Policía paraguaya desalojó violentamente a campesinos sin tierra

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Más de 300 agentes de la policía de Paraguay lanzaron ayer gases lacrimógenos y desalojaron a centenares de campesinos que ocupaban terrenos de una hacienda en Saltos de Guairá, en el este del país. La corresponsal de la emisora televisiva Telefuturo, Fátima Garay, confirmó la actuación del Grupo Especial de Operaciones, vencido el ultimátum dado a los campesinos para que desocupen las tierras, en las que estaban desde la noche del pasado sábado.

Por su parte, la edición digital del diario paraguayo La Nación tituló “Desalojo y violencia en Saltos del Guairá” y recogió la información de Garay sobre el uso de los gases lacrimógenos, aunque no abundó en más detalles del desalojo. Los “invasores” serían personas oriundas de Capiibary, Curuguaty y Santaní, según información de Alberto Núñez, corresponsal de dicho diario. Una fuente policial dijo que el hecho de que los campesinos en pocas horas de la noche instalaron casi 500 carpas demostraba que están muy bien organizados y dispuestos a defender sus procedimientos.

Según el diario local Ultima Hora, la propiedad de 29 hectáreas pertenece a un ciudadano brasileño de nombre Joao Carlos Bernardes. Los campesinos, aproximadamente mil, ocuparon la estancia el pasado sábado en horas de la tarde. El domingo a la mañana, el representante del Ministerio Público del gobierno de Franco (foto) se constituyó en el lugar, explicó a los labriegos que el título de propiedad con el que cuenta Bernardes es original y que, por lo tanto, debían retirarse de la estancia, ya que si no lo hacían de forma pacífica, la fiscalía procedería al desalojo y algunos campesinos podrían ser detenidos.

“Desde ahora vamos a analizar una estrategia con la Policía Nacional, para un procedimiento futuro de acuerdo con la cantidad de personas que hay ahí, sobre todo porque se busca un procedimiento que no arroje víctimas ni lesionados”, manifestó ayer el fiscal Diosnel Giménez. Cuando se produjo la ocupación, los policías apoyados por empleados del lugar trataron de impedir a tiros que los labriegos ingresaran al inmueble. El enfrentamiento dejó un saldo de ocho campesinos heridos, con balas de goma y proyectiles de plomo. Además confirmó que alrededor de mil labriegos y sus familiares desocuparon casi en su totalidad el lugar y aseguró que todo se realizó en forma pacífica. “Sólo quedan algunos ocupantes que están levantando las casi 500 carpas situadas allá y armadas por ellos para su estadía”, puntualizó.

Otros corresponsales afirmaron que los campesinos realizaron un repliegue y se situaron en la margen derecha de la hacienda, en un intento de quedarse a la espera de una negociación con el gobierno para obtener parcelas donde vivir y trabajar. La problemática de la tierra es una de las principales en Paraguay, donde un 2 por ciento de la población concentra la propiedad de alrededor del 80 por ciento de la tierra.