Gobierno y oposición de Venezuela firman acuerdo para rescatar fondos bloqueados
Marcos Salgado |
Luego del espaldarazo de los presidentes de Francia, Colombia y Argentina, el gobierno de Venezuela y el sector más díscolo de la oposición venezolana firmaron un acuerdo que se venía cocinando en silencio, y que destrabaría la devolución de parte de los fondos del Estado venezolano represados en el exterior, en países que desconocieron en su momento a Nicolás Maduro como jefe de Estado.
Inmediatamente, Estados Unidos flexibilizó las restricciones para la operación de la petrolera Chevrón (trasnacional estadounidense) en Venezuela.
“La firma del Segundo Acuerdo Parcial entre el Gobierno bolivariano que presido y la Plataforma Unitaria de una de las oposiciones, abre paso a un nuevo capítulo para Venezuela, en función de seguir avanzando hacia la paz y el bienestar que todas y todos los venezolanos anhelamos”, indicó el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
“Por vía de este acuerdo estamos rescatando más de 3.000 millones de dólares que van directamente al financiamiento de educación, salud, electricidad, a la atención directa de las víctimas de las tragedias por las lluvias torrenciales que ha sufrido Venezuela en los últimos meses por culpa del llamado cambio climático”, dijo el presidente de las Asamblea Nacional y jefe del diálogo por el gobierno, Jorge Rodríguez.
La decisión de la Casa Blanca de aliviar las sanciones impuestas desde 2017 y autorizar algunas operaciones de empresas estadounidenses es un paso positivo en este sentido que, según los analistas, están basadas en la urgente necesidad de Washington de acceder a las reservas venezolanas de petróleo.
Ello no quita el hecho de que las medidas de presión financiera contra Venezuela son en todo punto ilegales y deben levantarse. Incluso el artículo 19 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) señala que “ningún Estado o grupo de estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro”.
Este principio excluye la fuerza armada y cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen.
Otros acuerdos
El segundo acuerdo parcial firmado el sábado en un hotel de la ciudad de México bajo la mirada del mediador por el Reino de Noruega, Dag Nylander y el canciller local, Marcelo Ebrard, prevé la creación de “un mecanismo práctico, dirigido a abordar necesidades sociales vitales y atender problemas de servicios públicos, con base en la recuperación de recursos legítimos, propiedad del Estado venezolano, que hoy se encuentran bloqueados en el sistema financiero internacional”.
Ambos lados acordaron la creación de una Mesa Nacional de Atención Social, que servirá como un “organismo técnico auxiliar de la mesa de diálogo y negociación, que trabajará en la concreción de acciones y programas específicos de atención social para el pueblo venezolano”.
“Es una esperanza para toda América Latina. Son buenas noticias cuando hay diálogo, mediación”, dijo el canciller Ebrard.
Según el jefe negociador por la oposición, el ex alcalde Gerardo Blyde, los fondos recuperados serán administrados por las Naciones Unidas “con un marco programático de proyectos y obras a ejecutar”. Nylander añadió que se utilizarán para implementar medidas de protección social, mediante autorizaciones que competen a los gobiernos de los países donde se encuentran (secuestrados) esos recursos.
En septiembre de 2021 el gobierno y la oposición en Venezuela acordaron reanudar los diálogos bilaterales, con una agenda integrada por siete puntos, entre ellos el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos en 2017, que incluyen un embargo petrolero y el bloqueo de activos.
Sin embargo, unas semanas después los contactos se interrumpieron por decisión de las autoridades venezolanas, luego de que se anunció la extradición a Estados Unidos de Alex Saab, designado por el gobierno de Maduro como su representante diplomático, y quien en 2020 fue detenido en Cabo Verde, mientras hacía una escala en un viaje humanitario hacia Irán.
El principal punto de este entendimiento estriba en el desbloqueo de los fondos del Estado venezolano retenidos ilegalmente en el sistema financiero internacional a partir de que el ex presidente Donald Trump decretó una serie de medidas unilaterales de aplicación extraterritorial, destinadas a destruir la economía de Venezuela y precipitar la caída de su gobierno, a semejanza de lo hecho con el prolongado asedio contra Cuba.
La culminación de la estrategia golpista diseñada en la Casa Blanca se dio el 23 de enero de 2019, cuando el entonces diputado Juan Guaidó se autoproclamó presidente de Venezuela y, con el respaldo de Washington y sus aliados, comenzó a usurpar en organismos multilaterales los espacios del gobierno elegido democráticamente, así como a apropiarse de los fondos depositados por su país en el extranjero.
La complicidad internacional con Estados Unidos y su títere Guaidó ha tenido episodios tan vergonzosos como el fallo judicial a favor de entregar las reservas de oro venezolanas resguardadas en Gran Bretaña a este personaje inefable.
Permisos a Chevrón
Apenas difundidos los términos del acuerdo, la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos dijo que le iba a permitir a Chevron – la segunda petrolera más grande del país- reanudar la extracción en Venezuela.
“Esta acción refleja la política de larga data de EE.UU. de proporcionar un alivio a sanciones específicas basándose en medidas concretas que alivien el sufrimiento del pueblo venezolano y apoyen la restauración de la democracia”, dijo en un comunicado del Departamento del Tesoro.
Tras la difusión de la medida, algunos medios aseguraron que las operaciones de Chevron en Venezuela están condicionas a que no deben generar “ganancias” para la petrolera estatal venezolana, PDVSA. Especialistas en el tema adscritos a la oposición aclararon que, en rigor, ni antes ni ahora Chevrón paga regalías directas a PDVSA, sino que lo hace a través de empresas subsidiarias.
La abogada y activista María Alejandra Díaz Marín tuiteó: “Diálogo, acuerdo y licencia a Chevron para que extraiga petróleo venezolano sin pagar regalías ni impuestos al país y sin pagar dividendos a PDVSA. Chevron opera y comercializa el petróleo. El gobierno deroga de facto la Ley Orgánica de Hidrocarburos. ¡Tanto nadar para morir en la orilla!”.
En ambos casos, el de las licencias y el del uso de los fondos en el exterior, Venezuela se ha visto obligada a aceptar un alivio en lugar de un levantamiento de las sanciones, en razón de las necesidades de su población y porque la retención de los bienes del Tesoro Nacional ha sido realizada, de manera forzada, por unas potencias con un inmenso poderío militar que las acoraza. Decisiones pragmáticas necesarias, pero que deben ser explicadas al país, señala el analista Leopoldo Puchi.
La reunión en México fue, como antes en la firma del primer acuerdo en 2021, más una puesta en escena formal de negociaciones que se realizaron antes y con bajísimo perfil, que una rueda operativa de diálogos.
Pero lo cierto es que esta vez sí pueden mostrarse resultados concretos, que habrá que verificar en la práctica. Para Jorge Rodríguez, expresó que este Acuerdo es el más importante que se haya firmado en la historia de Venezuela. Grandilocuencia o no, está claro que es un acuerdo que descomprime en lo interno, y que otorga el primer respiro importante (aunque parcial y limitado) al ahorcamiento del bloqueo de los Estados Unidos y aliados sobre las finanzas de Venezuela.
*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)