Buenas noticias democráticas
Andrea Rizzi
Vivimos en una época repleta de noticias inquietantes a escala global. No es sabio mirar hacia otro lado, y por ello esta newsletter a menudo señala acontecimientos desalentadores. Ello, por supuesto, no significa que no se produzcan en el mundo muchos desarrollos positivos. Esta entrega de Apuntes de Geopolítica está dedicada a un notable cúmulo de buenas noticias democráticas afloradas en las últimas semanas. Espero que aporten un punto de optimismo en tiempos más bien oscuros.
- Turquía. En un entorno hostil, la oposición ha ganado las municipales
- Senegal. En una región turbulenta, un opositor gana la presidencia
- Portugal. Al contrario de lo que ocurre en el país vecino, aquí la política da muestras de lealtad institucional y buenas formas
- Países Bajos. El ultraderechista Wilders renuncia a formar gobierno porque no tiene apoyos
- Congo. Por primera vez será primera ministra una mujer
Turquía
La democracia en el mundo sufre un claro deterioro, con muchos más países que registran retrocesos de los que avanzan según los principales estudios internacionales. Arriba, la evolución del Democracy Index Global elaborado por The Economist Intelligence Unit (EIU). Turquía es uno de aquellos que, desde las esperanzas de consolidación democrática de principio de siglo, ha experimentado una involución bajo el prolongado mando de Erdogan. Según el EIU, por ejemplo, ha caído desde una nota de 5,7 (sobre 10) en 2006 a 4,3 en 2023.
Pero este deterioro, que ha implicado a lo largo del tiempo un terreno de juego cada vez más inclinado a favor de Erdogan y su partido, no ha impedido que las fuerzas de oposición obtuvieran un importante éxito en las municipales del domingo, venciendo en las principales ciudades del país, incluida Estambul. Esto no significa de alguna manera que la erosión de la democracia turca haya quedado sanada o ni siquiera revertida, pero sí que mantiene un esperanzador punto de vitalidad.
Senegal
Los alrededores de Senegal experimentan terribles dificultades con conflictos y golpes de Estado en países como Malí, Níger o Burkina Faso. El panorama continental africanotampoco es halagüeño, con un grave conflicto en Sudán e inestabilidad en muchos países.
En este contexto, y a pesar de tensiones internas que incluyeron la detención del líder opositor, Ousmane Sonko, en 2021, Senegal ha logrado una notable transición de poder, con otro opositor, Bassirou Diomaye Faye, haciéndose con el poder. Este acontecimiento no es ninguna vacuna definitiva ante riesgos democráticos para el futuro, pero la alternancia en la máxima magistratura es un desarrollo de importancia enorme.
Portugal
Mientras buena parte de las democracias occidentales languidecen en medio de una polarización brutal, de golpes por debajo de la cintura, de descarnado interés partidista que se sobrepone sin contemplaciones al interés colectivo, Portugal da inspiradoras muestras de que otra política, más elegante, menos embarrada, es posible.
El primer ministro saliente, Antonio Costa, evitó aferrarse al cargo y dimitió sin titubeos al aflorar una investigación sobre un turbio asunto que le concierne, aunque no haya de momento ninguna clara indicación judicial de responsabilidades suyas. En las elecciones subsiguientes, el líder de centroderecha vencedor ha decidido gobernar precariamente con tal de no embarcar a la ultraderecha en el Ejecutivo, y el líder de los socialistas da muestra de no optar por el obstruccionismo.
La diferencia con el triste espectáculo de la política del país vecino, España, es demoledora.
Países Bajos
El ultraderechista Geert Wilders, ganador de las últimas elecciones en los Países Bajos, ha tirado la toalla a mediados de marzo en su intento de liderar un Gobierno ante la manifiesta falta de apoyo entre otras formaciones.
Como es notorio, solo en algunos países europeos existen cordones sanitarios ante la ultraderecha, e incluso en ellos se van debilitando. La materia es sensible, y hay políticos y politólogos que observan que a menudo los cordones avivan el radicalismo de esas formaciones, mientras dejarle acceso a instituciones de Gobierno las acaba moderando. Sea como fuere, salvo para los ultraderechistas europeos, para todos los demás es una buena noticia que Wilders no encabece un Gobierno en los Países Bajos.
República Democrática del Congo
Otra buena noticia democrática procede del corazón de África. El presidente de la República Democrática del Congo acaba de nombrar como primera ministra a Judith Suminwa Tuluka, primera mujer en asumir el cargo.
Como cualquier persona, su calidad tendrá que juzgarse sobre la base de su desempeño. Pero no puede no celebrarse el avance en materia de igualdad que su nombramiento representa.
*Corresponsal de asuntos globales de El País de España y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas
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