., en referencia al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y a la guerra comercial que desató con buena parte de los países del mundo.
Sin embargo, en el lado europeo, y especialmente en Francia, persisten resistencias significativas. Macron admitió que, si bien el tratado resulta atractivo para muchos sectores, representa “un riesgo para los agricultores europeos”. Insistió en que no se puede abrir el mercado europeo a productos que no respetan las mismas normas ambientales que se exigen internamente.
En marzo último, Lula había recibido a Macron en Brasil, en una reunión que también buscaba fortalecer los lazos estratégicos entre ambos países. Nuevamente Macron se mostró reticente a aprobar el acuerdo con la excusa de podría tener un impacto medioambiental que Francia busca evitar. «Los países del Mercosur no están al mismo nivel regulatorio», sentenció.
“¿Cómo les voy a explicar a los agricultores que, en el momento en que exijo que se respeten las normas, yo abro el mercado para productos que no las respetan?”, se preguntó el jefe de Estado francés, tachando la situación de “injusta”.
Las objeciones francesas se centran, sobre todo, en el uso de pesticidas prohibidos en Europa pero aún permitidos en los países del Mercosur, una preocupación que ha movilizado fuertemente al lobby agrícola francés.
Para Lula, sin embargo, el argumento no debería ser un obstáculo definitivo. Según dijo el brasileño, su gobierno es “el más preocupado con el medio ambiente” de la historia reciente de Brasil, y propuso incluso que cooperativas agrícolas de ambos países dialoguen directamente como vía de entendimiento.
No obstante, mientras Lula reivindica que Brasil se ocupa de la protección del medio ambiente, recientemente en múltiples estados los brasileños salieron a protestar por la aprobación de la que ha sido rebautizada como «Ley de Devastación«, decreto que otorga mayor flexibilidad en la concesión de licencias ambientales.
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)