México en la coyuntura político-electoral 2024. La lucha del relámpago

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Iván Lara Sierra

“No son los rebeldes los que crean los problemas del mundo, son los problemas del mundo los que crean a los rebeldes”. Ricardo Flores Magón (1873-1922)

El próximo domingo 02 de junio, México será el escenario de una intensa contienda político-electoral a la cual estamos convocados a las urnas poco más de 99 millones de mexicanos/as; proceso electoral en el que se renovarán a los titulares de la Presidencia de la República, 128 integrantes del Senado, 500 integrantes de la Cámara de Diputados, 9 gubernaturas, legislaturas locales, presidencias municipales, principalmente.

Por añadidura, en este proceso de lucha política en curso, resulta impostergable la continuidad y profundización de la 4T (Cuarta Transformación) como estrategia necesaria en la satisfacción de necesidades básicas a los aproximadamente 55 millones de personas en situación de pobreza moderada y pobreza extrema aún existentes; estratos sociales que, sin la asistencia del Estado mexicano, no podrían resistir plenamente las calamidades derivadas de la condición económica/social en que se encuentran, producto de la aplicación de políticas económicas de corte neoliberal cuya data se remonta a 1982.

Asimismo, “por el bien de todos/as primero los pobres”, la consiga de campaña del lopezobradorismo, representa una visión de centralidad democrática y humana que propone colocar en el centro del abanico de las políticas públicas a la población que se encuentra en una situación de pobreza moderada o extrema.

En la vereda de enfrente, la perversa instrumentalización, difusión de discursos y narrativas de odio a lo diferente y discriminación por un amplio sector del ámbito de la derecha política, masivamente difundidas bajo el martilleo ideológico mediático-corporativo, puede ser contrarrestado con el uso del pensamiento crítico, de la moral, la ética, del florecimiento humano y de la cosmogonía de nuestros pueblos originarios.

De este y otros modos, la derecha pretende instalar un proceso de envilecimiento a nuestras infancias y jóvenes, arrebatarles el sentido de colectividad, hacerlos rehenes de miserables concepciones mercantilistas y de egoísmo individualista, monetarista, portadores de una lucrativa visión del mundo, del tiempo y de la vida misma.

De igual forma, las políticas públicas y de gobierno de estas organizaciones políticas, estaban (y aun lo están) diseñadas para garantizar el máximo nivel de concentración de la riqueza socialmente generada en unas cuantas manos de la oligarquía nacional y antipopular, privilegiando al mercado, marginando y achicando al Estado, pauperizando así al mundo del trabajo con particular desmedro en los estratos populares.

El desprecio, la explotación laboral, la marginación y la discriminación al pobre, al humilde, al indígena, a los/las jornaleros/as, a las/as afromexicanos/as, a los/las migrantes, son inocultables en sus objetivos que derivan en perversas acciones y prácticas de gobiernos autoritarios neoliberales emanados del PRI (Partido Revolucionario Institucional) y del PAN (Partido Acción Nacional), principalmente; actos inhumanos heredados desde tiempos de la conquista y la colonia.

Con toda intencionalidad, cercenarles a los jóvenes el sentido de pertenencia a un pueblo, a múltiples culturas ancestrales, indígenas y mestizas, neutralizar la memoria con la masiva difusión de efímeros contenidos digitales, fragmentar la concepción universal de la historia, desestructurar su sentido de comunidad, conlleva el claro objetivo de sometimiento, dominio y opresión en sus múltiples dimensiones.

En este sentido y por la importancia del momento histórico, resulta fundamental la obtención de un contundente triunfo popular en esta batalla política en marcha, para contribuir a la construcción de un país incluyente.

Pero, ¿qué está en disputa en esta contienda política 2024?

Palmo a palmo, en sus distintos campos, se disputa el país en su conjunto. Se disputa la propiedad de los litorales y plataformas marinas, las riquezas ocultas en las entrañas del subsuelo, la magnitud del salario de los/as trabajadores/as del campo y la ciudad, la educación pública, el sistema de salud público, el nivel y la permanencia en el empleo.

Se disputa el destino del litio, del hierro, del uranio, entre otros metales más. Está en disputa el sistema de pensiones para los/as jubilados/as, la obtención de vivienda propia y suficiente, están en disputa la conservación y el florecimiento de las 68 lenguas vivas, por la plena autonomía y el respeto de los usos y costumbres de los pueblos originarios.

En tiempos de la 4T, la lucha se desdobla en el terreno de la cultura, en el campo económico por el destino de los ingresos y egresos fiscales, se lucha por la industrialización y la sustitución de importaciones, por mantener el carácter público y la rectoría del Estado en la industria petrolera y la industria eléctrica nacionales. Se lucha por la conservación estatal del agua, mantos freáticos, la propiedad social y comunitaria de la misma, por la flora y la fauna silvestres, contra la tala inmoderada y por la protección del medio ambiente.

En síntesis, en el escenario político nacional se libra la lucha de dos propuestas antagónicas. A saber:

El proyecto de la 4T, afincado en el seno de los movimientos sociales, y principalmente bajo el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador (autentico artífice de múltiples liderazgos políticos regionales y nacionales), propone la transformación de la vida pública del país, articulando propuestas políticas, de crecimiento y desarrollo económicos desde el Estado. Se proponen una serie de transformaciones laborales progresivas, aseguramiento de la soberanía, lucha contra la corrupción, bienestar social, de reconocimiento e inclusión de los pueblos originarios, comunidad LGBTTT, comunidad afromexicana, sintetizadas en el Proyecto de Nación 2024-2030.

Además, hermanar a México con América Latina resulta inaplazable para incorporarnos al proceso de integración regional continental, singular aspiración de los pueblos de la región. Construir una realidad alterna a los proyectos de dominación y saqueo, atravesar el umbral de la soberanía e independencia nacionales y regional latinoamericana dejando tras de sí todo resabio de expoliación, explotación y discriminación.

El retorno de las políticas públicas de corte neoliberal auspiciadas por gobiernos altamente corruptos, del saqueo, de la impunidad, la represión, el autoritarismo, la plutocracia, el derroche, la mentira hecha gobierno y de la subordinación a los intereses de EE.UU.

Para finalizar, el ejercicio del sufragio puede ser concebido como un relámpago, un momento veloz que se difumina en el tiempo a la hora de marcar una boleta cada tres y seis años. Momento concreto del relámpago que, considerando los márgenes que a dicho ejercicio le impone el modo de producción capitalista, y sin soslayar todo el arco de variadas luchas en el país, también puede concebirse como el vértice de todo un proceso amplio que, en las condiciones concretas y de profunda concurrencia intercultural, democrática, del despliegue de un conjunto de emancipaciones comunitarias y sectoriales, hagan florecer a la sociedad mexicana en la larga lucha contra la desigualdad, la discriminación y la opresión. Este derecho al sufragio puede contribuir en la construcción de un país democrático, incluyente, soberano e independiente.

El sufragio como instrumento de lucha popular y derecho ciudadano de elección, representa también un obstáculo para las élites, representa un dique a sus arrogantes pretensiones oligárquicas de dominación y saqueo.

*Lic. en Economía (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo). Docente. Integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Michoacán, “Poder de Base”.

Source Nodal