Esequibo: hay diálogo entre Venezuela y Guyana
Victoria Korn
Tras varias semanas de tensión política, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, se reunieron en San Vicente y Las Granadinas, para suavizar las tensiones por el conflicto sobre el Esequibo, un territorio rico en petróleo y minerales, y cuya posesión reclama Caracas.
Tras la culminación de la cita presidencial, se realizó una declaración conjunta de Argyle “Por el Diálogo y La Paz entre Guyana y Venezuela”, un documento de once puntos en el que ambos países se comprometen a mantener el diálogo y la paz para resolver la disputa territorial de la Guayana Esequiba.
Los debates fueron facilitados por el Primer Ministro de San Vicente y Las Granadinas y Presidente pro-témpore de la CELAC, Ralph Gonsalves, el Primer Ministro de la Commonwealth de Dominica y presidente de la CARICOM, Rossevelt Skerrit, junto al canciller brasileño Celso Amorim, enviado por el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva.
Maduro, en su reunión con los voceros de la Comunidad del Caribe (Caricom), reiteró la voluntad de Caracas de resolver el conflicto por vías pacíficas. Mencionó el diálogo permanente con presencia de Brasil, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el Caricom y reivindicó el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, como única vía para solucionar la controversia sobre el Esequibo, que data de hace 120 años.
En la Declaración Conjunta entre Venezuela y Guyana, aprobada por todos los asistentes al diálogo de alto nivel en San Vicente y las Granadinas, ambos presidentes se comprometieron a no amenazarse ni utilizar la fuerza entre ambos, relacionado con la disputa entre ambas naciones y acordaron que cualquier controversia entre los estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
También asumieron un compromiso con la búsqueda de la buena vecindad y hermandad entre América Latina y el Caribe, continuar el diálogo sobre cualquier otro asunto pendiente, de importancia mutua para los dos países y de abstenerse, ya sea de palabra o de hecho, de intensificar cualquier conflicto o desacuerdo derivado de cualquier controversia entre ellos.
Los mandatarios acordaron establecer una comisión conjunta de los ministros de relaciones exteriores y técnicos de los dos estados para tratar los acuerdos mutuamente acordados y reunirse en Brasil en los próximos tres meses o en otro momento acordado para considerar cualquier asunto con implicaciones para el territorio en disputa incluida la mencionada actualización de la Comisión Mixta.
En una conferencia de prensa celebrada entre reuniones, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, dijo a los periodistas que había esbozado en la reunión con Maduro la “posición clara de Guyana de que somos un país y un pueblo respetuosos de la paz. No tenemos otra ambición que buscar la coexistencia pacífica con Venezuela y todos los países de esta región”. “Dejamos muy claro que Guyana no es el agresor, Guyana no busca la guerra”, añadió, “pero Guyana se reserva el derecho de trabajar con todos nuestros socios para garantizar la defensa de nuestro país”.
Diálogo directo
Maduro recalcó la posición histórica de Venezuela sobre la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Destacando que dicha instancia “resuelve casos, pero no controversias, por lo cual siempre queda el conflicto en el camino“. Reafirmó que como otros 119 países, Venezuela no reconoce la jurisdicción de la CIJ.
Durante la jornada, los jefes de Estado se reunieron, previamente, y por separado, con representantes de la CELAC y CARICOM. Estas organizaciones sumaron sus voluntades para participar en las negociaciones. A los encuentros también asistieron los primeros ministros de Dominica Roosevelt Skerrit; de Granada Dickon Mitchell; de Santa Lucía Philip Joseph Pierre; de Barbados Mia Amor Mottley, de Bahamas Philip Edward Davis y de Trinidad y Tobago Keith Rowley.
Maduro y Ali comenzaron el diálogo en Kingstown tras realizar sendos encuentros con líderes de la Comunidad de Estados del Caribe (CARICOM) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) –impulsores de la reunión junto al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tras varias semanas de tensión entre Caracas y Georgetown.
El mandatario venezolano había expresado más temprano sus intenciones de aprovechar lo más posible el día para limar asperezas con las autoridades guyanesas: “Vengo con un mandato del pueblo de Venezuela, una palabra de diálogo, una palabra de paz, pero a defender los derechos del pueblo, de nuestra patria”, sostuvo Maduro al llegar al Aeropuerto Internacional de Argyle.
La controversia escaló el 3 de diciembre luego de un plesbiscito en Venezuela, en el que el 95 por ciento de los ciudadanos que fueron a votar aprobó la anexión del territorio Esequibo. En consecuencia, las autoridades del país anunciaron la creación del estado de Guayana Esequiba y la publicación de un nuevo mapa oficial con este territorio integrado.
Pero el origen de los problemas se remonta a cuando Venezuela se independizó oficialmente de España en 1811. En ese entonces, el Esequibo estaba bajo su dominio pero, años después, los británicos tomaron posesión de algunos territorios, que fueron ampliando hasta conformar la llamada Guayana Británica. Ante el rechazo de Venezuela, la disputa se resolvió mediante un arbitraje internacional, que en 1899 estipuló con el llamado Laudo Arbitral de París que el territorio quedaba bajo dominio británico.
Venezuela declaró nulo décadas después el fallo y firmó con el Reino Unido el Acuerdo de Ginebra de 1966, que determinó crear una comisión para resolver la controversia. Ese mismo año, tras obtener su independencia de Reino Unido, Guyana pasó a controlar el Esequibo. El caso está en la actualidad ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Guyana asegura que respetará la resolución del tribunal internacional, pero Venezuela rechaza que el mismo tenga competencia para dirimir sobre la disputa.
Unas 125.000 personas viven en el Esequibo, en su mayoría miembros de la comunidad indígena arawako. Se trata de un territorio de 159.500 kilómetros cuadrados, que abarca dos terceras partes de Guyana y prácticamente seis de las diez regiones que componen el país. Posee reservas minerales de oro, bauxita, diamantes, cobre y hierro, entre otras, albergando la mina de oro Omai, una gran fuente de ingresos para Guyana. También cuenta con una variada flora y fauna, importantes recursos hídricos y un terreno fértil con gran potencial agrícola.
Pero lo más importante es que sus aguas territoriales contienen grandes reservas de petróleo y gas natural, la mayoría concentradas en el bloque Stabroek. Desde que en 2015 la empresa estadounidense ExxonMobil descubriera crudo en esa zona, Guyana pasó de ser uno de los países más pobres de Sudamérica al de mayor crecimiento económico del mundo (57,8 % en 2022).
Estas reservas, que se estiman en unos 11.000 millones de barriles de petróleo, fomentaron, junto a las cuestiones políticas, que las tensiones entre Georgetown y Caracas por Esequibo aumentaran hasta llegar a la actual crisis.
*Periodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)