Violencia e inseguridad, preámbulo de las elecciones ecuatorianas
Eloy Osvaldo Proaño
Una serie de acontecimientos, en torno a la criminalidad y seguridad pública, pusieron en jaque el orden público del Ecuador, que se prepara para las elecciones del 20 de agosto que definirán quién completará el período del destituido banquero-presidente Guillermo Lasso.
Grupos irregulares asesinaron al alcalde de Manta, Agustín Intriago, a la deportista Ariana Chancay y a otras treinta personas, impulsaron un motín carcelario en distintos penales, llevando al debate sobre la violencia criminal que azota al Ecuador, un país que en plena crispación social por la inseguridad.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, denunció que integrantes del organismo electoral han recibido llamadas amenazantes, incluso “de muerte” en las últimas horas. Curiosamente, la Embajada Británica rechazó, en un comunicado, “el acoso y las amenazas que han recibido los miembros del CNE y de sus delegaciones provinciales de cara al próximo proceso electoral”.
A Lasso le quedan pocas semanas en el poder y su capacidad para enfrentar la situación de inseguridad pública está por demás mermada. Estuvo más preocupado por asuntos financieros y por poner orden en las cuentas nacionales, en imponer una reforma tributaria y una reducción de impuestos a ciertos sectores, en momentos en los que el Poder Legislativo está disuelto, tras decretar la muerte cruzada (elecciones anticipadas para presidente y parlamento).
El 20 de agosto también se elegirán nuevos asambleístas para completar el período legislativo que fue relevado a los legisladores destituidos por la muerte cruzada.De ellos, alrededor de la mitad, son candidatos que buscan volver a la Asamblea Nacional camuflados tras el alboroto de unos pocos días de proselitismo por la campaña presidencial.
Setenta legisladores, corresponsables de los bajos índices de popularidad del Parlamento, aspiran a reelegirse. El correísmo y los socialcristianos, por ejemplo, candidatizaron casi a la totalidad de sus asambleístas cesados. Otros oportunistas estarán en la papeleta de partidos políticos distintos a los que otrora representaban.
Todos los candidatos asumen que el principal problema que deberán enfrentar apenas lleguen al gobierno es el de la inseguridad ciudadana, tema novedoso para la política ecuatoriana más acostumbrada a las crisis sociopolíticas y los levantamientos indígenas, pero no al auge delictivo. El problema trasciende a esta nueva elección, de por medio está el deterioro de la democracia formal ecuatoriana.
Los bajos índices de credibilidad, particularmente de la Asamblea Nacional, están relacionados a su agenda legislativa y de fiscalización subordinada a los intereses de las élites o al vaivén de apetitos personales de desconocidos asambleístas que actúan como servidumbre de poderosos a cambio de migajas de poder.
La dolarización
Los ocho candidatos a la presidencia de Ecuador ofrecen mantener la dolarización. La mayoría la defiende de forma clara, pero también hay quienes muestran matices preocupantes.
Otto Sonnenholzner en 2020 cuando fue vicepresidente de la República señaló que “creer que el modelo de dolarización ha sido negativo para el país hay que estar un poco locos, ciegos o no tan inteligentes”; y Xavier Hervas en la campaña de 2021, expresó que “no solamente (hay que) cuidarla o fortalecerla. Esa grave crisis económica lo terrible que hubiese sido sin la dolarización”.
La favorita Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana, un movimiento crítico con la dolarización, también aseguró que la fortalecerá. Aunque su compañero de binomio, Andrés Arauz, propone la ecuadolarización: “una especie de convertibilidad electrónica. Más bien los dólares sean absorbidos y puedan ser utilizados para pagos internacionales”.
El Yasuní
El 20 de agosto los ecuatorianos asistirán también a una consulta popular para definir el futuro del Yasuní, la zona de mayor diversidad biológica del mundo, declarado Parque Nacional, Reserva de la Biósfera por la Unesco y además zona intangible Tagaeri Taromenane. Existen 271 especies de anfibios y reptiles, más de 600 de aves, más de 150 de mamíferos, más de 250 de peces y dos mil de árboles y arbustos.
En la Amazonía ecuatoriana se han dado alrededor de 900 derrames de petróleo entre el 2015 y 2021 con consecuencias para la salud de la población y la contaminación de la naturaleza y el agua. La explotación del ITT no es rentable, el propio ministro de Energía, Santos Alvite, dijo sobre el Yasuní-ITT: “Encontraron brea, un crudo pesadísimo, una verdadera melcocha que no puede moverse al oleoducto”.
La verdad es que lo que sale del ITT en recursos económicos -148 millones de dólares anuales-, representa menos del 0,5% del Presupuesto del Estado. Pero si el gobierno decide eliminar las exoneraciones tributarias (subsidios) al 10% más rico del país (banqueros, grandes empresarios), tendría más de 598 millones de dólares anuales.
En abril de 2023 Petroecuador admitió ante la Corte Constitucional que no tenía la tecnología para explotar el crudo pesado del bloque 43. Las consecuencias del cambio climático han generado varios desastres naturales: aluvión en Quito, deslizamiento en Alausí, inundaciones en Esmeraldas, Ibarra, Guayaquil, etc. Por ello es importante organizarnos y decir Sí a la vida, Sí al Yasuní.
Inseguridad, pasto para los guerreristas
El ‘outsider’ guerrerista Jan Topic lanzó su candidatura utilizando un lenguaje de mano dura y muchos medios internacionales lo vieron como un competidor natural contra el correísmo progresista. El discurso populista de derecha de Topic, con especial énfasis en el tema de la seguridad, supuso que podría estar disputando la presidencia en una segunda vuelta, pero no ha levantado ni en las encuestas ni en la opinión pública.
Otros candidatos -sobre todo Luisa González (de Revolución Ciudadana) y Yaku Pérez (del Movimiento Agua) -fueron desarrollando su discurso para tranquilizar a sus votantes, con una postura que combina la represión policial con un discurso de prevención, atención social y mejora de educación, pero Fernando Villavicencio, propuso una megacárcel en la selva. Topic y Villavicencia quieren mostrarse como seguidores del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
La propuesta del correísmo es, precisamente, recordar el pasado “feliz”, la situación de bienestar público en materia de seguridad que se vivió durante los años de sus gobiernos (2007-2017).
Sonnenholzner, quien contrató a uno de los asesores de Bukele, intenta posicionarse desde un discurso centrista, potable incluso para el correísmo ‘light’, para desde allí lanzar un reto bajo la amenaza de “nos vemos en segunda vuelta”, y así ganar los votos del anticorreísmo de derecha que disputa con Villavicencio, para ganarle al líder indígena Yaku Pérez (que en 2021 llegó al 19 %) y pasar a segunda vuelta.
Yaku Pérez suspendió su campaña por duelo, debido al asesinato del alcalde de Manta y ha incorporado elementos represivos a su discurso indigenista y ecologista.
Colofón
En un clima de fuerte apatía política y altos niveles de indecisión, 13,4 millones de electores acudirán a las urnas para elegir presidente y vicepresidente, y a 137 miembros de la Asamblea Nacional -por método de reparto Webster con 24 circunscripciones provinciales-, quienes estarán en el cargo sólo hasta la finalización del mandato en el año 2025. Son elecciones extraordinarias a raíz de la “muerte cruzada” invocada por el banquero-presidente Guillermo Lasso.
El sistema electoral ecuatoriano prevé dos vueltas para las presidenciales. Si ningún candidato supera el 40 % y 10 puntos de diferencia con el siguiente deberá celebrarse un balotaje. A poco más de una semana de las elecciones, las encuestas muestran que Luisa González, amplia favorita, no tiene asegurada la diferencia que evite la segunda vuelta electoral.
*Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)