Cumbre de la Celac: preservar a América Latina y el Caribe como zona de paz

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Álvaro Verzi Rangel | 

Los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, de Honduras, Xiomara Castro, y de Colombia, Gustavo Petro, hicieron un llamamiento a mantener la paz en la región sin injerencias externas, apuntando a grandes potencias como Estados Unidos, durante la inauguración de la octava cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en  Kingstown, capital de San Vicente y Las Granadinas.

Mandatarios de los 33 países de la región se reunieron para conmemorar el décimo aniversario de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz y dar continuidad y profundizar la agenda de 100 puntos fijada por consenso en la VII cumbre del mecanismo regional desarrollada el pasado año en Buenos Aires, donde se estableció una hoja de ruta para un nuevo proceso de integración para «promover la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de los pueblos».

Paradojalmente, ni el presidente argentino Javier Milei ni la canciller Diana Mondino, participaron de la reunión regional. Hasta la llegada del ultraderechista Milei a la Casa Rosada, el 10 de diciembre pasado, la Argentina jugó un rol central en la consolidación del mecanismo regional creado en 2011, postura que solo bajó su intensidad durante la presidencia del neoliberal Mauricio Macri (2015-2019).

San Vicente y Las Granadinas entrega el timón de la Celac a Honduras satisfecho por resultados como la reunión entre los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela) e Irfaan Ali (Guyana) que permitió entendimiento y bajar las tensiones por la disputada zona del Esequibo, y la total conformación del Plan de nutrición y seguridad alimentaria del grupo, además de los contactos sin precedentes con la Unión Europea y África.

El llamado del primer ministro anfitrión, Ralph Gonsalves, fue el de aprovechar el momento, trabajar duro por impulsar las causas del subcontinente y consensuar posturas que permitan defender en una sola voz los intereses de los 600 millones de habitantes.

“La paz en América Latina y el Caribe debe estar basada en la no injerencia en los asuntos internos de otros países”, aseguró Xiomara Castro, quien asumió la presidencia pro témpore de la Celac hasta 2025, con el compromiso de preservar la paz en los países de la región. Petro dijo que la paz en la región implica “autonomía política, comercial y militar”, al tiempo que criticó las políticas de EEUU.

La mandataria hondureña, que recibió la presidencia del primer ministro de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves, es también es presidenta pro témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), expresó que como digna representante de la resistencia hondureña asume con honor esta nueva etapa ante la Patria Grande.

“Reafirmo mi compromiso ineludible por la paz. Este 2024 cumplimos diez años de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, ratificada en la segunda cumbre de la Celac realizada en la Habana, Cuba”, afirmó.

Destacó que en la última década la región se ha enfrentado a grandes dificultades y, sin embargo, “se ha logrado mantener la costumbre histórica de ser una zona libre de conflictos armados y bélicos”.“Los problemas y las diferencias de los países de este bloque deben de ser resueltos entre nosotras y nosotros mismos, sin intromisiones o presiones externas, con el diálogo como herramienta y pensando siempre en el bienestar regional y la autodeterminación de los pueblos”, enfatizó.

Tras resaltar que los territorios de paz están libres de conflictos, y son espacios de justicia, memoria y verdad, recalcó que la paz de Latinoamérica debe estar basada en los principios y a la no injerencia a los asuntos internos de cada Estado, en los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos.

“Debemos fomentar la amistad, la cooperación y el intercambio entre nosotras y nosotros. América Latina tiene en mí a una defensora por la paz”, aseveró.

Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel, aseveró que para avanzar en la integración es esencial preservar la paz, “una condición fundamental para el disfrute de todos los derechos humanos, en particular, el derecho supremo a la vida”.

Añadió que la región debe concentrar toda su capacidad, inteligencia y recursos en enfrentar a “los verdaderos enemigos de nuestra especie: el hambre, la pobreza, el cambio climático, el analfabetismo. las enfermedades, el agotamiento de los recursos naturales y la creciente marginación a la que está sometida la inmensa mayoría de la población mundial”.

La visión de la ONU 

Durante la inauguración.el secretario general de la ONU, António Guterres, rindió homenaje a América Latina y el Caribe por su condición de continente de paz en un mundo en guerra y reconoció los esfuerzos de la Celac al respecto.

Guterres insistió en la necesidad de preservar el espíritu de solidaridad para la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, la cohesión social y frente a la emergencia climática y exaltó los lazos de unidad que apoyaron el proceso de paz en Colombia o la Declaración conjunta para el diálogo entre Venezuela y Guyana. “Sin embargo, ambos casos también subrayan que la implementación requiere esfuerzos sostenidos. Y  sabemos que la paz es mucho más que la ausencia de conflicto armado”, agregó.

El funcionario advirtió sobre la expansión de la delincuencia violenta y organizada y el tráfico de armas, devenidos en una de las amenazas a la seguridad más importante para la región y recordó el impacto de estos desafíos en Ecuador y Haití, donde la “situación que ya es desastrosa empeora día a día”: Las pandillas mantienen al país como rehén y utilizan la violencia sexual como arma. Mientras tanto, el plan de ayuda humanitaria de la ONU para esa nación necesita un fuerte apoyo financiero, agregó.

Guterres mencionó los retos de los pequeños estados insulares en desarrollo frente a un sistema global no logra proporcionar financiamiento asequible a largo plazo a los países necesitados. Finalmente, hizo un llamado a un contrato social renovado, basado en la confianza, la justicia y la inclusión y anclado en los derechos humanos, en todas sus dimensiones.

“En todo el mundo, el autoritarismo y el extremismo están creciendo, la democracia y el espacio cívico se están erosionando mientras la desinformación y el discurso de odio se ven potenciados por las nuevas tecnologías”, alertó.

Celac reunió antes a sus líderes durante la cita que la vio nacer en Caracas, Venezuela (2011) y sucesivamente en las cumbres de Santiago, Chile (2013); La Habana, Cuba (2014); Belén, Costa Rica (2015); Quito, Ecuador (2016); Punta Cana, República Dominicana (2017); Ciudad de México, México (2021) y Buenos Aires, Argentina (2023).

El genocidio

El mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva  pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, que acepte una moción de la Celac para ponerle “un fin inmediato al genocidio” en la Franja de Gaza, donde han muerto más de 30 mil personas, en su gran mayoría civiles.”La tragedia humanitaria en Gaza requiere de nosotros la capacidad de ponerle un basta al castigo colectivo que Israel le impone al pueblo palestino”, dijo Lula en la Cumbre.

Por su parte, el presidente colombiano Gustavo Petro, acusó a Francia, Alemania, EEUU, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) de apoyar un genocidio contra la población palestina en Gaza.”Alemania apoya el genocidio, y Francia, y la Unión Europea, y el Reino Unido, y sobre todo Estados Unidos en su versión demócrata, apoyan tirar bombas sobre la gente, porque están haciendo una demostración sobre la humanidad toda”, dijo.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que debatirán sobre la ineficacia de la justicia internacional para detener la masacre diaria de palestinos. Se preguntó “dónde está la justicia internacional para proteger al pueblo de Gaza” y señaló que sólo sirve para “favorecer los intereses del imperialismo norteamericano, de Europa y de Occidente, para tapar los crímenes de los asesinos que mandan a masacrar”..

Asimismo, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, calificó de genocidio las muertes a manos de las fuerzas armadas de Israel de miles de palestinos y pidió ayuda humanitaria para ese pueblo. Reconoció la existencia de una crisis humanitaria y la necesidad de que los países se unan en su resolución de adoptar medidas que impulsen la paz.

Se refirió a la importancia de apoyar la democracia y el desarrollo del mundo, y alertó sobre las ambiciones de algunos Estados de dictar a otros lo que deben hacer.

*Sociólogo  y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)