Milei y el mundo: Alineamiento con EEUU e Israel y fin al reclamo sobre Malvinas

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Rubén Armendáriz

En plena escalada genocida en Medio Oriente, el gobierno libertario argentino  se sumó a una fuerza multilateral comandada por Estados Unidos en esa región y abdicó de los históricos reclamos del país sobre las Islas Malvinas, hoy colonia de la corona británica.

El presidente Javier Milei decidió tomar la agenda internacional como parte de su actividad privada para reunirse con partidos aliados que suelen ser opositores a los gobiernos con quien debe entablar relaciones diplomáticas, dar charlas desde donde dispara su retórica libertaria y recibir premios de instituciones marginales.Adónde, cómo y con quién: el gobierno dio detalles de todos los viajes de Milei al exterior - El Litoral

El propio jefe de estado dijo que es parte de la “estrategia de marketing” para el país y que está convencido en haberse convertido en el principal “defensor de la libertad del mundo”. Lo cierto es que en el camino activa incendios que no logra encontrar un bombero que lo apague: la canciller Diana Mondino suele apagar el fuego con gasolina.

Argentina decidió salir de los BRICS, un bloque del Sur Global que propone construir un sistema de pagos internacionales, fortalecer el nuevo Banco de Desarrollo y que significaba una oportunidad enorme para Argentina para acceder a otra fuente de financiamiento para resolver cuestiones de infraestructura o para enfrentar  problemas de balanza de pagos u otras eventos coyunturales.

Pero, tratando de enmendar el garrafal error, La ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino, señaló la posibilidad de que Mlei revierta su postura. La funcionaria afirmó que es necesario “estudiar” su nivel de asociación con este foro político y económico de países emergentes, y dependerá de que el bloque logre establecer un sistema financiero propio.

La política exterior de Milei es de neoliberalismo periférico, es de guerras. Adoptar el neoliberalismo en la periferia, en los países colonizados, implica una subordinación a ese orden fijado por los Estados centrales que condenan a los estados periféricos a la primarización de su producción, a la desindustrialización nacional, a la deuda externa eterna, a la pobreza extendida, a la demolición de lo público.

Construye enemigo y amigos internacionales siguiendo dos axiomas: que el mundo se divide en bloques ―como en la Guerra Fría― y que la política interna debe ser consecuente con la del líder del bloque elegido, en una especie de  alineamiento externo e interno.

¿Cuáles son los bloques que hoy define el presidente argentino? Uno formado por Estados que, en su versión, integran el círculo occidental capitalista y otro por quienes integran el otro mundo (puede ser China, Rusia, el mundo árabe y muchos más). A los primeros, los ha llamado democráticos y, a los del segundo bloque, los calificó como comunistas.

“Cuando el presidente vuelve de un viaje internacional acuciado por crear un comité de crisis por el conflicto Israel-Irán, utiliza una herramienta política maquiavélica que diría más o menos así: “Cuando estés asolado por las desgracias en tu gobierno, construye una hipótesis de conflicto interno y, así, desviarás la atención de tus súbditos, pues el miedo a la guerra será mayor que las desgracias presentes”. Es la construcción del espectáculo político por medio de la comunicación política, señala María Teresa Maysi.

Intervenir en Medio Oriente

El ultraderechista gobierno argentino se sumó oficialmente a las Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF, por sus siglas en inglés), integrada ahora por 46 países que bajo un comandante de Estados Unidos y un vicecomandante de Reino Unido, patrulla para garantiza la circulación de algunas de las vías comerciales más importantes del mund, que pasan por Medio Oriente.

“Argentina va a abandonar la posición de la neutralidad histórica que nos caracterizó y va a estar a la vanguardia de la lucha por la libertad”, había anunciado el libertario presidente argentino Javier Milei en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas tras ratificar su alineamiento con Estados Unidos y el apoyo irrestricto a Israel.

Si bien la CMF no forma parte de los conflictos armados de la zona,  una de sus cinco fuerzas tiene entre sus objetivos contrarrestar los ataques de la milicia hutí, un aliado de Irán en Yemen. En Argentina hay preocupación por las heridas y las suspicacias que aún persisten tras la participación en la coalición militar encabezada por Washington contra Irak en la Primera Guerra del Golfo en Medio Oriente y los dos atentados contra la embajada israelí y la asociación israelita AMIA.

La participación del país será con la presencia de un oficial y un suboficial que “solo realizarán tareas de entrenamiento” desde la sede de la CMF (que también es la sede de la Quinta Flota de Estados Unidos y del Comando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos) en Bahrein,  pequeño reino al noroeste de Qatar, en el Golfo Pérsico.

Los oficiales argentinos no necesitan autorización parlamentaria, porque no es un despliegue masivo, sino “un intercambio como muchos otros que se realizan”. Pero ya imaginan una mayor participación militar en el futuro y la posibilidad de sumarse a operaciones de patrullaje marítimo (no en la fuerza que combate a los hutíes) en 2026 o 2027 con algún avión o embarcación cuando el país haya adquirido las capacidades defensivas necesarias.

Para esta segunda etapa será necesario mandar un proyecto de ley al Congreso que lo apruebe. “La CMF no está en guerra con ningún país, su misión es garantizar la seguridad y el orden en el mar”, señalaron fuentes del ministerio de Defensa a El Destape. Consideraron que el timing de la movida de Argentina fue correcta: “Como dijo el presidente, Argentina ya no es neutral. Nos interesa estar porque ahí está pasando la historia”.

Desde que asumió Milei y ratificó su promesa de campaña de alinearse completamente con EEUU e Israel, preocupa la posibilidad de que Argentina pase a ser un “actor beligerante” en Medio Oriente. El ex ministro de Defensa y excanciller Jorge Taiana mostró su preocupación: “Me parece que es subirse en la cola de las prioridades de sus aliados y no de Argentina.”

En la gestión pasada, el entonces gobierno peronista había rechazado dos ejercicios militares propuestos por Estados Unidos que hoy el gobierno ultraderechista volvió a incluir y ahora está a la espera de la aprobación del Congreso: uno en la isla de Tierra del Fuego (a apenas 600 kilómetros de las Islas Malvinas) y otro en el Golfo de Guinea, en la costa occidental de África.

En los últimos días, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd J. Austin III, conversó por teléfono con el ministro argentino de Defensa Luis Petri y, en un comunicado posterior le agradeció al gobierno argentino por varios gestos, entre ellos el ingreso al Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania -en junio- y a las Fuerzas Marítimas Combinadas en Medio Oriente, el mes pasado.

Además, despertó todas las alarmas al destacar “el interés de Argentina de convertirse en un Socio Global de la OTAN”, considerado como un paso más en la alianza con Estados Unidos.

El gobierno de Milei preferiría que no existiera el reclamo argentino por las Islas Malvinas . Y así lo dejó explícito al borrar a las islas del mapa argentino en una reunión con diplomáticos de distintos países, entre los que había británicos, realizado en Casa Rosada. Milei admitió que las Malvinas están actualmente “en manos de Reino Unido” y que “no existe una solución instantánea” para recuperarlas.

El mandatario ultraliberal reconoció también que podría llevar “décadas” intentar recuperar la soberanía de las Malvinas, pero dejó claro que Argentina “no busca un conflicto”. El archipiélago, situado a 400 kilómetros de las costas argentinas y a casi 13.000 kilómetros de Inglaterra, fue escenario de una guerra de 74 días entre Argentina y Reino Unido en 1982, que se saldó con la rendición argentina y un balance de 649 argentinos y 255 británicos muertos.

Las islas fueron ocupadas por tropas del Reino Unido en 1833 y expulsados al continente el gobernador y los pobladores argentinos. El canciller británico, David Cameron, visitó las islas en febrero y afirmó que espera que este territorio quiera seguir bajo administración del Reino Unido “mucho tiempo, posiblemente para siempre”.

“Si ese territorio está ahora en manos del Reino Unido, tiene derecho a hacerlo. No lo veo como una provocación”, afirmó Milei..

*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)