Argentina: Cristina ratifica rumbos y enfría el partido
JUAN GUAHÁN| Ante los desafíos que el gobierno suele tener, por reclamos que golpean la puerta de su casa, responde de modo no uniformes. En la mayor parte de los casos sube la parada y extrema el conflicto. Eso fue lo que hizo con la famosa “Resolución 125” (vinculada a las retenciones). De ese modo fue identificando y construyendo el discurso sobre los “enemigos del modelo”. A pesar de la derrota parlamentaria (con el voto en contra “no positivo” del vicepresidente Julio Cleto Cobos) ese método le dio -a la larga- muy buenos réditos.
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Otra metodología fue “absorber”, hasta “desarmar” y “disolver” al conflicto. Eso fue lo que hizo con el reclamo de Juan Carlos Blumberg (quien se hacía llamar “ingeniero”). En este caso llegó al extremo que el oficialismo aprobó en el parlamento el “endurecimiento de penas” para serenar las aguas después de una gigantesca movilización al Congreso que había logrado convocar y reunir el mencionado Blumberg. Con el paso del tiempo esa figura y sus reclamos quedaron diluidos y su candidatura –en la Provincia de Buenos Aires- no le hizo mella al poder kirchnerista.
Como respuesta a este reciente ruido de cacerolas, por distintos puntos del país, la voz del gobierno tomó un poco de cada una de estas dos posiciones extremas. Fundamentalmente las segundas líneas del gobierno desacreditaron y negaron la importancia de esas movilizaciones. El Jefe de Gabinete, después de criticar su vestimenta clasemediera y su pensamiento puesto en Miami, los desafió a que constituyan su partido y se presenten a elecciones. Por su lado la Presidenta, sin mencionarlas, dio respuestas de gestión. De esa manera se colocó más cerca de la tendencia a absorber las críticas planteadas y no confrontar abiertamente con ellas.
Cristina ratificó la línea que está siguiendo el gobierno e hizo públicas varias medidas cercanas a los intereses de pequeños y medianos empresarios. De ese modo intenta quitarle respaldo material a algunas reivindicaciones de esos sectores. En dos presentaciones televisivas anunció el envío al Congreso de la reforma a la Ley de aseguradoras de riesgo de trabajo (ART). En ella se elimina la doble vía, un viejo reclamo de organizaciones empresariales. Además propone elevar las indemnizaciones, acortar los plazos para el cobro y reducir las comisiones de las aseguradoras. También crea la posibilidad de ART mutuas (entre sindicatos y cámaras empresariales). Cristina escuchó el reclamo de productores de combustible vegetal (el llamado biocombustible) y se redujeron las retenciones a las exportaciones del mismo. Al día siguiente hizo nuevos anuncios sobre los planes de vivienda Pro-crear.
A estos anuncios le agregó el hecho de referirse a que su gobierno mantendría la línea de gobernar para “las mayorías” omitiendo referirse –como lo venía haciendo- a los “40 millones de argentinos”. Le pidió a las clases medias que no desprecien a los otros sectores que quieren ser y vivir como ellos.
El presupuesto
Fue presentado en sociedad, en el Congreso de la Nación, el Presupuesto para el año 2013. Los grandes números del proyecto presentado por el Ejecutivo prevén: Crecimiento del 4,4%; inflación del 10,8%, dólar (promedio anual) a $ 5,10; el fondo de desendeudamiento (pago de deudas) estará cercano a los 8 mil millones de dólares; el superávit comercial rondaría los 12 mil millones de dólares. La recaudación crecería alrededor del 23%, una cifra más alta que la inflación oficial y cercana a la estimada por fuentes privadas y provinciales.
De los números mencionados se deduce la expectativa del gobierno en una sensible mejora de la economía para el próximo año. Ella está fundada en la perspectiva de recuperación de China, Brasil y a los datos sobre el futuro de la soja con récords en materia de siembra y precio.
La reacción de la oposición -en términos generales- se manifestó coincidente con los datos sobre el superávit comercial; no muestra mayores diferencias sobre las cifras del crecimiento, aunque supone que puede ser algo menor; considera que la inflación rondará el 25%. También comparten la estimación sobre la recaudación, aunque creen que puede algo superior a la prevista. Respecto del dólar incorpora la estimación sobre el rumbo del famoso “paralelo”, que podría escalar hasta los 7 pesos.
Un tema que llama la atención de especialistas es la cuestión sobre el pago (cercano a los 4 mil millones de dólares) del denominado “cupón PBI”, de bonos con interesas atados al crecimiento (Se paga si la economía crece más del 3,2%). La duda está en el hecho que las estimaciones actuales dan que la economía en el primer semestre estuvo en “0”, más cerca de una cifra negativa que del crecimiento. Si bien se estima que mejorará en este semestre, es muy difícil imaginar que lo haga de tal manera que llegue al 3,4% anual como lo dijo el Ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
El tema de fondo es que a los fines de ese pago se han previsto cerca de 4 mil millones de dólares. Si no se pagan quedaran a disponibilidad del gobierno. Entonces la estimación hecha será solo un mecanismo para tener mayor libertad en el manejo de esos fondos. Si al final el dato oficial diera lugar a un crecimiento que hiciera factible el pago, otros serán los interrogantes.
Acuerdos sindicales
Después de varios tanteos, Pablo Micheli de la opositora CTA y el camionero Hugo Moyano llegaron a un acuerdo. Movilizaran en conjunto el jueves 11 de octubre, si resuelven el cuestionamiento de Hebe Bonafini que les pide que cambien de día, porque todos los jueves las Madres dan vuelta en la Plaza. Para esa fecha la CTA tiene declarado un paro y una movilización. La CGT no adhiere ni al paro, ni a la movilización. En cambio el gremio de camioneros sí participará, aunque solamente será parte de la movilización hacia Plaza de Mayo. A partir de esta convocatoria conjunta estiman que otros sectores sindicales y sociales irán adhiriendo. La idea que tienen es llegar a constituir una multisectorial, de orientación opositora, que recoja el conjunto de reclamos sociales.
Los convocantes, Moyano y Micheli, políticamente adhieren a fuerzas políticas diferenciadas. Moyano está próximo al peronismo disidente. Las fuerzas que impulsa Micheli, en cambio, están cercanas al FAP que orienta Hermes Binner.