Chau Biden, ¿hola Kamala?

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Beverly Fanon-Clay

Tras semanas de especulaciones su estado de salud e idoneidad para enfrentarse al candidato republicano Donald Trump, el octogenario presidente Joe Biden, anunció su retiro de la carrera por la presidencia de Estados Unidos para las elecciones del 5 de noviembre, y manifestó su apoyo a la actual vicepresidenta, Kamala Harris, para que sea la candidata demócrata.

El anuncio del retiro difícilmente habría podido tomar por sorpresa a alguien. Biden puso fin a su campaña de reelección, pero el/la candidato demócrata aún no está definido: los delegados a la Convención del partido deben ratificarla, dado que hay otros aspirantes como los gobernadores de California y Michigan, Gavin Newson y Gretchen Whitmer, mientras el expresidente Barack Obama presionaba para que su esposa Michelle sea la contendiente de Trump.

(Xinhua/Aaron Schwartz)

En las últimas semanas se hizo patente la debilidad política, propagandística y hasta física del aún mandatario, mientras se incrementaban las posibilidades de triunfo de su rival republicano, Donald Trump. Hoy, la noticia de la resignación de Biden, aunque previsible, agita un escenario político complicado e incierto.

Si bien Harris parte como favorita y Biden ha pedido al partido que la respalde, otras figuras demócratas como la influyente expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, han manifestado en privado su preferencia por un “proceso competitivo” de primarias abiertas.

Harris envió su primer mensaje como precandidata para recaudar fondos: “Éstos no son tiempos ordinarios. Y ésta no será una elección ordinaria… Pero esto es nuestro Estados Unidos. Y te necesito conmigo en esta lucha”.  Kamala ha sido una de las protagonistas en enfrentar la agenda antiaborto de los republicanos y como fiscal estatal resaltó los problemas legales de Trump y sus aliados. Sus posiciones sobre asuntos de política exterior son poco conocidos.

La noticia agita un escenario político complicado e incierto, desnudando el desgaste de Biden por la edad, el ejercicio de gobierno, la incapacidad de ofrecer a los electores una propuesta novedosa,  sus propios problemas cognitivos –lapsus verbales, momentos de mente en blanco, dificultosa articulación discursiva–, que aumentaron las dudas sobre su capacidad para manejar situaciones, junto al carnaval de  ambiciones en el Partido Demócrata generó presiones a favor de su declinación. ¿Fue una decisión personal o estuvo influída por el retiro de apoyos políticos y financieros internos?

(Xinhua/Hu Yousong)

En una reunión íntima en su casa de Delaware el sábado por la noche, tras análisis de encuestas, el presidente -muy molesto- se convenció de que su candidatura ya no era viable. Aunque sigue muy enojado, Biden aceptó que no podía sostener su campaña con los números de las encuestas en caída libre, donantes (financista de la campaña) huyendo y demasiados en su partido empujándolo a salir. Recién la noche del sábado por la noche lo entendió plenamente.

Biden es conocido desde hace tiempo por su falta de disciplina y por su indecisión, algo que ha trasladado a la actual campaña, hasta el punto de casi haberse saboteado a sí mismo antes de empezar, por un comienzo atrasado que le hizo perderse los principales fichajes. Hasta el Times tuvo dificultades para encontrar los eufemismos que le permitieran adornar esas carencias, a las que se refirió como “procesos de decisión no lineales” y “costumbre de extender los plazos de tal forma que algunos demócratas se muestran ansiosos y molestos”, señala Branko Marcetic.

El posible ascenso de Harris a la Casa Blanca consolida lo que la nominación de Biden ya representaba: la derrota, al menos de forma temporal, de la izquierda del partido demócrata a manos de la facción corporativa del partido, y la fijación de sus élites por seguir adelante con la política superficial y corporativa de la era Obama, que se basa ante todo en rebajar las expectativas de la gente común y corriente, añade.

“Sufriremos mucho a causa de su presidencia, pero remediaremos el daño que ha causado muy rápidamente”, declaró Trump tras conocer la noticia. “El corrupto Joe Biden no era apto para postularse para presidente y por cierto no lo es para ocupar el cargo, ¡y nunca lo fue! Sólo alcanzó el cargo de presidente con mentiras, fake news y sin salir de su sótano”, escribió Trump en su red social.

(Xinhua)

“Todos los que lo rodeaban, incluidos su médico y los medios de comunicación, sabían que no era capaz de ser presidente, y no lo era”, dijo.

La realidad se impone

Biden, de 81 años, ha anunció que abandona la carrera por la reelección “por el interés del partido y del país”. El Comité Nacional Demócrata había planeado realizar una votación virtual a principios de agosto para determinar al nominado, antes de la convención programada del 19 al 22 de agosto en Chicago (Illinois). Pero ahora no ese sabe si este plan se mantendrá, ya que algunos sectores del partido consideran que hacer una votación telemática antes de la convención denota falta de transparencia.

Si no se adopta este paso, el nuevo candidato se elegiría en la convención, donde desempeñan un papel crucial los delegados que fueron escogidos durante las primarias demócratas celebradas entre enero y junio de este año, en las que Biden obtuvo el 87% de los apoyos al no tener rivales significativos.

También está pendiente la designación del candidato demócrata a lavicepresidencia: en la lista de aspirantes hay, sobre todo, nombres de gobernadores como Josh Shapiro, gobernador de (Pensilvania); Roy Cooper (Carolina del Norte); Tim Walz (Minnesota) y J. B. Pritzker (Illinois) más allá de algunos “tapados” como el senador Mark Kelly, de Arizona. Otras versiones indican que Harris se inclinaría por el magnate Mark Cuban.

Reacciones

Uno de los primeros líderes internacionales en pronunciarse al respecto ha sido el primer ministro ucraniano, Volodímir Zelenski, que hace unos días expresó su voluntad de recabar el mayor número de ayuda militar ante la posibilidad de que Trump llegara al poder.

(Press/Contacto/Adrian Wyld)

El presidente de Israel, Isaac Herzog, agradeció a Biden haber sido un “verdadero aliado del pueblo judío”. “Quiero extender mi más sincero agradecimiento a Biden por su amistad y su firme apoyo al pueblo israelí a lo largo de sus décadas de carrera”, dijo.

Biden nunca ha vacilado en su apoyo incondicional a Israel, que se refleja en la entrega de un impresionante arsenal militar. Para el analista Mirko Trudeau, esa posición tenía el riesgo de ahuyentar a una parte de su electorado, y Gaza podría convertirse en su Vietnam y hacerle perder las elecciones.

El canciller alemán Olaf Scholz destacó que Biden ha hecho “mucho por su país, Europa y el mundo”. “Gracias a Biden, la cooperación transatlántica es estrecha, la OTAN es fuerte y Estados Unidos es un socio bueno y fiable para nosotros. Su decisión de no volver a presentarse merece un reconocimiento”, señaló.

En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro señaló que “ha tomado la decisión más sensata y correcta, priorizó a su familia, a su salud, y se dio cuenta de que, a esa edad y con la salud debilitada, no podía asumir las riendas de su país y menos una candidatura presidencial. Tuvo una actitud responsable”. Mientras, el primer ministro australiano, el laborista Anthony Albanese, afirmó que es un “gran amigo” de su país, y “ un magnífico defensor de la democracia en todo el mundo”.

Por lo pronto, su tarea inmediata de Kamala Harris es convencer tanto a sus propias filas como a la opinión pública de que ella puede ser la cara del futuro de su partido y de este país, mientras Biden usaba la salida de emergencia del escenario electoral.

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).