Guatemala: La verdad oculta sobre la violencia
Juan Calles
La violencia en Guatemala es una problemática recurrente que se ha politizado y, más aún, dependiendo de quien gobierne. En la administración de Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar, del Movimiento Semilla, sectores ligados al “Pacto de Impunidad” mantienen una campaña de ataque contra las autoridades gubernamentales enfocada en la falta de control de la violencia y, a su vez, las autoridades gubernamentales muestran que sí son capaces publicando información de capturas vinculadas a violencia común y crimen organizado.
El día a día
En la realidad, la ciudadanía convive todos los días en las calles e, incluso, en sus viviendas, con los hechos de violencia homicida y con crímenes comunes como robos a mano armada, agresiones y amenazas. Estadísticas demuestran datos significativos de robos de motos y homicidios como los hechos violentos de mayor cuantía, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC) y la plataforma Crime Stoppers que trabaja conjuntamente con la PNC.
Las medidas promocionadas por el gobierno en medios de comunicación y redes sociales buscan contrarrestar la percepción de una violencia in crescendo. Son comunes las noticias de capturas de pandilleros, extorsionistas, o mujeres de diferentes edades vinculadas a estos grupos; incluso, las detenciones de narcotraficantes con fines de extradición.
En gobiernos anteriores, las cifras de violencia homicida y criminalidad no variaron y muestran aumento año con año; en otras palabras, no fueron efectivos en reducir los índices de violencia y criminalidad que la población ha venido sufriendo.
Primeros meses de 2024, violencia a la baja
No obstante, durante los últimos cinco meses las estadísticas muestran que los índices de violencia se han reducido, y la plataforma Crime Stoppers indica que, comparado con igual período de 2023, hay una reducción. Lo mismo manifiestan los datos y registros de dos organizaciones dedicadas a documentar los índices de violencia; todos coinciden en lo mismo, los hechos de violencia y los hechos delictivos han disminuido efectivamente.
Homicidios anuales registrados por sexo de la víctima al mes de abril en el periodo 2015-2024
Fuente: “Informe sobre la violencia homicida en Guatemala”. Abril 2024. 30 de mayo de 2024. Diálogos.
Guatemala: cantidad y tasa de homicidios
Fuente: “Índice de Denuncias de Delitos (IDD) al mes de abril 2024”. Boletín estadístico de delitos. Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
Una campaña mediática que sobredimensiona la violencia
Después de los primeros cinco meses que han transcurrido del gobierno de Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar del Movimiento Semilla, hechos violentos han ganado espacio mediático como el reciente asesinato del joven Farruko Pop a manos de pandilleros, y están provocando una percepción ciudadana de que la violencia se ha incrementado, lo cual tiene varios impactos.
A diario están sucediendo ataques armados ejecutados por sicarios en distintas zonas de la ciudad capital y en municipios de varios departamentos como si fuera un fenómeno nuevo, así como el aparecimiento de cadáveres envueltos en sábanas cuyo origen, lógica y esclarecimiento no llega, poniendo a prueba las expectativas de la población respecto del discurso que Arévalo de León lució en la pasada campaña electoral, e imponen miedo, sensación de intranquilidad y el sentimiento de que el actual gobierno no ha sido capaz de detener la violencia y la criminalidad.
Con poco o ningún acceso a las estadísticas, la población guatemalteca parece concluir que el gobierno de Arévalo no puede con el trabajo asignado en las urnas. Recientemente, el Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, habló de esa percepción.
Dio a entender que el impacto de un solo caso, por ejemplo, gana más relevancia mediática que las estadísticas en general, debido al uso intensivo de las redes sociales, a lo cual se suma el papel de medios digitales ligados directamente a organizaciones y partidos políticos vinculados por ramificaciones no visibles ni evidentes, a la estrategia golpista del “Pacto de Impunidad”.
La percepción de que la violencia homicida está fuera de control no es casual. Existe una campaña de «fake news» que se esfuerza por difundir este mensaje, sugiriendo que las autoridades gubernamentales son incapaces de gestionarla. Esta campaña se propaga a través de los medios de comunicación corporativos y las redes sociales, donde, además de publicar extensas y mórbidas notas amarillistas o sensacionalistas, se difunden rumores, incluso, sobre la posible destitución de Jiménez basados en desinformación y manipulación de imágenes.
Los creadores de contenido también insisten en subrayar la supuesta incapacidad de las autoridades y la presunta tibieza de sus personalidades. Este enfoque no solo busca deslegitimarlas sino también, sembrar desconfianza y pánico en la población. La combinación de noticias falsas y rumores infundados contribuye a una percepción distorsionada de la realidad, afectando la estabilidad social y la confianza en las instituciones gubernamentales.
Los errores del gobierno
El gobierno del Movimiento Semilla en general, y el Ministerio de Gobernación (MINGOB) en específico, no han encontrado la forma de contrarrestar la campaña en su contra. La comunicación del gobierno en general es débil, y la del titular del MINGOB en redes sociales no ha sido suficiente para cambiar la percepción ciudadana.
El mandatario ha adoptado un enfoque innovador de comunicación al realizar transmisiones en vivo a través de la red social TikTok, donde responde preguntas de la ciudadanía e interactúa durante al menos 45 minutos. Además, mantiene una frecuencia constante de conferencias de prensa en las que aborda dudas y comenta sobre las distintas problemáticas y temas de coyuntura nacional. Sin embargo, pese a estos esfuerzos, la comunicación presidencial no logra alcanzar a las grandes masas de la población guatemalteca.
La estrategia de comunicación del gobierno no ha logrado superar el cerco mediático impuesto por las noticias falsas y los asesinatos que se suceden día a día. Estas distorsiones de la información limitan la efectividad de los mensajes oficiales y dificultan la conexión con la ciudadanía en general.
La comunicación efectiva se ha convertido en uno de los puntos débiles del nuevo gobierno que no logra convencer a la población de su capacidad para dirigir el gobierno y la institucionalidad del Estado en su conjunto, lo que contrasta con la urgencia y las ingentes necesidades de la población como la seguridad, el alto costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), etc.
El discurso del “Pacto de Impunidad” sobredimensiona la violencia
En suma, el mensaje que llega a la población es que las autoridades de gobierno son débiles e incapaces, y contrarrestarlo es una ardua tarea del gobierno de Arévalo de León y Herrera Aguilar que se ha esforzado por mostrar una imagen moderada, democrática y respetuosa de las leyes, que el discurso hegemónico de la oposición señala precisamente como debilidad.
El discurso del pacto, vía net center y medios digitales a su disposición, persigue varios objetivos. En primer lugar, busca crear un clima de temor, zozobra e intranquilidad en la población ante la embestida de la violencia que se expresa en los asesinatos ejecutados por sicarios, y en el aparecimiento de cadáveres de hombres y mujeres en las carreteras o en sitios baldíos, como que fuera un fenómeno nuevo o de estos meses.
En segundo término, como ya se dijo, persigue mostrar al gobierno del Movimiento Semilla como incapaz de enfrentarla y neutralizarla, ya sea porque se caracteriza por su tibieza, porque se ha visto rebasado, o porque está divorciado de la problemática debido a que más se ve al gobernante en reuniones y en foros públicos.
En tercer lugar, busca imponer la idea de la necesidad de un caudillo al frente del gobierno que aplique mano dura que ponga orden e imponga seguridad, apelando al esquema que está siendo aplicado por el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, por ejemplo.
En cuarto lugar, evidenciar que existe un cúmulo de problemas como la violencia, el alto costo de la vida, la falta de salud y medicamentos en los hospitales, falta de escuelas, e incendios incontrolables, por ejemplo, que requieren atención urgente, pero que contrastarían con lo avanzado por el nuevo gobierno en estos cinco meses, para que sea la misma población la que exija un gobierno autoritario y violento, lo cual es totalmente opuesto a la imagen y discurso que presenta el partido gobernante, en un contexto en donde la estrategia del pacto está apelando a tocar la subjetividad y las expectativas que ha tenido la población respecto del gobierno del Movimiento Semilla.
Bajo esas circunstancias, el principal valladar que el gobierno del Movimiento Semilla enfrenta ahora es el Estado cooptado desde hace décadas, atrapado por estructuras criminales y corruptas a las que no escapan las fuerzas de seguridad e instituciones del sistema judicial. Algo que, desde antes de asumir el gobierno, el partido oficial sabía que sería un desafío que tendría que enfrentar para encarar el fenómeno estructural de la violencia, así como las otras problemáticas históricamente pendientes. Las requisas penitenciarias para controlar centros desde donde se originan hechos delictivos, es un ejemplo de ese fenómeno, que ha puesto en la picota al Sistema Penitenciario y en el que tiene que navegar la administración de Arévalo de León.
*Periodista y fotógrafo; dedicado a la comunicación desde hace más de 20 años, apasionado del periodismo radiofónico y comunitario. Publicado en Prensa Comunitaria