Milei 2.0: el plan de María Corina Machado para privatizar PDVSA y achicar el Estado

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Álvaro Verzi Rangel 

Detrás de las apelaciones genéricas a una nueva Venezuela prometida para después de una eventual victoria de la oposición el próximo 28 de julio, se medio esconde un plan de ultraliberalismo salvaje, a tono con las acciones de Javier Milei en la Argentina y su intento de apurar el desguace completo del Estado.

El programa de gobierno “Venezuela Tierra de Gracia” de María Corina Machado fue asumido públicamente por el candidato sustituto, Edmundo González, quien no logró (o no quiso) diferenciarse de la furibunda antichavista, quien sigue encabezando de hecho la campaña electoral de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).

Como bien advierte Luis Britto García, el programa de gobierno no está disponible en español en páginas oficiales de partidos de la PUD o de Vente Venezuela. En la web de la organización de Machado, figura solo la versión en inglés. Está claro que a la PUD no le interesa que el programa de gobierno se difunda. ¿Por qué? La respuesta puede estar en el texto mismo.

Una búsqueda algo más profunda permite encontrar la versión en español del programa en algunos plataformas para compartir documentos. Hemos bajado ambos archivos y los colocamos disponibles en nuestro servidor (por si desaparecen de la nube). Aquí la versión en inglés, y la versión en español.

Compartimos ahora una primera entrega de algunos de los elementos salientes del plan, en un primer análisis que debe encender alarmas:

Privatizar PDVSA y empresas públicas

El documento lo adelanta con todas las letras. Plantea la “privatización y reactivación de la producción petrolera y de gas con atracción de empresas internacionales y nacionales especializadas”.

Segun el plan, Venezuela no puede asumir las inversiones necesarias para incrementar la producción de hidrocarburos. “La atracción de capitales privados es la solución, y la estrategia para lograrlo es la privatización. Se privatizarán todas las actividades productivas de la industria que sea aconsejable para lograr inversiones privadas masivas y el incremento sostenido de la producción con condiciones que garanticen seguridad jurídica y un entorno atractivo para los inversionistas”.

El plan de la desaparición de PDVSA va más allá: “se establecerá una Agencia Venezolana de Energía y Petróleo que asumirá la función reguladora de la industria. La privatización petrolera hará que Venezuela recupere su condición de abastecedor seguro y confiable para sus clientes y brindeinmejorables oportunidades de inversión en la industria”.

En la página 27 en la versión en español, se adelanta un “programa amplio de privatización de empresas y activos públicos”. Más adelante indica: “los recursos obtenidos por el programa de privatización serán empleados en el programa masivo de inversión para reactivar el crecimiento económico, aumentar el bienestar de la población e incrementar la capacidad productiva de la
economía”.

El achicamiento del Estado solo puede leerse en términos de desempleo y precarización del mercado laboral en manos privadas, lo cual aparece claramente más adelante, en la página 54.

Desregulación del mercado laboral

Allí se postula que “las economías más competitivas y desarrolladas permiten mayor flexibilidad de contratación con menores cargas laborales y menos trabas para la rotación de personal. Como resultado de estas reformas, los salarios subirán, los empleos formales se multiplicarán, y las empresas informales tendrán los incentivos para formalizarse y hacer disfrutar a sus empleados de los beneficios pensionales”.

“Para apoyar a los trabajadores en la transición entre empleos, se creará un seguro de desempleo al cual podrán acceder los trabajadores formales igualmente”, se sincera el escrito. Más adelante vislumbra un plan de privatización de pensiones y seguridad social, tal como se realizó en el Chile de Pinochet, y en la Argentina de Carlos Menem.

“Se instaurará un sistema de pensiones basado en capitalización individual, que garantice la portabilidad del ahorro pensional de cada empleado y trabajador por cuenta propia, para fortalecer la autonomía de los trabajadores, sin generar nuevas presiones sobre los empleadores”, aseguran.

¿Milei, eres tú?

Hay más, mucho más, en “Venezuela Tierra de Gracia” que analizaremos en futuras entregas. Hasta aquí anotamos que el plan de la ultraderecha para Venezuela “se parece igualito” a lo postulado en Argentina por Javier Milei y en Ecuador por Daniel Noboa, por citar solo dos ejemplos en la región.

El contrabando ideológico es evidente. Ni Machado ni González hablan en sus actos de este plan, ni dicen ni una palabra de la privatización del principal resorte económico nacional, PDVSA. Como Milei en Argentina, la campaña es puramente emocional, apelando a supuestos ideales difusamente compartidos.

Pero en “Venezuela Tierra de Gracia” están las verdaderas respuestas.

*Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).