«Folha» es un arma del mercado contra Brasil

Tiago Barbosa-Rebelión

La «Folha» [Nota del trad.: el periódico de mayor tirada; para entender mejor este artículo al final incluimos algunas frases incluidas en el editorial de la Folha del 22 de diciembre] nunca hizo un editorial de portada exigiendo la destitución de un genocida, despilfarrador, ladrón de joyas y golpista. No. Acató bien calladita el desfalco mil millonario en el techo de gasto para comprar votos y mantener un clan miliciano en el poder. Apoyó la venta del patrimonio y de la soberanía a precio de ganga para satisfacer al mercado.

Y, ahora, con la desfachatez típica de quien hace del país un burdel de los rentistas a cuenta de los excluidos,  condena a Lula por hacer lo que es un deber para un gobernante digno: cuidar a las personas masacradas por el capitalismo.

Se pone exigente y amenaza. Hace comparaciones con el nefasto y podrido bolsonarismo, quiere sangre, hambre y retroceso, de nuevo.

No critica a los marajás de la judicatura, el desastroso parlamento, se calla ante los privilegios responsables de esta abyecta desigualdad expresada en indignidad.

Humilla al trabajador al convertir en “almuerzo gratis” políticas compensatorias para un mínimo de derechos e inclusión social.

Pero se queda calladita, cínica y oportunista, sobre subvenciones recibidas del propio gobierno y de las desgravaciones de las que se beneficia.

Presiona a Lula y coloca en la diana el alma del pueblo brasileño, es un arma del mercado contra Brasil.

Nota

Algunos fragmentos del editorial dicen lo siguiente:

«Llegó la factura de la irresponsabilidad de Luiz Inázio Lula da Silva (PT) […] Para pagarla, se puede tomar el camino organizado y el caótico […] El segundo es el corriente, que producirá desastres […] Desde que fue elegido, Lula practicó el ideario, derrotado por la historia, de que el progreso se debe a la expansión ilimitada del Estado, la teoría del desayuno gratis […]

Para suerte de Lula, los legisladores que aprobaron la autonomía del Banco Central en 2021 no pensaban como él […] Encasillarse en la teoría del desayuno gratis va a llevarlo a un fracaso semejante al de Dilma Rousseff […]

Si tuviese el coraje de cambiar el rumbo ante los riesgos palpables de ruina, el presidente estaría en condiciones de terminar su tercer mandato sin comprometer la estabilidad macroeconómica, la conquista más apreciada por la sociedad brasileña en los últimos 30 años».