Milei tiene motivos para brindar, los argentinos no
Claudio della Croce y Aram Aharonian
Al final de su primer año de gobierno, Javier Milei tiene motivos para brindar, luego que los pronósticos más sombríos sobre su presidencia no se corroboraron: el gobierno llegó a fin de año con las finanzas bajo control, la política en un corralito de endogamia y la sociedad con poco ímpetu para oponerse a las políticas sistemáticas de desahucio que ensaya el gobierno todas las semanas.
Pero esa estructura carece de bases sólidas: en minoría legislativa, sin gobernadores ni intendentes propios y sin experiencia política, hubo quienes creyeron que tendría un final abrupto mucho antes de esta Navidad. Aunque Milei se percibe excepcional, eso no significa que esté a salvo, sobre todo porque los modelos de especulación financiera siempre tienen un margen de riesgo elevado.
Un informe de la Universidad de Buenos Aires revela la realidad: cuatro de cada diez asalariados vive en un hogar pobre, mientras que la cifra asciende al 63% entre los informales en el segundo trimestre del año. Los jóvenes son los que experimentan una tasa de informalidad significativamente más elevada que otros grupos etarios: más de 6 de cada 10 jóvenes trabajadores es informal (no está cubierto por la normativa laboral y la seguridad social).
Milei decidió atacar las instituciones, adoptando estrategias similares a las utilizadas por Jair Bolsonaro en Brasil. Desde que asumió la presidencia hace poco más de doce meses, el gobernante libertario ha tomado el control de los servicios de inteligencia, renovado con sorprendente interés la agencia de recaudación de impuestos – donde se concentran los escándalos financieros argentinos – y ha mantenido a las Fuerzas Armadas protegidas de los recortes presupuestarios aplicados al resto del Estado.
Milei prepara un avance decisivo contra el Poder Judicial. El 29 de diciembre, fecha en la que el juez Juan Carlos Maqueda tendrá 75 años y se retirará de la Corte Suprema, el tribunal tendrá sólo tres de los cinco miembros que la integran, desde que la vacante que dejó la jueza Elena Highton de Nolasco, en septiembre de 2021, nunca se haya completado.
Desde su investidura, Milei intenta sin éxito que el Senado apruebe a sus dos candidatos, tal y como establece la Constitución. Esta semana, Casa Rosada advirtió que el presidente ultraderecha está dispuesto a nombrarlos por decreto, una amenaza contra la que el Tribunal Supremo ha decidido resistir.
«Mafia y delirio, peligroso binomio para los destinos de la Patria”, tuiteó la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticando las negociaciones entre al presidente Javier Milei y el ex presidente Mauricio Macri de cara a las elecciones 2025, y también al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, porque “amenazó” con que todo termina en el máximo tribunal. «O sea… no importa lo que votás porque quien finalmente decide no fue votado por nadie y además es vitalicio», explicó Cristina.
Sin lugar a ninguna duda, la calidad de vida de la mayoría de la población se deterioró: se gasta menos, se come menos, se trabaja peor, se viaja peor, la salud es peor y más cara. Y en política argentina, muchos saben cambiar de caballo en medio de la carrera.
El gobierno se aferra a la más que dudosas estadísticas que relatan una baja de la pobreza respecto al pico que a comienzos de este año arrojó a millones por debajo de la línea de subsistencia, para confeccionar su relato de bienestar instantáneo, lo que le permite encontrar todavía oídos receptivos y explica una popularidad resiliente, aunque módica.
Es también por la ausencia de otra narrativa que compita por la atención de la sociedad, que cuestione y ponga en conflicto la razón anarcocapitalista a partir de una propuesta alternativa.
Mientras, Karina Milei, alimenta versiones de candidatura, pero las encuestas no le responden: las encuestas que midieron a la hermana del presidente Javier Milei siguen sin presentarle escenarios de competitividad a futuro.
Fuego ¿amigo?
No hay tregua navideña en la guerra entre Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel, defensora de represores de la última dictadura, quien tildó de “comentarios ignorantes” a las críticas contra los aumentos en las dietas de los senadores que en las últimas horas le hizo Milei y le enrostró el desconocimiento que éste tiene sobre el funcionamiento del Congreso.
La nueva escaramuza se desarrolló como siempre: con tiros por elevación, elipsis e ironías en el ring de las redes sociales y los medios de comunicación amigos.
En una charla por streaming el presidente calificó de “mierda” a los senadores que “levantan la manito, se suben la dieta y se inventan el aguinaldo”. De paso le reprochó a Villarruel no haber hecho nada al respecto. “Para terminar con los comentarios ignorantes, no cobro aguinaldo y mi sueldo está congelado desde el año pasado”, lanzó Villarruel, quien concluyó con una ironía: “Feliz Navidad y que el 2025 te encuentre con más sabiduría que este que se va”.
Este encontronazo es uno más de los tantos rounds entre Milei y Villarruel, varios de ellos provocados por los twitteros de Casa de Gobierno. Que insisten en que pronto llegará “la traición final”, un acuerdo con el expresidente neoliberal Mauricio Macri.
La represión
Amnistía internacional denunció las “alarmantes cifras de represión” en el primer año de Milei y señaló más de 1100 heridos, 33 impactos faciales, 73 criminalizados y represión contra niños y niñas. En al menos 15 manifestaciones relevadas la respuesta estatal se caracterizó por el uso excesivo de la fuerza, incluso contra niños y niñas que fueron afectados por la violencia represiva.
Las cifras: 1155 personas heridas, muchas de ellas con lesiones graves. 33 personas con impactos de balas de goma en la cabeza o el rostro, con daños severos en la visión. 50 periodistas y trabajadores de prensa heridos mientras cubrían las manifestaciones. 73 personas criminalizadas por participar en las protestas.
El 2025 electoral
El 2025 de Milei dependerá en buena medida del 2025 de la oposición. Este gobierno libertario, a pesar de su crueldad, de su negligencia y del daño causado y el que va a causar, le puso nombre a problemas que el peronismo y el progresismo negaron o pasaron por alto: hasta ahora no encontraron el lenguaje para hablar de ello y sin autocrítica ni palabras claras, les sería difícil volver a conectarse con las mayorías.
No se trata simplemente de un recambio de figuras: el problema es mucho más profundo y las apetencias personales –sumado a la falta de ideas y un desconocimiento de lo que acontece en el mundo- nublan el futuro.
El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, “celebró” el cierre de 200 
dependencias del Estado. “En esta semana donde vamos cerrando el año les dejo un listado de las más de 200 áreas del Estado que cerramos este año. Pasen y miren. Van a reír y van a llorar. Advertencia: no apto personas impresionables”.
En el listado donde mencionan las 127 áreas eliminadas, el 24,4% corresponde a dependencias que abordan temas de género y diversidad y el 17,3%, al sector de la economía social. Mientras alegan que se busca «reducir el gasto», se siguen favoreciendo políticas que benefician a grandes empresas y sectores financieros, en detrimento de los recursos destinados a áreas fundamentales para el bienestar popular.
Ahora avanza con un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) contra un sector que emplea a más de 20.000 personas de forma directa, el transporte marítimo fluvial de cabotaje, lo que acarrearía la desaparición de la Marina Mercante Nacional.
El corazón de la liberalización de la actividad es para que los trabajos locales sean realizados por barcos con banderas extranjeras, junto a tripulación y mano de obra de otros países. Además declara como esencial la navegación con fines de transporte comercial, de pasajeros, de carga por lo que deberán garantizar un servicio mínimo de por lo menos el 50% para reducir el impacto de medidas de fuerza.
El conjunto de los ajustes está direccionado en función de garantizar los pagos de la deuda pública. Ese esquema de endeudamiento externo que hunde al país en el ajuste permanente se profundizará de la mano de la gestión Milei, que ahora apuesta a un nuevo endeudamiento con el FMI.
La oposición
Las distintas vertientes adversas al avance libertario atraviesan pujas internas que hacen necesario redibujar el mapa político, y los interrogantes se multiplican y la ganancia se la lleva el oficialismo, que sabe nadar en las aguas revueltas de la fragmentación.. Por ahora, a nadie en la oposición se le ha ocurrido hablar de la fundación de un nuevo orden. Hay quienes se sienten cómodos en las derrotas, otros sólo esperan caer bien parados.
Hay un derrotismo, disfrazado muchas veces de realismo, alimentado por los medios y lo bots y trolls que se manejan desde la Casa Rosada, que sostiene que Milei es la expresión de los cambios epocales tanto en el terreno ideológico como político y que tienen su sustrato material en los cambios en la esfera de lo social, esto es en una nueva clase trabajadora más atomizada, más individualizada que tendría en Milei su representación natural.
No le dan importancia a las turbulencias internacionales: las contradicciones de un mundo en guerra, la devaluación en Brasil y otros países de los llamados “emergentes” o la incógnita que significa la llegada de Donald Trump el gobierno de EEUU, que fue una noticia alentadora para Milei… pero falta que se haga efectiva.
Milei prometió esencialmente otra cosa: “que iba a ajustar a la casta” o a lo que llamaba “la política”, cosa que no está sucediendo, aunque en la experiencia colectiva esta contradicción no se manifieste de manera inmediata y entre las personas que lo apoyaron se sostenga cierta esperanza, sobre todo basada en la desaceleración de la inflación.
Los análisis ponen el acento en las contradicciones: en la precariedad del plan económico; en los riesgos de que implica el escenario mundial; en la debilidad del armado político o en la amplia –y aún desarticulada- oposición política y social que enfrenta este gobierno.
El apoyo a Milei no es homogéneo, pero sí se mantiene fuerte en muchos sectores de la sociedad. Según el sondeo de Pulso Research, un 53,3% de los consultados por responsabiliza al gobierno anterior (del peronista Alberto Fernández) por la situación económica del país, frente a un 36,3% que apunta al actual oficialismo.
Ante una oposición dividida y desdibujada, sin liderazgo claro ni propuestas, y apoyado por una efectiva campaña mediática con su ejército de bots y trolls, Milei parece consolidar su imagen como el líder capaz de ofrecer una «nueva oportunidad»
* Della Croce es economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico. Aharonian es periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)