Marco Rubio exigió “cambios inmediatos” en el control del Canal de Panamá
Mirko C. Trudeau
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, se reunió este domingo con Marco Rubio, el secretario de Estado estadounidense, para discutir sobre la amenaza de Donald Trump de retomar por la fuerza el control del Canal de Panamá, alegando que está bajo “influencia” de China. Rubio llegó a Panamá en la noche del sábado, en su primer viaje al exterior como jefe de la diplomacia de EEUU, y se reunió con Mulino en el Palacio de las Garzas.
Recuperar el Canal es una obsesión de la élite gobernante estadounidense. La prensa panameña recuerda el no aclarado atentado contra el presidente Omar Torrijos y la invasión de 1989. Trump solamente ha concedido a Panamá una tregua. El Canal “se le dio a Panamá tontamente, pero violaron el acuerdo y vamos a recuperarlo o algo grave va a suceder” dijo. Por el momento s no cree necesario enviar tropas a Panamá, pero enfatiza que Panamá ha hecho algo “terrible para la seguridad financiera de esta parte del mundo”.
Rubio dio inicio a una gira de seis días que incluye a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, centrada en el canal, la migración, la lucha contra el crimen organizado y la creciente influencia de China en la región. Según aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, el jefe de la diplomacia estadounidense advirtió que su país tomará “medidas” en caso de continuar la “influencia” de China en el canal. Rubio “dejó claro que este ‘statu quo’ es inaceptable y que, a falta de cambios inmediatos, Estados Unidos tomará las medidas necesarias para proteger sus derechos”, aseguró Bruce.
«Hemos abierto la posibilidad de que nuestros equipos técnicos aclaren lo que tenga que aclararse”, afirmó Mulino, buscando bajar la tensión luego de las amenazas de Trump .Añadió que no ve una amenaza “real” contra los tratados que le otorgan el control del canal, a pesar de las amenazas de Trump. “No siento que haya ninguna amenaza en este momento real contra el tratado, la vigencia y mucho menos el uso de la fuerza militar para apoderarse del canal, no siento eso”.
El presidente panameño propuso a Rubio coordinar equipos técnicos que colaboren para esclarecer las dudas sobre la supuesta presencia china en el canal. “Hemos abierto la posibilidad de que nuestros equipos técnicos aclaren lo que tenga que aclararse”, afirmó Mulino en una rueda de prensa posterior a su reunión, en la que aseguró que dejará la designación en manos de Estados Unidos.
Rubio comunicó que Trump determinó que “la actual posición de influencia de China es una amenaza para el canal” y una violación de los tratados bilaterales sobre la vía. Trump arrastra la promesa de “recuperar” el control del canal desde antes de su asunción.
En el centro de la polémica está una empresa de Hong Kong que opera puertos en las dos entradas de la vía que une los océanos Pacífico y Atlántico, por donde pasa el 5 por ciento del comercio marítimo mundial y 40 por ciento del tráfico de contenedores de EE.UU..
Mulino recordó que esa empresa está en auditoría y, como un gesto, aseguró que no renovará un acuerdo con China sobre “la ruta de la seda” para ampliar el intercambio comercial. El mandatario rechaza categóricamente que China ejerza control sobre la vía interoceánica, y reiteró que el canal “no se negocia” ya que “es y seguirá de Panamá”.
Durante la presentación de sus primeras órdenes presidenciales, el republicano no descartó el uso de fuerza militar o medidas de coerción económicapara hacerse con el poder sobre el canal de transporte, que Estados Unidos inauguró en 1914 y entregó al gobierno centroamericano el 31 de diciembre de 1999.
A pesar de que aún no se estableció una fecha para la inspección,el panameño se mostró confiado en que Trump cese sus amenazas de recuperar la vía interoceánica. “Yo creo que hemos hecho este ejercicio y esta conversación de muy buena fe”, subrayó Mulino, antes de agregar que la conversación sirvió para llegar a “acuerdos importantes”, que no precisó, y sentar bases para una mejor relación entre sus gobiernos.
Rubio llega a Centroamérica a la cabeza de una política exterior agresiva, marcada por deportaciones masivas de migrantes latinoamericanos y amenazas de guerras tarifarias. En el encuentro también se abordó la migración por la selva del Darién, en la frontera con Colombia, por donde pasaron unos 300 mil inmigrantes en 2024, rumbo a Estados Unidos.
Mulino comentó que ofreció una ampliación del acuerdo migratorio, que le permitiría a Estados Unidos usar “el área de la pista aérea de Nicanor en Metetí, provincia de Darién” para procesar a los deportados de países de la región, como Venezuela, Colombia y Ecuador, entre otros.
Un poco de historia
La pesadilla de Panamá en sus relaciones con los Estados Unidos se inicia, sin embargo, mucho antes de la traición estadounidense a Colombia, de la cual se prohijó la nueva república. Todo comenzó cuando en 1848, en California -territorio arrebatado a México por la vía de la fuerza bruta por Estados Unidos-, descubrieron las minas de oro, transformándose muchos audaces aventureros, de la noche a la mañana, en poseedores de millonarias sumas.
La noticia del grandioso hallazgo sacudió el este de Los Estados Unidos, iniciándose interminables caravanas de emigrantes desde la Costa del Atlántico a la Costa del Pacífico. Enfrentaban innumerables peligros, sobre todo representados por las tribus de pueblos originarios. Muchos querían realizar un viaje más seguro y optaron por otras vías situadas en el istmo de Tehuantepec, en México; en la ruta del Río San Juan, en Nicaragua; en el istmo de Panamá; y en el estrecho de Magallanes, en el extremo austral del continente.
La urgencia para asegurar el disfrute de los placeres del metal precioso, descubierto en California, condujo a los congresistas estadounidenses a autorizar la formación de dos compañías norteamericanas encargadas de establecer la comunicación y el transporte entre Estados Unidos y Panamá a través de la ruta Nueva Orleans y el Puerto de Chagres (Colón), en el lado Atlántico, y, en el lado Pacífico, entre Panamá y California. Estas compañías iniciaron sus operaciones en 1848, cuando también comenzaron los abusos de EEUU contra de Panamá y su pueblo.
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)