Se complica la primaria opositora en Venezuela

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Marcos Salgado | 

La primaria organizada por un sector de la oposición para definir candidato presidencial parece ir de mal en peor. Aunque los organizadores confirmaron que se presentarán 14 candidatos, uno de los personajes que aparecía con buenas perspectivas en sondeos previos decidió ir por afuera y otros están inhabilitados por mandato de la Contraloría General, y entonces no se podrían presentar como candidatos en la elecciones del 2024 en caso de ganar la interna.

A esto hay que sumarle que hay otro sector de la oposición, que hoy tiene representación parlamentaria y que ya presentó un candidato único en las presidenciales de 2018 que sigue por fuera de todo este proceso de primaria y que se estima repetirá esa estrategia y de nuevo dividirá votos opositores.

La oposición casi nunca reconoció al chavismo como el adversario, sino un enemigo a destruir a cualquier precio, incluso cuando Hugo Chávez tenía 70 por ciento de popularidad. No ha logrado una renovación de figuras ni un cambio en las posturas políticas extremas. Quien pretende sacar provecho de esa situación es un popular cómico llamado Benjamín Rausseo,  más conocido como Er Conde de Guácharo: el que se va por fuera.

Benjamin Rausseo, candidato “outsider”.

En suma, la unidad opositora para tratar de enfrentar al chavismo está más lejos que nunca, mientras la estrategia del sector de la oposición que ahora intenta lavarse la cara con la primaria pero que viene de apoyar con fuerza al golpista Donald Trump personificado en lo interno por Juan Guaidó parece ir de mal en peor.

¿Porque afirmamos esto? En febrero, cuando se lanzó la primaria, lo que asomaba como novedoso era la posibilidad de que esta elección interna sirviera para repolarizar a la oposición. Una pócima para superar el desencanto de la masa opositora a la que una y otra vez su dirigencia le dijo que estaban a nada de terminar con el gobierno de Maduro, y fracasaban. Una y otra vez.

Imaginemos un escenario donde en una interna participen varios millones de personas. Independientemente del candidato que gane, eso mostraría una polarización que hoy no existe y hasta obligaría al chavismo a hacer lo propio, es decir, a repolarizar a los suyos, a volver a movilizar con más fuerza.

Pero ese escenario parece bien lejos. Con María Corina Machado y Henrique Capriles Radonsky inhabilitados es posibles que las tan mentadas primarias terminen siendo un desierto. ¿Cuántos puede emocionarse y movilizarse, superar el clima de desmovilización, para ir a votar a una interna por un candidato o candidata que finalmente no se podrá presentar en la general? ¿Sería útil un voto así?

Actos en el interior del país, la estrategia principal de Machado. (Twitter Vente Venezuela)

Esto abre muchas especulaciones y escenarios. Todavía hay un plazo vigente para que los candidatos anotados declinen en favor de otros y se formen alianzas. Así no se puede descartar la posibilidad de un “tapado” para superar todo este mar de dudas. Algunos piensan en cierto gobernador que ya fue candidato presidencial para eso.

Por otro lado está lo que pueda pasar con la incipiente presión internacional sobre el gobierno venezolano por la inhabilitación de candidatos, especialmente de María Corina Machado, aunque esto por ahora parece débil. Se pronunciaron políticos de ultraderecha y algunos ex “presidentes” como la boliviana Jeanine Añez, personajes que bien vale preguntar si ayudan o son en realidad un salvavidas de plomo. Mientras, a nivel de gobiernos y especialmente en la región latinoamericana hay silencio. Es que el que se quema con leche ve una vaca y llora. El fracaso estrepitoso de la estrategia Trump contra Venezuela dejó mal parado a muchos gobiernos y a nadie le gusta repetir errores.

Encuestas
Según la encuesta de Poder y Estrategia a comienzos de este mes, la precandidata con más posibilidades de vencer en la interna opositora es María Corina Machado, pero tiene apenas el 9,4 por ciento de los votos, mientras el 28 por ciento votaría por “ninguno” y el 22 por ciento “no sabe”. Solo un 4,1 por ciento apoyaría a Henrique Capriles.

Machado lidera el partido Vente Venezuela y desde hace más de 20 años ejerce una furibunda oposición antichavista, con posturas de ultraderecha: admiradora y amiga de los ultraderechistas argentinos Patricia Bullrich (otra que se solidarizó, como Añez) y Javier Milei, tuvo estrechas relaciones políticas con los expresidente de Colombia Álvaro Uribe y su sucesor Iván Duque.

María Corina Machado con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. Aliados. (Facebook Álvaro Uribe)

Anticomunista fanática, fue parte del golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez, y admiradora de la ultraderecha española:“Tenemos grandes aliados en España que han sido aliados de la democracia y la libertad. Tengo grandes amigos en el PP y VOX. Creo que España fortalecerá la institucionalidad, la democracia y la integridad como nación”, aventuró en su momento.

Cuando Jair Bolsonaro llegó al poder en Brasil, Machado le escribió una carta pública: “Vemos en su próximo gobierno una oportunidad que va más allá de las fronteras del Brasil, ya que su mensaje se proyecta hacia aquellos países de América Latina en donde regímenes dictatoriales pretenden eternizarse en el poder, como es el caso de Nicaragua, Bolivia, Cuba y Venezuela”. Pero Bolsonaro ya no atiene en el Palacio de Planalto.

Inhabilitada

La Contraloría General inhabilitó a Machado para ejercer cargos electivos por 15 años por una investigación patrimonial en la que, según la institución, hubo errores y omisiones en las declaraciones juradas.

Según la auditoría patrimonial, Machado no justificó el origen de aproximadamente la mitad de los fondos que administró, en cuentas bancarias y notas de crédito en bancos nacionales, y en el Cayman Branch, banco asociado a la entidad local Venezolano de Crédito.

Pero en Caracas colocan otro tema junto al administrativo, y es la participación de Machado en maniobras con recursos del estado venezolano bloqueados por Estados Unidos y que se pusieron en manos de Guaidó.

La misma contraloría en un escrito reciente enumera estos casos, aunque indirectamente lo desliga de la sanción de inhabilitación. Son los casos de la expropiación de estatal petrolera Citgo por parte del gobierno de Estados Unidos y la quita del control del Estado venezolano de su empresa Monómero en Colombia -ahora devuelta por el presidente Petro-, de impedir la llegada de vacunas, de bloquear fondos de Venezuela en el extranjero y de causar migración masiva de población al haber solicitado sanciones contra el país.

El flaco

Pese a los esfuerzos internos y externos para que Machado se lleve todas las luces del show, el precandidato opositor más conocido entre los 14 que se presentaron es Henrique Capriles Radonski del partido Primero Justicia, derrotado por Hugo Chávez poco antes de morir en 2012 y por Nicolás Maduro en 2013 cuando denunció fraude sin pruebas y llamó a una rebelión sui generis que terminó con varios partidarios del chavismo asesinados.

Henrique Capriles en las protestas violentas de 2017.

En 2017, Capriles  fue inhabilitado por la Contraloría General hasta 2032, acusado de aceptar donaciones, contratar sin licitar cuando fue alcalde del municipio metropolitano de Baruta y no presentar el proyecto de ley de presupuesto en el año 2013, cuando era gobernador del estado Miranda. De ganar la interna, a menos que medie alguna negociación política (el mismo plantea ese escenario como posible) no podría presentarse a la elección presidencial.

Así, con una oposición sin recambio de figuras que insiste con personajes desacreditados entre sus desesperanzados votantes, el chavismo mantiene un piso de votantes que, aunque se ha devaluado sigue siendo el más importante y en varios escenarios alcanzó para definir elecciones. Las movilizaciones en torno a la Machado en el interior y la de la presentación de la candidatura de Capriles en Caracas son todavía muy pequeñas para inferir -como hacen medios interesados- que sean el comienzo de un clímax electoral.

En suma, no son buenas las perspectivas para la oposición para 2024, tiene muchos problemas para resolver. Esto abre otro escenario: que la estrategia la asuma nuevamente y directamente la Casa Blanca, justo cuando los demócratas tienen que intentar retener el gobierno. Interrogantes que se irán revelando en este segundo semestre de 2023.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)