Argentina: Una histórica y mutitudinaria marcha contra el fascismo

Rubén Armendáriz

Superando todas las expectativas, millones de argentinos de todas las edades y procedencias, conmovieron al mundo con una marcha histórica, “federal, antifascista y antirracista”, bajo la consigna ¡Basta, Milei; basta al fascismo!”, en más de cien ciudades del país y otra veintena de urbes en México, Italia, Francia, España, Perú, Chile y Alemania, en rechazo a las políticas del actual gobierno ultraderechista.

Multitudinaria marcha en el centro de Córdoba en rechazo a los dichos de Milei contra la ideología de género | ElDoce Banderas, pancartas y carteles reflejaban la diversidad de demandas: desde la defensa de los derechos laborales
y sociales hasta el rechazo a la violencia institucional y la discriminación racial. La sociedad argentina mostró que no
está dispuesta a tolerar retrocesos en sus derechos ,ni la profundización de la desigualdad y el sufrimiento de un pueblo que se siente “acorralado y humillado”.

La Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista expresó con una potencia conmovedora un claro mensaje al gobierno: no vamos a permitir que se imponga una narrativa que avale la persecución hacia las personas LGBT+. ni que se arrase con la ampliación de derechos para mujeres y diversidades. Organizaciones sociales, sindicatos,
agrupaciones estudiantiles y ciudadanos autoconvocados confluyeron en una misma causa por la justicia y la igualdad.

Cerca de 500 mil personas participaron de la marcha solamente en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que en el resto del país, hubo una adhesión de más de millón y medio de personas.

Después de más de un año de desguazar las políticas de prevención de la violencia de género, de recortar la entrega de medicamentos a jubilados y a personas con VIH/sida y de comida a centros comunitarios, de suprimir programas clave para la prevención del embarazo no intencional en adolescentes, de dejar de comprar y distribuir anticonceptivos y tratamientos para abortar y promover y avalar feroces ataques en redes sociales contra los feminismos y la agenda de la diversidad, las declaraciones del presidente Javier Milei en el Foro Económico de Davos, donde asoció a la homosexualidad con la pedofilia, lograron que el pueblo saliera de una inercia paralizante.

De regreso a la Argentina, el gobierno libertario anunció que se proponía convertir los insultos de Milei en leyes, con proyectos de derogación del femicidio, la Ley Micaela, el DNI no binario y los cupos de género femenino y trans. Su factibilidad legislativa es nula, pero entretanto distrae de la grave situación de empleo y remuneraciones. Inesperadamente para el gobierno, el discurso de Javier Milei fue un tiro en el pie.

El plan antigénero que viene implementando Milei sigue al pie de la letra el Proyecto 2025, un manual de estrategia elaborado para Donald Trump por la Heritage Foundation –-un think tank ultraconservador– y colaboraciones de más de un centenar de grupos de la extrema derecha religiosa.

«Al fascismo nunca más. Basta con la motosierra: no a los discursos de odio», «Cansados pero jamás derrotados», «Por jubilaciones y pensiones dignas»; «La Argentina nunca será fascista», «Mariconazos sí, mariconazis no», fueron algunas de las consignas coreadas en la marcha.

Javier Milei produjo un efecto cultural inverso. Logró que cientos de miles de personas se movilizaran en todo el país y en todo el mundo en pleno verano y con mucho calor. Algo inédito. Milei grita ¡libertad, carajo! pero coarta la La marcha antifascista y antirracista en fotos | Una tarde de orgullo y lucha | Página|12de los trabajadores, de las mujeres, de las minorías de género, de los jubilados y de los discapacitados. Y la marcha de ayer fue por lo que él declama pero restringe, fue una marcha por la libertad, señala Luis Brushtein.

El discurso de la derecha no es un conjunto de barbaridades inconexas sino que forman un sistema interrelacionado. El núcleo son las propuestas económicas, pero necesitan sostenerlo con un sistema de creencias, valores y principios éticos, en lo que se dio en llamarlo “batalla culural”. Y cada fragmento de esa pieza que se rompe deshilacha al conjunto. La marcha fue un disparador para acompañar otras luchas, como  la defensa de la salud  y la de los jubilados.

Después de meses de querer mostrarse como exitoso y arrollador, el discurso más reaccionario de Milei y su séquito quedó a la defensiva. El gobierno tampoco pudo aplicar el “Protocolo Antipiquetes” que suele aplicar la represora ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

Decenas de miles marchan contra Milei: ¡No al odio y la discriminación como política de Estado!Si bien el gobierno venía copando el centro de la escena política,  este sábado se visibilizó la existencia de una muy amplia oposición, atravesada por debates de estrategias. Junto a la diversidad sexual y las mujeres al frente, participaron trabajadores en lucha y decenas de miles de personas que se querían manifestar contra Milei por múltiples causas. La masiva movilización demostró que se puede enfrentar al gobierno y derrotar su plan.

La actual administración viene mostrando diversos puntos de debilidad. Uno, el del esquema económico, que está parado sobre múltiples elementos de precariedad  sobre su futuro, “futuro” que el gobierno intenta “postergar” hasta las elecciones legislativas de este año, sin devaluar para que no recrudezca la inflación.

El acuerdo con el Fondo Monetario sigue pendiente de firma, las reservas del Banco Central están en terreno negativo, la balanza de cuenta corriente  acumula siete meses consecutivos en rojo, un “dólar barato” difícil de sostener en el contexto nacional e internacional, rispideces no solo con las  masas sino también con las patronales del campo ( le bajaron retenciones en el marco de una disputa) y con sectores mercadointernistas que también sufren la apertura comercial. Y la calle, que este sábado mostró su veredicto: “Fuera Milei”.

*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)