Cumbre del Mercosur: Lacalle recibe apoyo de Milei al final de su mandato

(Xinhua/Nicolás Celaya)

Nicolás Centurión

Tras 25 años de negociaciones, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea firmaron este viernes en Montevideo una carta de intención para alcanzar un tratado de libre comercio. La iniciativa -que llevaba más de dos décadas en discusión- es resistida por pequeños productores e industriales  europeos y celebrado por las grandes corporaciones y agroexportadoras.

El acuerdo alcanzado representa un hito significativo en las relaciones económicas y políticas entre los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE). Sin embargo, aún debe superar importantes obstáculos políticos, incluidos procesos de ratificación en los parlamentos de ambas regiones.

El acuerdo tiene un significado político evidente,  cuando se espera que Donald Trump imponga aranceles en cuanto tome posesión de la presidencia estadounidense:  Europa y Mercosur envían una señal contraria que, si llega a ratificarse, hará que los dos bloques estrechen aún más sus relaciones.

El acuerdo al que llegaron los líderes del Mercosur y la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Úrsula Von der Leyen, es solo político. En los países del Mercosur se necesitaría una ratificación parlamentaria en cada país socio, pero el proceso en Europa es mucho más complejo y está lleno de obstáculos.La Comisión Europea tardará unos meses en preparar los textos jurídicos y las traducciones. Y cuando tenga toda la documentación preparada, la Comisión deberá llevar el texto para que sea votado por los ministros de Economía .

El acuerdo uniría los dos mayores bloques multinacionales del planeta, a más de 700 millones de personas (dos tercios en Europa y un tercio en el Mercosur, aproximadamente). Ya el 28 de junio de 2019 en Bruselas se había alcanzado un acuerdo político que los gobiernos europeos frenaron. Ahora, más de cinco años después, se teme que pueda llegarse a la misma situación.
La base del texto de 2019 y del actual es la misma y los cambios son mínimos. Se añade que las partes deben respetar el Acuerdo del Clima de París de 2021 (todos los firmantes ya lo habían ratificado), que la deforestación se detenga como máximo en 2030. Se añade un fondo de 1.800 millones de euros para la transición digital en los países del Mercosur y salvaguardas sobre contratos públicos y a la exportación de autos.
El tándem Lacalle-Milei

Milei y Lacalle Pou se reunieron: el trasfondo de la bilateral y los antecedentes negativos - Diario ExprésLa cita de los Jefes de Estado del Mercosur se dio en un escenario inédito: fue la primera vez con la presencia del libertario argentino Javier Milei, alineado plenamente con la política exterior de Estados, sobre todo tras el triunfo del magnate republicano Donald Trump; y, al mismo tiempo, se firmó el -catalogado de histórico- Acuerdo con la Unión Europea, negociado por más de 20 años.

La intención del mandatario argentino es que Trump, cuando asuma el 20 de enero, proponga al Mercosur -y los demás países latinoamericanos-  la firma de un Tratado de Libre Comercio. El canciller argentino Gerardo Whertein  se encargó de expandir la idea en una entrevista televisiva donde especificó que la administración está esperando la aprobación de la Americas Act -que se debate en el Congreso estadounidense-, que habilita la adhesión automática, sin negociación, del actual acuerdo de EEUU con México y Canadá.

Argentina insistirá en la propuesta para permitir que los países del Mercosur firmen TLC bilaterales. Los aliados, las tensiones y los obstáculos de un lado y de otro. El uruguayo Luis Lacalle, en las postrimerías de su mandato encontró un aliado ideológico en Javier Milei que con más estridencia y puesta en escena, se dedicó a dinamitar al Mercosur. Lacalle había agitado las aguas diplomáticas con el mote de “lastre” en referencia al Mercosur.

Ahora Milei se sumó a Lacalle y acusó al Mercosur de “escollo”, afirmó que el bloque es una “prisión” y argumentó que los miembros están encerrados “en su propia pecera”. “No sabe las veces que he bregado por la libertad y la prosperidad”, completó el presidente saliente de Uruguay. De acuerdo con Milei, el bloque está cargado “de perorata disfrazada de nacionalismo”.

“El Mercosur nació con la idea de profundizar nuestros lazos, pero terminó siendo una prisión. Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y aceptemos que este modelo está agotado”, finalizó el argentino. Pero ese tándem Lacalle-Milei durará poco: el primero de marzo asume la presidencia urugua el centroizquierdista Yamandú Orsi.

Mientras, la central unitaria de trabajadores uruguayos PIT-CNT rechazó el acuerdo UE-Mercosur: “Solamente favorece a los sectores de exportación de commodities”, señaló.

Alt right show

Antes de la Cumbre del Mercosur, Milei organizó, el pasado miércoles, en Buenos Aires, una reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora; un invento de Trump para agrupar a lo más extremo de la derecha mundial. Y el viernes participó del almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM), donde defendió la libertad y cuestionó las políticas impulsadas por” la izquierda”.

Fuera Milei del Uruguay”. Protesta contra la visita del presidente argentino
“Fuera Milei del Uruguay”. Protesta contra la visita del presidente argentino

“El crecimiento económico depende de las instituciones.  Cuando una sociedad abraza valores como la envidia, el odio, el resentimiento o el trato desigual ante la ley o hasta el asesinato, que es lo que hace el socialismo, termina en una catástrofe. Siempre, porque va contra la naturaleza humana y va contra lo mejor de la naturaleza humana”, dijo.

“Cada vez que el Estado dice que les va a regalar algo, les está quitando libertad. Por eso yo soy anarcocapitalista, porque odio el Estado, porque es una asociación criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos que son los impuestos. ¿De hecho qué es la esclavitud? Un impuesto del 100 por ciento, que no es muy distinto de lo que es el comunismo. Frente a todas las adversidades, peleemos por las ideas de la libertad, porque si no lo hacemos, lo vamos a lamentar. Si sale mal, por lo menos lo intentamos, pero si sale bien, vamos a dejar un mundo muchísimo mejor”, finalizó Milei.

En la Plaza Independencia fue recibido y abucheado por manifestantes autoconvocados que rechazaban su presencia en el país. También fue recibido por por una treintena de jóvenes libertarios. Algunos, incluso representantes del Partido Libertario del Uruguay que en las elecciones de este año no llegaron al registro mínimo de 500 votos para competir en los comicios nacionales.

La derrota electoral de la derecha uruguaya en noviembre, despertó acusaciones a la interna de la coalición de derechas de “blando” y “tibio” tanto como a Lacalle como a su delfín Álvaro Delgado, el candidato presidencial que perdió ante el frenteamplista Yamandú Orsi.

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Milei rehuyó a una reunión con Yamandú Orsi

La caída de la derecha regurgitó el efecto Milei y de libertarianismo en tierras charrúas (uruguayas). Ya se piensan en las próximas elecciones, en 2029, azuzando “la batalla cultural” como objetivo principal y caballo de batalla, mientras los escasos libertarios uruguayos se debaten en adoptar la línea de Milei o la española de Vox.

¿Prenderá este show mediático en nombre y a grito de la libertad (de mercado) en la anodina penillanura levemente ondulada de Uruguay?

* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)