Panorama Económico Latinoamericano – del 4 al 11 de setiembre de 2024

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Inversiones chinas en México, ¿en el ojo del huracán?

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Enrique Dussel Peters*

Hemos examinado el concepto de security-shoring, considerando las estrategias múltiples de Estados Unidos hacia China a partir de 2022-23. Desde entonces y en forma novedosa, Estados Unidos subordina todos los aspectos bilaterales con China a su seguridad nacional; el nuevo enfoque incluso se ha generalizado hacia otros países (véase por ejemplo el caso de la posible adquisición de US Steel por Nippon Steel y múltiples argumentos en torno a su impacto en la seguridad nacional estadunidense).

La nueva estrategia de Estados Unidos también ha tenido efectos en América Latina y el Caribe, y específicamente en México. Con la visita de Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, en diciembre de 2023, se definieron pautas para un grupo de trabajo en el que México pudiera adherirse a la estrategia en contra de China, específicamente en cuanto a los flujos de inversión de empresas chinas a Estados Unidos y terceros países. La expectativa creciente de Estados Unidos es explícita: queremos que se sumen a la estrategia en contra de empresas chinas por sus vínculos con el ejército y el Partido Comunista de China; estas empresas no tendrán oportunidad de invertir en Estados Unidos y tampoco acceso a tecnologías de punta estadunidense (y de terceros países); existe incluso una creciente discusión en Washington sobre no permitir inversiones chinas en general, más allá de su propiedad (véase el caso de TikTok).

¿Cuál es el estado de las inversiones chinas en México?

Existen diversas metodologías para medir los flujos de inversión extranjera directa (IED), tanto por fuentes internacionales, oficiales en China y en México. La Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China) realiza una publicación anual ( Monitor de la OFDI china en América Latina) desde 2017 en la que se compilan estadísticas de flujos de salida de inversiones chinas (u OFDI, por sus siglas en inglés) en América Latina y el Caribe, en su versión última hasta 2023 (pueden ser consultadas gratuitamente en el portal de la Red). Las diferencias son muy significativas (y resultado de metodologías de registro diferentes): mientras que la Secretaría de Economía registra inversiones chinas en México por 2 mil 495 millones de dólares hasta 2023, el Monitor registra por las 166 transacciones chinas hasta 2023 22 mil 470 millones de dólares. La mayor discrepancia, aunque no la única, se refiere a que en muchos casos la IED requiere de países intermedios y, usualmente, los países registran el último país de procedencia: si la IED china fue intermediada vía las Islas Caimán se considera de este país y no de China (no es el caso en el Monitor). Según la información oficial de México, China se posiciona en el número 18 según las principales fuentes de IED hasta 2023; con la información del Monitor sería el séptimo país en importancia y creciendo rápidamente en la última década. Desde Washington, las estadísticas de la Red ALC-China seguramente generarían mucha mayor preocupación.

¿Cuáles son algunas de las características de la inversión china en México hasta 2023? Invitamos a la revisión del Monitor y sólo destacaríamos cuatro aspectos (con base en el Monitor).

Primero. La inversión china en México ha ido en constante aumento en la última década (y no a partir del security-shoring en 2022): desde montos menores a 500 millones anuales hasta la primera década del siglo XXI hasta su máximo en 2022 (con 2 mil 197 millones de dólares) y una caída de 10.1 por ciento en 2023. Adicionalmente, hasta 2023 la inversión china había generado más de 225 mil empleos.

Segundo. Durante el periodo 2000-2023, 55.32 por ciento de la inversión china en México se orientó hacia nuevas inversiones (a diferencia de las fusiones y adquisiciones); la participación fue de 76.22 por ciento en el periodo más reciente 2020-2023; las participaciones fueron muy inferiores para América Latina y el Caribe (45.40 por ciento en el mismo periodo). Estas tendencias reflejan, entre otras cosas, el rápido proceso de aprendizaje de las empresas chinas en México, por lo que las fusiones y adquisiciones se hacen crecientemente innecesarias.

Tercero. A diferencia del resto de América Latina y el Caribe –durante 2000-2023 las inversiones chinas en materias primas concentraron 52.46 por ciento del total–, en México apenas lo hicieron con 12.28 por ciento. Los principales destinos en México fueron las manufacturas (70.63 por ciento) e inversiones dirigidas hacia el mercado doméstico mexicano (15.54 por ciento). México destaca por una creciente participación de inversiones chinas en electrónica y telecomunicaciones (con 33.89 por ciento del total durante 2000-2023) y en autopartes y automotriz (32.32 por ciento).

Cuarto. La propiedad pública –por parte del gobierno central, provincias, ciudades y municipios– es un elemento central de la economía política china actual y también de sus inversiones: si en América Latina y el Caribe el sector público participó con casi 70 por ciento de las inversiones en la región, en México, por el contrario, 76.71 por ciento de las inversiones chinas fueron de propiedad privada.

Desde esta perspectiva, el reciente security-shoring y la creciente exigencia antichina de Estados Unidos hacia terceros países no ha comprendido, por un lado, que las inversiones chinas llevan más de una década de integrarse al aparato productivo mexicano, tanto de empresas mexicanas y estadunidenses como de las propias chinas. Por otro lado, se han convertido en un factor indispensable de proveeduría para el mercado nacional y las exportaciones desde México. Sustituir la proveeduría china, al menos en el corto y el mediano plazo, pareciera imposible, más allá de su atractivo político e ideológico. ¿Será?

Profesor del posgrado en economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México

 

La vinicultura chilena migra al sur para sortear el cambio climático

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El cambio climático repercute en Chile con escasez de agua y aumento de las temperaturas y entre sus múltiples impactos ya ha obligado a la migración al sur de productores de vino, grandes y pequeños, en busca de mejores condiciones para sus vides.

El territorio de este alargado país sudamericano de 19,5 millones de habitantes goza de protección natural a plagas que afectan a viñedos al estar flanqueado por la cordillera de Los Andes y el  océano Pacífico, en sus  fronteras este y oeste, y por el desierto de Atacama y el territorio antártico, en el norte y el sur respectivamente.

“Somos una isla  biogeográfica. Chile está lleno de barreras naturales, entonces no tenemos muchas pestes.  No cualquier especie logra cruzar las fronteras e instalarse aquí”, explicó Olga Barbosa, doctora en Ecología y académica de la privada Universidad Austral de Valdivia,

Esta singularidad posibilita una “viticultura sostenible que apueste a calidad  más que a la cantidad”, añadió en diálogo con IPS desde la ciudad de Valdivia, situada a unos 770 kilómetros al sur de Santiago, capital de la provincia del mismo nombre y parte de la sureña región de Los Rios. “Tenemos características únicas porque naturalmente somos únicos”, sostuvo Barbosa, directora alterna del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), que ha encabezado durante 15 años numerosos proyectos con viñedos que buscan sostenibilidad.

Chile es según datos de 2023 el cuarto exportador mundial de vino, solo por detrás de Francia, Italia y España.

“Si muevo mis terrenos y me expando hacia el sur, hacia climas más fríos, tengo que pensar qué es lo que tengo hoy alrededor, porque ese sistema no lo voy a poder mover al sur”: Olga Barbosa.

Los grandes viñedos se mantienen en las regiones centrales de O’Higgins y Maule, pero crecientemente se instalan más al sur, sobre todo en la región de BioBío, aunque ya experimentan con iniciativas en regiones aún más australes.

Los vinicultores pequeños, en cambio, se van instalado en las regiones de Araucanía y Los Ríos, al sur de BioBío. Incluso incursionan en lugares más australes como la isla Chiloé  y el municipio de Coyhaique, en la región de Aysén, la segunda más austral del país, solo por detrás de la de Magallanes.

Barbosa admitió que en la provincia de Valdivia “es muy difícil producir el vino. La uva se da bien, de super buena calidad y en tiempos diferentes a la zona central, pero hay escasez de laboratorios de análisis”. “La mayoría de las viñas que pueden hacer vino que vinifican en sus bodegas con las mejores condiciones posibles, pero  es un desafío gigantesco”, sostuvo.

Dos experiencias en Valdivia

Viviana Valdivia,  ingeniera agrónoma, trabaja en el pequeño viñedo familiar Rebellín, de 3,5 hectáreas, ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de Valdivia. Rebellín surgió el 2019 y hoy produce 5000 kilos de uva que se convierten en 2200 litros de vino, vinificado en sus instalaciones. Tiene cepas chardonnay, pinot noir y pinot gris. “Nosotros somos del sur y acá siempre han habido uvas, aunque a pequeña escala. La viña surgió buscando diversificación y hacer cosas diferentes porque el sur estaba eternamente relegado a las papas, praderas y berries (bayas)”, contó Valdivia desde el viñedo familiar.

Rebellín optó por procesos naturales. Tiene cosecha manual, no usa químicos para quemar el pasto, tiene gansos que ayudan a controlarlo y utiliza bandas florales nativas para evitar insectos.“Acá se dan mejor los vinos blancos. Esta es una zona muy fría en invierno, pero los veranos suelen ser cálidos aunque con temperaturas no tan altas como en la zona central”, aseveró la ingeniera sobre el clima de las estaciones australes chilenas.

En Rebellín la cosecha está muy acotada a la primera y segunda semana de abril. “Antes no  podemos cosechar porque no hay suficiente sol y después llueve y la uva se pasa de agua”, precisó Valdivia. “(En el sur) Se nos reproduce una característica típica de suelos calcáreos que dan mineralidad a los vinos lo que es muy deseado, buscado y difícil de encontrar”: Luis Moller.

Luis Moller impulsa desde 2010 el viñedo Trapi del Bueno, de ocho hectáreas, ubicada en el municipio de La Unión, también en la región de Los Ríos y a 922 kilómetros al sur de Santiago. “Producimos 40 000 kilos con cepas de clima frío. Un solo tinto, pinot noir, y chardonnay, sauvignon blanc y riesling”, detalló en dialogo con IPS desde su viñedo.

“Nosotros venimos de la zona central”, contó Moller sobre la decisión de él y su socio de buscar una ubicación para su emprendimiento vinícola en el sur.

“La experiencia ha sido estimulante, pero no exenta de problemas.  Sobre la marcha aprendimos cómo se comportan las variedades.  Hemos tenido que reinjertar muchas veces», explicó. Añadió que las condiciones climáticas del sur han ayudado. “Tenemos características más exageradas en cuanto a temperaturas máximas y mínimas.  Más frío, pero también más calor que en el Valle Central”, detalló.

Agregó que tienen disponibles cursos de agua. Y siempre hay lluvia y  las tierras resisten porque son particularmente permeables. “Se nos reproduce una característica típica de suelos calcáreos que dan mineralidad a los vinos lo que es muy deseado, buscado y difícil de encontrar”, subrayó. Moller recordó que al comienzo pensaron que no necesitarían controlar las temperaturas bajas gracias a las pendientes. “Pero teníamos escarchas muy pronunciadas  en épocas de brotación (septiembre-octubre) y tuvimos que ajustar nuestro proyecto e invertir en un programa de control de  heladas”, explicó.

Subrayó que, no obstante, “tenemos mucha presencia de sol,  mucha luz y mayor capacidad de fotosíntesis y maduración de la uva”.

En la viña Rebellín, en el sur de Chile, tienen que vendimiar las uvas en una pequeña ventana de dos semanas de abril, tras aprovechar todo el sol posible del verano austral y antes que caigan las primeras lluvias otoñales que pueden dañar la producción. Imagen: Cortesía de Viviana Valdivia

Migración lenta y buenas cifras

Al cambiar las temperaturas y las horas de frío se altera la calidad del terroir, el término francés con que la viticultura se refiere al conjunto de factores que reúnen suelo, topografía y microclima e influyen en las vides y la calidad de los vinos. Por esto la migración de los grandes viñedos al sur ha sido lenta y está hasta hoy concentrada en la región de BioBío y su vecina al norte, Maule, mientras por ahora no se acerca a Valdivia y el resto de la región de Los Ríos.

En Maule la lluvia promedio anual 2023 fue de 740,6 milímetros y en Valdivia llegó a 1313 milímetros.En Chile, un país donde las primeras cepas de vid las trajeron conquistadores españoles en el siglo XVI y las primeras vendimias se dieron en la segunda mitad de esa centuria, hay actualmente 120 000 hectáreas de viñedos destinados a la vinificación, de las cuales más allá de Mulchén, en Biobío, hay apenas 200 hasta ahora.

Si se acentúan los efectos negativos del cambio climático, las grandes viñas con capacidad financiera sí se espera que migren más al sur. Los pequeños productores, en cambio, tienen casi nula capacidad de desplazamiento porque carecen de recursos, están arraigados y tienen lazos culturales.

El país se posicionó como gran productor de vino en los años 90 y sus exportaciones totales del rubro en 2023 alcanzaron a  677,6 millones de litros con un retorno de 1514 millones de dólares. Sus destinos principales fueron Brasil, China y Estados Unidos.En Chile hay 11 697 productores de vino y unas 394 empresas exportadoras, algunas de grandes capitales extranjeros, aunque 76 % son pequeñas y medianas.

Ventajas y cuidados para migrar

Barbosa cuenta que la expansión y búsqueda de nuevos sitios para hacer frente a la elevación de temperaturas y falta de lluvias comenzó con viñedos en la costa, incluso en la zona central, por el efecto moderador del mar en el clima.

“Eso mismo ocurre hacia el sur”, agregó, antes de indicar que la migración continúa y no se limita a las regiones de Los Ríos y Los Lagos, “porque tenemos viñedos  que andan bien en Chiloé y un poco más al norte, en la Araucanía”.

Ello es posible porque “se ha ido innovando en la forma de hacer vino”. “El cambio climático ha permitido que se exploren en otros lugares porque las condiciones climáticas son buenas”, precisó.

Asegura que la principal conclusión tras 15 años de proyectos del IEB con viñedos es la necesidad de proteger los ecosistemas circundantes.

“Si muevo mis terrenos y me expando hacia el sur, hacia climas más fríos, tengo que pensar qué es lo que tengo hoy alrededor, porque ese sistema no lo voy a poder mover al sur”, explicó. El IEB ayuda a los viñateros a entender dónde el clima va a serles favorable, en un contexto de cambio climático.

“Pero siempre insistimos en la importancia de conservar la biodiversidad y mantener la vegetación nativa. Si no hay mucha, fomentar y restaurar para que haya vegetación nativa y evitar las especies exóticas invasoras”, precisó. “Donde nosotros tenemos buen vino es donde tenemos  la naturaleza ayudando y sosteniendo a esa agricultura”, subrayó Barbosa. “Volvemos  a comprobar el terroir. En el sur hay condiciones únicas que tenemos que conservar”, concluyó.

 

Biotecnología: poder y libertad para agricultoras mexicanas

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Aleida Rueda

Cuando Balvina Paisano, una mexicana responsable de su hogar, comenzó a cultivar sus primeras lechugas, tenía poca experiencia y poca motivación. Pero eso cambió cuando, un día, su hijo pequeño le pidió que le mandara a la escuela el clásico sándwich con lechuga, como los que veía en televisión.

“Llegó de la escuela muy feliz. Le había gustado su sándwich y se lo había presumido a sus amigos, les dijo que su mamá había cultivado la lechuga. Para mí fue una motivación para aprender a cultivar más. Me sentí grande, empoderada”, recuerda.

Balvina es una de las 15 mujeres de San Lorenzo Almecatla, en Puebla, a 120 kilómetros de la Ciudad de México, que iniciaron un proyecto de apropiación biotecnológica para la siembra de hortalizas junto con investigadores de biotecnología y comunicación de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap).

San Lorenzo, como muchas partes de la región central del país, enfrenta dos problemas que se han agravado en la última década: la escasez de agua (les llega dos días a la semana) y la erosión del suelo, lo que complica la vida de las personas como Balbina y otras mujeres que empezaron a dedicarse a la agricultura recientemente.

Aunque San Lorenzo siempre ha sido una zona agrícola, la urbanización excesiva y la llegada de empresas multinacionales de manufactura y automóviles, que demandan terrenos para almacenamiento, ha hecho que muchas familias hayan decidido abandonar la agricultura y vender sus tierras.

“Mucha gente de aquí del pueblo vendió sus tierras porque ya no le vio futuro al campo, y porque tampoco tienen apoyo del gobierno. Muchos otros se han quedado con las prácticas pasadas de sus padres, entonces utilizan fertilizantes químicos y plaguicidas”, dice Anahí Hernández Zamora, habitante de San Lorenzo y estudiante del octavo semestre de la carrera de Comunicación y Medios de la Buap.

Anahí fue quien propuso en 2021 el encuentro entre las mujeres de San Lorenzo y un grupo de académicos y estudiantes universitarios, para dialogar y aportar soluciones en la siembra de algunos alimentos.

“Utilizamos algunas estrategias biotecnológicas, como el uso de bacterias, sustratos y sustancias para que mejore la calidad de esos suelos”, dijo a SciDev.Net Luis Daniel Ortega Martínez, profesor investigador de la Upaep, quien se encargó de ofrecer diversos talleres al grupo.

Para ahorrar agua, Ortega compartió estrategias de siembra de fresas en bolsas. “Mientras que en las bolsas hay que ponerles un litro y medio de agua cada día, en el suelo tendríamos que estar agregando alrededor de 2,3 litros diarios para mantener el sustrato húmedo, entonces el gasto es mucho, mucho mayor”, explica el investigador.

Aunque muy pocas agricultoras tuvieron éxito con el cultivo de fresas, pronto fueron surgiendo nuevas necesidades y consultas para Ortega y su equipo: cómo podían controlar las plagas que afectaban comúnmente a sus cultivos, cómo podían hacer un mejor forraje para sus pollos, cómo podían tener fertilizantes no tóxicos, cómo cultivar microgreens (microplantas) e incluso cómo hacer un buen manejo de sus desechos orgánicos.

“Ahora separamos y reciclamos todo. Empezamos con una cultura muy diferente, ya no es como antes, que nos valía, todo se iba a la basura y no le poníamos atención”, advierte Lilia Ramírez Luna, de 54 años, otra de las mujeres del grupo que tomó estos entrenamientos después de perder su empleo durante la pandemia y tener que cultivar sus propias hortalizas.

“He aprendido que estamos erosionando la tierra, le estamos quitando los nutrientes y no hacemos absolutamente nada para que se regenere, lo único que estamos haciendo es meterle químicos para la cosecha. Por eso es que yo tengo esa inquietud siempre de tener todo orgánico”, afirma Ramírez.

Muchas mujeres están involucrando a los hombres de la familia en aspectos relacionados con el cultivo de hortalizas. Imagen: Lourdes Mateos

Al mismo tiempo que las mujeres de San Lorenzo fueron aprendiendo estas estrategias de siembra, Ortega tuvo su propio aprendizaje: “aprendí la importancia de las comunidades para la investigación… Antes veía el aporte para ellos, que les resolvíamos el problema y se cumplía la transferencia de tecnología, pero para que esa transferencia ocurra, requerimos aprender de ellas”. “Todos mis compañeros que me rodean aquí en la Facultad de Biotecnología están muy metidos en el laboratorio, hacen mucha ciencia básica. Entonces pareciera que nunca nos estamos acercando con la sociedad”, afirma.

En muchas ocasiones, Ortega ha visto que los obstáculos para hacer las transferencias tecnológicas no derivan de la tecnología, sino del lenguaje y la percepción del otro.

“Donde se rompe ese acercamiento es cuando las personas ven que quienes se dedican a hacer ciencia no entienden cómo viven ni qué necesitan, sólo van a dar pláticas de cosas que quizás no van a entender”, dice Ortega.“Y a veces siento que ellos [las comunidades agrícolas] pueden percibirse que no saben. He aprendido que hay que entablar relaciones primero con ellos, platicar sus necesidades, antes de transferir cualquier tecnología”, añade.

En busca de su libertad

En un país en el que el sector del campo está masculinizado (83 % de la mano de obra en el campo son hombres, mientras el 16,2 % son mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2023), Ortega destaca que quienes se interesaron en aprender estas estrategias biotecnológicas sean, todas, mujeres.

Para Balvina Paisano, la razón está clara: “Somos todas mujeres porque somos quienes estamos interesadas en aprender. Somos mujeres porque estamos ansiosas de conocimiento y porque, como somos mamás, estamos preocupadas por lo que consumimos».

«Yo estoy conociendo la libertad de aprender, porque todo el tiempo me he dedicado a mi casa, a mi marido, a mis hijos. Y por eso cuando me dijeron que iba aprender, yo dije que sí”, añade.

Anahí Hernández ha visto cómo el conocimiento y la venta de sus cultivos ha propiciado una sutil libertad económica. “Ya no requieren tanto del apoyo de sus esposos, son un poquito más independientes y también se ve un poco más de liderazgo en casa porque las mujeres empiezan a pedirle a los hombres que las acompañen, que se pongan a hacer cosas relacionadas con el cultivo”, dice.

Otro de los aciertos del proyecto ha sido la organización. Las agricultoras crearon un grupo de WhatsApp en el que se comparten tips, suben fotos y comparten el monitoreo de sus cultivos.

“A pesar de que era un mismo cultivo, en una misma localidad, cada quien tenía problemas sumamente diferentes. Pero quienes consiguieron buenos resultados ayudaban a guiar a las demás para ver qué cosas habían hecho bien y en qué habían fallado. Eso es fantástico”, dice Ortega.

Los investigadores replicarán el proyecto en otras ciudades de Puebla para trabajar con otros grupos de agricultores teniendo como base el éxito de las mujeres de San Lorenzo, quienes siguen aplicando varios de los conocimientos que adquirieron en el cultivo de los alimentos, tanto para su propio consumo, como para la venta en las casas y los mercados locales.

Para Balvina Paisano, lo que lograron va más allá del proyecto: “Todas estamos en el proceso de hacer algo por nosotras mismas, y más si podemos tener un beneficio económico. Los hombres siempre han sido libres para hacer, pensar e ir a donde quieran. Nosotras estamos empezando a vivir esa libertad”.

 

Brasil: 325.000 millones en proyectos de economía renovable

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Brasil confía en atraer en los próximos diez años inversiones por importe de 2 billones de reales (unos 325.432 millones de euros al cambio actual) en proyectos de energías renovables. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó la ‘Política Nacional de Transición Energética’, que comprende las directrices para incentivar una mayor adopción de fuentes renovables de energía en Brasil y reducir al mínimo las emisiones de gases contaminantes.

Las directrices, así como un plan para ponerlas en marcha y la creación de un foro para incluir a las organizaciones sociales en las discusiones, fueron aprobadas hoy en una reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) encabezada por Lula y por su ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira.

Lula destacó en un discurso que Brasil no puede desperdiciar la oportunidad que la transición energética le ofrece a un país cuya naturaleza es tan favorable para la producción de energía renovable, especialmente por sus características hídricas, solares y eólicas. «Tenemos todo lo que la naturaleza puede ofrecernos, así como mano de obra calificada y tecnología», afirmó.

Según el Gobierno, las medidas aprobadas tienen el potencial para atraer en los próximos diez años inversiones por 2 billones de reales (unos 325.432 millones de euros) en proyectos de la llamada economía verde, principalmente de producción de fuentes renovables de energía.

«Tenemos capacidad para tener varios tipos de energía. En el exterior nos respetan porque somos el único país que puede decir que el 80 % de nuestra matriz eléctrica ya es renovable, así como el 51 % de la matriz energética», afirmó.  Lula señaló que con una política para impulsar una mayor transición energética, se puede llegar al 100 % de la matriz eléctrica renovable.

El mandatario afirmó que Brasil no puede perder la oportunidad que le surge para convertirse en líder mundial de la llamada ‘economía verde’. “Vamos a ser protagonistas de la nueva economía a nivel mundial con una política que generará dos billones de reales en inversiones y 3 millones de nuevos empleos», dijo el ministro Alexandre Silveira

El ministro añadió que la política establece las bases para impulsar en Brasil fuentes y combustibles renovables, como energía eólica, solar, hídrica, biomasa, biodiesel, etanol, diesel verde, captura y almacenamiento de carbono, combustible sustentable de aviación e hidrógeno verde. Al mismo tiempo, Brasil da un importante paso para reducir significativamente sus emisiones de gases contaminantes y para contribuir a la lucha contra el calentamiento global, añadió.

Chile: ampliarán el subsidio eléctrico a 4,7 millones de familias

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El ministro de Energía de Chile, Diego Pardow, anunció el ingreso del proyecto que buscará triplicar el subsidio eléctrico para así llegar a más familias y mitigar los impactos del alza en las cuentas de la luz.

La noticia se enmarca en el proceso de caducidad de la concesión de Enel, la entrega de compensaciones a clientes de diversas empresas de distribución, la arremetida del Sernac para que también se compense vía Ley del Consumidor pero, sobre todo, los esfuerzos para mitigar la próxima alza en las tarifas eléctricas en octubre.

De esta forma, en la sede del Congreso en Santiago el ministro Pardow, presentó a la Mesa Técnica Asesora de Energía el proyecto que buscará triplicar el subsidio eléctrico, llegando a 4,7 millones de familias y en paralelo reducir el costo total de la energía en Chile.

Inicialmente, el Gobierno apuntaba a alcanzar 1,5 millones de hogares en la primera etapa del subsidio, cifra que fue superada hasta los 1,6 millones. El llamado del ministro fue directo hacia el Congreso: discutir con la celeridad que requiere dicha iniciativa, fijándose como meta que pueda ser aprobada en octubre, cuando está calendarizada la siguiente alza.

A petición de parlamentarios, el proyecto también incorpora aumentos en las multas y compensaciones que deberán pagar las empresas por lo que fueron las interrupciones prolongadas en el suministro a partir del 1 de agosto. Sumado a eso, el ministro Pardow agregó que respondiendo al debate de fondo, también se incorporaron Planes de Acción para que las empresas inviertan y respondan con la seriedad que exigen este tipo de situaciones.

“Uno de los problemas que enfrentamos es que nuestro sistema regulatorio únicamente sanciona cuando hay incumplimientos en los resultados de entrega de electricidad, pero no hay un mecanismo para fomentar inversiones o planes de emergencia obligatorios”, señaló el ministro de Energía.

El presidente de la Comisión de Minería y Energía del Senado, Juan Luis Castro, hizo un llamado inverso, pidiendo a la ciudadanía estar atentos a sus boletas por lo que implicará “un tobogán” de compensación y alzas.

“Todo esto debe estar en la retina de la gente desde ya, porque hay un tobogán, digámoslo así, de movimientos tarifarios que vienen a contar de septiembre: por un lado están los descuentos respectivos por compensación, y posteriormente desde octubre, alzas que esperamos se mitiguen y coincidan con la aprobación de ampliación del subsidio”, dijo Castro.

Perú: morosidad se dispara por el aumento de impagos

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Alejandro Narváez Liceras (*)

La morosidad en el sistema financiero es uno de los indicadores más reveladores del estado de salud de una economía, que refleja tanto la capacidad de pago de los prestatarios o deudores en los términos y plazos pactados como la efectividad de las instituciones financieras en la gestión de riesgos crediticios. En el contexto peruano, la situación al cierre del primer semestre de 2024 (1S24) presenta cifras alarmantes que merecen un análisis serio, dado el impacto que tiene la estabilidad financiera en el desarrollo económico y social del país.

El sistema financiero peruano (SFP) está integrado por un conjunto de instituciones, incluyendo la Banca Múltiple, empresas financieras, cajas municipales, cajas rurales y empresas de crédito. Cada uno de estos segmentos desempeña un papel crucial en las colocaciones o préstamos a diferentes sectores de la economía, desde grandes corporaciones hasta microempresas y consumidores individuales u hogares.

A junio de 2024, la morosidad o impagos en el SFP muestra un fuerte aumento entre las distintas categorías de instituciones y tipos de crédito. Este comportamiento no sólo refleja las diferencias en el perfil de riesgo de los clientes atendidos por cada tipo de institución, sino también la efectividad de las políticas de crédito y cobro implementadas por las entidades financieras.

Lógicamente, en un país atrapado entre crisis estructurales y un horizonte desalentador con elevadas tasas de interés (precio del dinero) propiciado por el banco central – dizque para combatir la inflación –   se espera el aumento de los impagos en lo que resta de este año. El último reporte de Scotiabank Perú y Credicorp advierte que las instituciones prestamistas no bancarias o microfinancieras, afrontan la morosidad más alta en 16 años.

Cifras alarmantes

Al comparar la morosidad o la cartera atrasada (créditos directos que no han sido cancelados o amortizados en la fecha de vencimiento y que se encuentran en situación de vencidos o en cobranza judicial) entre diciembre de 2023 y junio de 2024, se ve un aumento generalizado en la mayoría de segmentos, lo que revela un deterioro en la capacidad de pago de los prestatarios o deudores. En cifras globales los impagos se situaron en el 6.99% al 1S24 en promedio, lo que supone 100 puntos básicos más respecto a diciembre de 2023 (5.95%).

Si analizamos por entidades financieras observamos lo siguiente: 1) Las empresas financieras y las cajas rurales muestran tasas de morosidad significativamente más altas, especialmente en créditos a microempresas y consumo. La morosidad en las cajas rurales es particularmente alarmante, alcanzando un 30.35% en el caso de los créditos a microempresas. Este nivel de riesgo puede estar vinculado a la volatilidad de los ingresos en las zonas rurales, la falta de acceso a mecanismos de mitigación de riesgos y la ausencia de apoyo por parte del Estado, 2)

Aunque la morosidad en la Banca Múltiple se mantiene relativamente baja en comparación con otras instituciones, se ve un aumento en sectores clave como las medianas (13.11%) y pequeñas empresas (10.43%). Esto podría estar relacionado con un entorno económico en crisis que ha afectado la capacidad de estas empresas para cumplir con sus obligaciones financieras, y 3) No menos preocupante es la situación de las Cajas Municipales, sobre todo los préstamos otorgados a medianas (15.35%) y pequeñas empresas (7.96%).

Implicaciones y reflexiones

El aumento de la morosidad en el SFP al 1S24 plantea varias preocupaciones tanto para las entidades financieras como para los reguladores (SBS y el BCRP). Un incremento sostenido en la morosidad puede llevar a una espiral negativa, donde las entidades financieras se vean obligadas a endurecer sus políticas de crédito, restringiendo el acceso al financiamiento en momentos críticos para la economía.

Por otro lado, en este escenario de aumento de impagos de sus deudores, dichas entidades vienen asumiendo mayores provisiones voluntarias. Sin embargo, este recurso tiene un efecto perverso. Dado que las provisiones se registran como gastos tiene un impacto directo en los resultados de las entidades financieras, es decir, reduce sus utilidades y como consecuencia genera menos reparto de utilidades a sus trabajadores, pagan mismo impuesto a la renta y menos dividendos para los accionistas.

Finalmente, la situación en las cajas rurales es particularmente crítica, dado que estas instituciones suelen ser fundamentales para la inclusión financiera en zonas rurales y menos desarrolladas del país. Una morosidad tan elevada revela que los préstamos a las microempresas y la agricultura familiar, principalmente, que dependen en gran medida de estas cajas, están en alto riesgo. Entre tanto, la Banca Múltiple, a pesar de su solidez relativa, no está exenta de desafíos. La creciente morosidad en créditos a medianas y pequeñas empresas podría reflejar un sector empresarial que lucha por sobrevivir en un entorno económico que no ha logrado recuperarse completamente de los impactos de la pandemia y la recesión económica de 2023.

¿Qué hacer?

He aquí algunas estrategias para enfrentar la avalancha de impagos:

Revisar las Políticas de Crédito: Las instituciones financieras deben realizar una revisión exhaustiva de sus políticas de crédito, enfocándose en el análisis del perfil de riesgo de los prestatarios. Esto incluye la adopción de tecnologías de análisis predictivo que permitan anticipar el comportamiento de la cartera de créditos y ajustar las condiciones de préstamo en consecuencia.

Fortalecer la Supervisión Financiera: La SBS debe reforzar sus mecanismos de supervisión, especialmente en las instituciones con tasas de morosidad más altas. Esto podría incluir auditorías más frecuentes y detalladas, así como la imposición de planes de acción correctiva para los prestamistas que no cumplan con los estándares de riesgo establecidos. Además, el ente regulador debe promover soluciones de reestructuración de deuda que permitan a los deudores cumplir con sus obligaciones para evitar impagos y la quiebra final.

Desarrollar Productos Financieros a Medida: Es crucial que las instituciones financieras desarrollen productos adaptados a las necesidades específicas de los sectores más vulnerables, como las pequeñas empresas, microempresas, los emprendedores rurales y la agricultura familiar. Esto podría incluir la oferta de líneas de crédito más flexibles, con periodos de gracia más largos, tasas de interés ajustadas a la capacidad de pago y exoneraciones tributarias para estos segmentos.

Educación Financiera y Apoyo a los Deudores: Un aumento en la morosidad también puede estar relacionado con la falta de educación financiera de los deudores. Las instituciones financieras deben invertir en programas de educación que ayuden a los clientes a entender mejor cómo gestionar sus deudas y a tomar decisiones financieras más informadas.

Promoción de la Inclusión Financiera Responsable: La expansión de la inclusión financiera debe ir acompañada de políticas que aseguren que los nuevos usuarios del sistema financiero no sean llevados a una trampa de deuda. Es fundamental que se ofrezcan productos financieros que sean accesibles pero que también promuevan la sostenibilidad financiera de los prestatarios a largo plazo.

Algunas conclusiones 

El alarmante aumento de la morosidad en el SFP como efecto de los continuos errores en materia de política económica y unos intereses de usura vigentes, por un lado y por otro, es un severo llamado de atención tanto para las instituciones financieras como para los entes reguladores. La capacidad de respuesta a este desafío determinará en gran medida la estabilidad y el crecimiento futuro del sistema financiero del país.

Es imperativo que se tomen medidas proactivas para mitigar los riesgos asociados con el aumento de la morosidad y que se promueva una cultura de gestión financiera responsable tanto a nivel institucional como individual. Solo así se podrá garantizar que el sistema financiero sea un pilar básico para el desarrollo económico y social del país.

La adopción de nuevas tecnologías, como el análisis de big data y la inteligencia artificial, podría jugar un papel crucial en la transformación de las estrategias de gestión de riesgos. Estas tecnologías permitirían a las instituciones financieras no sólo prever el comportamiento de la morosidad con mayor precisión, sino también diseñar productos financieros más personalizados y acceso a seguros adecuados a las necesidades de las diferentes realidades económicas (L260824).

* Doctor en Ciencias Económicas y profesor principal de Economía Financiera en UNMSM y director del Instituto Internacional de Economía y Empresa.

 

Panorama internacional

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Rusia y China amplían uso de divisas nacionales

Rusia y China amplían el uso de las divisas nacionales, cuya cuota en los pagos mutuos ya supera un 95%, declaró el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, durante un encuentro con su homólogo del país asiático, Li Qiang.

«Con esfuerzos conjuntos aseguramos la diversificación del comercio y la cooperación económica de inversión y ampliamos el uso de las monedas nacionales. Actualmente, la proporción del rublo y el yuan en los pagos mutuos ya supera el 95%», indicó Mishustin.

A su juicio, la asociación integral e interacción estratégica entre ambos países representan un «poderoso factor estabilizador» en la formación del nuevo orden mundial y contribuyen en el crecimiento de las economías de Rusia y China, así como en el aumento de la calidad de vida de sus pueblos.
Respecto al comercio, el primer ministro indicó que Rusia busca incrementar los suministros de sus productos agrícolas al mercado chino.

A su vez, Li constató que la amistad entre Pekín y Moscú superó la turbulencia internacional y es inquebrantable, mientras la cooperación bilateral multifacética muestra la resiliencia y desarrollo estable.

«Ahora, ante una situación internacional compleja y cambiante, la parte china está dispuesta a avanzar con más firmeza junto con sus socios rusos, basándose en las estrategias de nuestros líderes, en un espíritu de respeto mutuo, confianza mutua, amistad centenaria y beneficio mutuo; a llevar nuestra cooperación multifacética a un más alto nivel en beneficio de nuestros pueblos y para garantizar la igualdad y la justicia en todo el mundo», subrayó el primer ministro chino.

Las negociaciones entre Mishustin y Li se desarrollan en Moscú en el marco de la 29 reunión ordinaria de los jefes de Gobierno de Rusia y China.

Nuevas energías: “tierras raras”, economía verde o la dialéctica de guerras comerciales

Eduardo Camin *

En poco tiempo se aceleró un proceso de grandes transformaciones mundiales que de una forma u otra cambian las bases sobre las cuales se asentaban las ya complicadas relaciones internacionales. Vivimos en un mundo donde los poderosos ejercen el poder y utilizan su influencia –política, militar, tecnológica y comercial – en su propio beneficio, con escasa o nula atención a los problemas de los miles de millones de desamparados.

Vivimos en un mundo beligerante marcado por la hegemonía y la dominación. Hegemonía de los ricos que imponen sus condiciones, sus métodos, su filosofía, que someten y ejercen a una dominación sobre los países pobres y sus poblaciones.

En este sentido las relaciones de comercio internacional son una parte esencial, un aspecto sustancial, tal vez sea una pieza clave de este sistema de dominación. Es la piedra angular de esta construcción. La base en que se sustenta esta concepción es la presunción del absoluto y benéfico poder regulador del mercado y la bondad de la especialización en la producción en función de las ventajas comparativas que cada economía nacional goza.

Y así nos encontramos nuevamente frente a otra de las paradojas de nuestros tiempos. El anunciado cambio hacia las tecnologías de energía limpia, bajo el concepto ahora omnipresente de “tierras raras”, aparentemente tan esenciales…como desconocidas para el común de los mortales.

No obstante, la realidad nos empuja a una reflexión seria, o al menos pretendidamente esclarecedora acerca de la necesidad de transformar el paradigma de la matriz energética, a través de la singularidad de las tierras raras, teniendo en cuenta la actual fase de descomposición del capitalismobeligerante.

Tal vez el inicio por el cual este término –hasta ahora prácticamente desconocido fuera de los sectores especializados, – se da a conocer, esa partir del conflicto comercial entre China y Estados Unidos el cual ha convertido a las tierras raras en la panacea de la descarbonización y la electrificación, y por ende en un recurso energético rentable. Aunque por su parte algunos expertos sitúanel fenómeno a los compromisos contraídos en la última Conferencia sobre el Cambio Climático (CP28), (Dubái, 2023) de triplicar la producción de energía renovable y fomentar la tendencia hacia los vehículos eléctricos, que contribuirán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a alcanzar el objetivo establecido en el Acuerdo de París de limitar la subida de la temperatura mundial a 1,5 ºC.

¿Qué son las tierras raras?

La ciencia nos enseña que ni son tierras, ni raras. En realidad, bajo esta denominación se agrupan una serie de elementos químicos que encontramos en el medio natural y que se caracterizan por tener propiedades similares entre sí y por ser, en su mayoría, escasos en la corteza terrestre. Debemos saber que hay 17 denominaciones que abarcan las tierras raras: lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb), lutecio (Lu), escandio (Sc) e itrio (Y).

Diversos científicos sostienen que su denominación como “tierras” puede resultar confusa, pero en el fondo es un término heredado, ya que, en la historia de la química, a los “óxidos” se les conocía como “tierras” y aparentemente a este grupo de elementos se les atribuyó este nombre. En el mismo sentido se puede decir que tampoco todos ellos son tan “raros” o escasos en la Tierra, incluso algunos son bastante comunes como el cerio, tan abundante como el cobre.

Ahora bien, en los cinco últimos años, podemos decir, que el aumento del valor del comercio de minerales esenciales sin transformar se ha acelerado, y ha dado lugar a un aumento creciente y exponencial de la demanda de minerales energéticos esenciales.

La otra dimensión: energía limpia color de fango

Muchos actores consideran que los minerales energéticos esenciales son un componente fundamental para la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Es cierto que estos minerales pueden ser encontrados en todo lo que nos rodea,el cobalto, el cobre, el litio, el níquel y las tierras raras, desempeñan un papel fundamental en la producción de tecnologías de energía limpia, desde turbinas eólicas pasando por los automóviles eléctricoshasta todos los componentes electrónicos de los teléfonos inteligentes y pantallas planas.

En los últimos 20 años, el comercio anual de minerales energéticos esenciales ha aumentado de USD 53.000 millones a USD 378.000 millones. Sin embargo, la elevada demanda de productos de tecnología limpia está ejerciendo una presión desmedida, sobre las cadenas de suministro de estos minerales, que por otra parte han jugado un papel fundamental en el explosivo crecimiento de la economía de China durante las últimas décadas.

Detalles escabrosos de una alternativa en mercancía

Durante todas las fases previas al uso industrial que detallaremos se afrontan una serie de riesgos derivados de la propia actividad de cualquier proyecto minero. Por lo tanto, comenzar una explotación conlleva a una serie de fases de elaboración que pueden alargarse hasta más allá de los 15 años. En una primera fase que abarca entre 4 a 6 años se analiza la exploración del recurso, posteriormente otros 6 años como mínimo para generar la planta piloto, otros 3 años de financiación 1 año la puesta en marcha.

Dos expertas en la materia como Monia Snoussi-Mimouni y Sandra Avérous, consultantes y autoras de diferentes estudios en varios organismos internacionales (OMC -PNUD) advirtieron en enero de este año que la demanda de minerales esenciales es particularmente elevada para la producción de baterías para automóviles eléctricos, y cada batería requiere hasta 200 kg de minerales esenciales. El sector de las baterías es responsable del 70% de la demanda mundial de cobalto. Este sector también necesita aluminio, cobre, litio, níquel y tierras raras.

Los electrolizadores — cruciales para la producción de hidrógeno verde — dependen de diversos minerales esenciales, entre ellos el platino y el iridio, dos de los metales más raros y caros del mundo. Los elementos de tierras raras son necesarios en particular para los imanes, un componente esencial de muchas máquinas eléctricas, especialmente las más eficientes desde el punto de vista energético.”

Por lo tanto, el resultado de la transición mundial hacia las tecnologías de energía limpia y los vehículos eléctricos tiene su costo y este es muy elevado, ya que se prevé un aumento considerable de la demanda de determinados minerales esenciales, como el cobalto, el grafito y el litio. Minerales estos que abundan (o sorpresa) en las economías en vías de desarrollo., estableciendo por ende que la demanda de estos se quintuplicará en 2050 debido a su uso intensivo en las nuevas tecnologías energéticas.

Las cifras alarman

El comercio de minerales esenciales se ha incrementado en las dos últimas décadas, con una tasa media de crecimiento anual del 10%. En 2021, este crecimiento se disparó hasta el 37%, al recuperarse el comercio tras la caída provocada por la COVID-19. El valor de las importaciones casi se ha duplicado en los últimos cinco años, pasando de USD 212.000 millones en 2017 a USD 378.000 millones en 2022, con un aumento significativo del comercio de metales del grupo del platino, como el rodio, el iridio, el rutenio y el osmio. Estos metales han registrado tasas de crecimiento anual de hasta el 72% desde 2017

El helio y el litio también han registrado impresionantes tasas de crecimiento anual de hasta el 53% desde 2017. En los últimos cinco años, el comercio de metales del grupo del platino, tierras raras y otros minerales casi se ha duplicado, alcanzando un valor total de USD 219.000 millones en 2022.

Las importaciones de cobre han registrado un aumento medio anual del 15% desde 2002, y un aumento del 12% en los cinco últimos años. Este crecimiento se debe en gran medida al aumento de los precios de los productos básicos y al aumento de las importaciones de dos grandes importadores, China y el Japón. Las importaciones de China han aumentado un 24% desde 2002, mientras que las del Japón han registrado un aumento medio anual del 10%.

En 2022, China fue el principal importador de minerales esenciales, representando el 33% del total a nivel mundial, seguida de la Unión Europea (16 %) y del Japón y los Estados Unidos (ambos el 11%). La posición dominante de China es particularmente notable en el caso de las importaciones de cobre, ya que superan con creces las de otras economías. China es también el principal importador de 13 de las 17 “tierras, piedras y minerales”, mientras que la Unión Europea es el mayor importador mundial de metales del grupo del platino, tierras raras y otros minerales, seguida de los Estados Unidos, China y el Japón

El mineral más comercializado es el cobre, que representa el 26% de las importaciones totales de minerales, seguido del aluminio en bruto (20%). Estos dos metales se han utilizado durante mucho tiempo en la industria tradicional. Excluyendo estos dos metales, el rodio y el paladio fueron los minerales más comercializados en 2021 y 2022, representando el 30% del total a nivel mundial en 2021 y el 22% en 2022. El valor de las importaciones de rodio se multiplicó por seis entre 2019 y 2021. Del mismo modo, el valor de las importaciones de helio y litio se multiplicó por seis entre 2019 y 2022.

En cuanto a las tierras, piedras y minerales, Sudáfrica es el principal exportador (con una participación mundial del 14,3%), solo 1,25 puntos porcentuales por delante de Australia, seguida de Guinea, que posee una participación del 9% de las exportaciones debido principalmente al aluminio.

El Perú es el cuarto exportador, y extrae principalmente cinc, estaño y molibdeno.Los datos sobre los minerales sin transformar deben considerarse juntamente con la información sobre la extracción y la transformación. Por ejemplo, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), aproximadamente el 70% de la extracción de grafito en todo el mundo y cerca del 100% de la producción de grafito transformado tienen lugar en China. En consecuencia, solo el 30% restante del grafito mundial es objeto de comercio internacional, y los datos sobre las importaciones y exportaciones de grafito solo abarcan el 30% del grafito sin transformar del mundo.

La historia se repite y consolida la explotación

Casi sin darnos cuenta, la historia se repite, si la prehistoria se basó en el descubrimiento y el uso de nuevos metales, el descubrimiento de la metalurgia del cobre o del bronce supuso cambios importantes para la humanidad.

Hoy las tierras raras son los elementos esenciales de la alta tecnología, sin ellas colapsarían varios de los sectores del núcleo central del capitalismo desarrollado, como el energético, el de la información y comunicaciones, el sector médico y el sector de la defensa. Esto lo que está en juego la hegemonía mundial, la dependencia de Estados Unidos de las tierras raras de China es absoluta.

Que desde el punto de vista de su práctica y no le queda otro camino que la amenaza y la agresión abierta. Esta concepción bélica del “neoliberalismo de guerra” entro en su etapa de agotamiento como estrategia de dominación aun cuando esta vaya acompañada de una política feroz de defensa a ultranza de sus intereses imperiales y el de sus aliados. Este es el costo de la riqueza e innovación con prácticas comerciales color fango disociadas de las necesidades sociales pertinentes a la humanidad.

*Periodista uruguayo residente en Ginebra,  exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra, Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)