Al menos 31 muertos en un bombardeo israelí a un colegio en ciudad de Gaza
Isabella Arria
Al menos 31 palestinos, entre ellos niños, han sido asesinados durante la madrugada de este lunes en el bombardeo israelí a una escuela, en la cual se refugiaban personas desplazadas en la ciudad de Gaza (al norte de la Franja). El Ejército israelí dijo, al igual que en otras ocasiones sin aportar pruebas, que la escuela funcionaba como un supuesto centro de comando y control de militantes de Hamás y la Yihad Islámica, desde donde recopilaban información para sus ataques.

Con el deceso el domingo de Mohammad Mustafa Yassin, un niño de cuatro años, por hambre en la franja de Gaza, suman ya 58 palestinos que han fallecido por desnutrición severa y otros 242 por escasez de alimentos y medicinas, la mayoría ancianos e infantes, en los recientes 80 días de bloqueo israelí. Además,otras 15 personas, entre ellas miembros de una misma familia y desplazados, fueron asesinadas en el ataque aéreo contra una vivienda en la norteña localidad de Yabal,
Al menos tres mil 785 personas fueron asesinadas en el territorio desde que Israel rompió el acuerdo de alto el fuego el 18 de marzo, lo que eleva el saldo total de la guerra a 53 mil 939, en su mayoría civiles, y 122 mil 797 heridos, informó el ministerio de Salud palestino.
Desde hace 19 meses, Gaza es el escenario de un genocidio retransmitido en tiempo real. Más de 53.000 personas (el número es mucho mayor, éste es sólo el oficial) han sido asesinadas. No queda infraestructura civil funcional, ni refugio seguro. Estos días, mientras continúan e intensifican los ataques, el Gobierno israelí ha anunciado su plan para una ocupación permanente del enclave. El derecho internacional no ha fracasado: ha sido activamente ignorado, señala la analista española Itxaso Domínguez.
Muchos gobiernos siguen atrapados en el mínimo común denominador: parecer comprometidos sin alterar las dinámicas que sostienen el horror. Publican comunicados, expresan “profunda preocupación”, llaman a consultas y amenazancon “consecuencias” que rara vez se concretan. Esta semana, Reino Unido, Francia y Canadá emitieron una declaración conjunta inusualmente dura, advirtiendo a Israel de que su ofensiva en Gaza, así como las restricciones impuestas al acceso de ayuda humanitaria, podrían dar lugar a “acciones concretas”, incluidas sanciones.
Condenaron además los planes de expansión de asentamientos en Cisjordania y recordaron que negar asistencia vital a la población civil puede constituir una grave violación del derecho internacional humanitario, pero el fin de semana las autodenominadas Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desplegaron toda su infantería permanente y brigadas blindadas en Gaza, mientras expanden su renovada ofensiva terrestre Operación Carros de Gedeón.

La oficina de prensa del gobierno palestino comunicó que las fuerzas israelíes controlan 77 por ciento del territorio gazatí, ya sea a través de fuerzas terrestres u órdenes de expulsión y bombardeos que mantienen a los residentes lejos de sus hogares.
Israel indicó a través del Cogat, la unidad militar establecida por Israel en 1967 para administrar la seguridad y los asuntos civiles en Cisjordania y Gaza ocupadas, bajo la supervisión del ministerio de Defensa, la entrada de 107 camiones con ayuda humanitaria en el enclave durante la jornada de ayer. Israel bloqueó la entrada de ayuda humanitaria al enclave costero desde el 2 de marzo, dejando a casi toda la población de 2.1 millones al borde de la inanición, con los suministros de medicamentos y combustible agotados.
El gobierno de la franja de Gaza, controlado por Hamas, señaló que 77 por ciento del territorio está en manos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Antes del asedio actual, los grupos de ayuda podían ingresar unos 600 camiones al día, el mínimo que, según las organizaciones humanitarias, se necesita para la población de Gaza. Pero apenas 109 camiones fueron autorizados por Israel y luego de la creciente presión internacional, advirtió una red de grupos de ayuda palestinos.
Nuevos ataques
Los ataques de Israel mataron al menos a 38 palestinos en Gaza, incluido un periodista, un alto funcionario del servicio de rescate y dos trabajadores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC), mientras continúan ofensivas armadas israelíes en Jan Yunis (sur), Jabaliya (norte) y Nuseirat, en el centro de la franja de Gaza, indicaron fuentes médicas.
En Jan Yunis, Israel asesinó a Ibrahim Eid y Ahmad Abu Hilal, dos trabajadores del CIRC, denunció la organización humanitaria, que exigió protección para la población civil.En Jabaliya, el periodista Hassan Majdi Abu Warda y varios miembros de su familia perecieron en un ataque aéreo que tuvo por objetivo su casa. Otro embate desde el aire en Nuseirat abatió en su propio hogar a Ashraf Abu Nar, un alto funcionario del servicio de emergencia civil de Gaza, y a su esposa.
La muerte de Abu Warda eleva a 220 el número de periodistas palestinos asesinados en Gaza desde octubre de 2023, señalaron funcionarios del enclave. También surgieron más detalles sobre Alaa al Najjar, la pediatra gazatí que perdió a nueve de sus 10 hijos en un ataque israelí el viernes en Jan Yunis. El niño, de 11 años, y el esposo de Al Najjar, quien también es médico, resultaron heridos de gravedad. Los restos carbonizados de los otros niños fueron llevados a la morgue en una sola bolsa para cadáveres, dijo un compañero pediatra en el Hospital Nasser, Alaa al Zayan.
Asimismo, colonos israelíes hostiles, respaldados por soldados, entraron al recinto ocupado de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén Este y llevaron a cabo rituales talmúdicos en el tercer lugar más sagrado del islam, informó el noticiero catarí Al Jazeera. Hamas condenó la escalada de incursiones
y los épicos rituales de postración
realizados en el patio de la mezquita en la que los colonos tumbados en el suelo rezaban en voz alta. Hamas hizo un llamado a los palestinos de Gaza y Cisjordania, así como a otras de las naciones musulmanas para tomar medidas urgentes
en apoyo de la mezquita de Al Aqsa.
Gaza no necesita más comunicados. Necesita que se detenga el flujo de armas. Que se actúe contra quienes facilitan la guerra. Que se ponga freno a una ocupación que Israel ya ni siquiera oculta o intenta justificar. Que se proteja, de forma efectiva, la vida y dignidad palestinas. Lo que está en juego no es solo el futuro del pueblo palestino, aunque eso debería bastar. También se está decidiendo si los derechos humanos son universales o condicionales a intereses imperiales.