El gobierno español calificó de “magnífica” la actuación policial durante la represión
El gobierno español defendió sin matices la actuación de los agentes antidisturbios que ayer reprimieron una manifestación contra el ajuste. Convocaron a una nueva protesta hoy.
Télam – Corresponsal
La jornada de protesta para exigir el fin de los recortes y la dimisión del presidente Mariano Rajoy, se saldó con 64 heridos y 35 detenidos y tuvo su episodio más violento en la Plaza de Neptuno, la zona más próxima al Congreso de los Diputados a la que pudieron llegar los manifestantes.
La reacción de los manifestantes a la respuesta represiva del Ejecutivo ha sido una nueva convocatoria para esta tarde, a partir de las 19 (14 de Argentina), en el mismo lugar.
Según el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, la policía actuó “magníficamente” y se vio obligada a responder “ante la violencia” de algunos manifestantes.
Fernández Díaz dijo en los pasillos del Congreso que la protesta era “manifiestamente ilegal”, a pesar de que la Delegación del Gobierno en Madrid había autorizado concentraciones en distintos puntos de la capital.
El ministro subrayó que gracias a la actuación policial “se impidió que un grupo de personas lograra ocupar el Parlamento” y “coaccionar a los diputados”, lo que está “expresamente prohibido”.
La protesta, convocada en las redes sociales por la plataforma ¡En Pie! bajo el lema “Ocupa el Congreso”, reunió a miles de personas -6.000 según el gobierno- con la consigna de rodear el Parlamento de forma indefinida hasta forzar la dimisión de Rajoy, del Partido Popular (PP).
En pleno incremento de la tensión social por el ajuste implementado por Rajoy, el Ejecutivo llegó a calificar de “golpistas” a los manifestantes y les advirtió que impedir el normal funcionamiento de las instituciones es un delito que está penado con hasta un año de prisión.
A pesar de eso, miles de personas, en su mayoría integrantes activos del movimiento de los indignados, marcharon hasta las cercanías del Congreso para manifestarse de forma pacífica con motivo del 25-S (fecha de la convocatoria).
Los enfrentamientos se desencadenaron por la tarde en la plaza Neptuno y continuaron hasta bien entrada la noche en distintos puntos de la capital.
Algunos de los más de 1.000 policías que participaron del operativo respondieron golpeando con sus bastones a las personas de la primera fila de la manifestación y realizaron los primeros arrestos, y cargas similares seguidas de corridas se repitieron con el transcurso de la tarde y tras caer la noche.
Los disturbios se dispersaron a zonas aledañas, donde se vivió una batalla campal entre los activistas y los agentes antidisturbios, que arrojaban balas de goma y salva y a cambio, recibían botellas, latas, palos y piedras.
Las 35 personas que fueron detenidas pasarán a disposición de la Audiencia Nacional de España para ser juzgadas por un delito contra las “altas instituciones del Estado”, según confirmó a Télam un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los detenidos están acusados de “intentar atentar contra el normal funcionamiento de la instituciones”, un delito penado con entre seis meses y un año de prisión, y que en los casos más graves hasta cinco años, indicó la fuente.
Por su parte, la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, también expresó su “absoluto respaldo” a la actuación policial e incluso los felicitó.
“Demostraron su profesionalidad en unas circunstancias muy difíciles”, dijo en declaraciones a RNE (Radio Nacional de España) donde aseguró que los agentes “recibieron ayer un ataque desproporcionado”.
Por el contrario, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, exigió la dimisión “inmediata” de Cifuentes “por aplicar a una movilización democrática una estrategia antiinsurgencia”.