Marcelo Ebrard, canciller y precandidato: “Ya no se puede suponer que desde una postura conservadora se va a triunfar en una elección”
Ángel Velázquez – La Jornada
–¿Hay deudas morales en la política? ¿Te la deben?
El precandidato arquea la ceja izquierda, se inclina un poco y explica: “Puede haberlas, pero en este caso no podríamos enfocarlo así. No, no hicimos un pacto –Andrés Manuel López Obrador y él–. No dijimos: ‘Tú me ganaste por 1.8 por ciento en la encuesta y a cambio de eso [Ebrard no reclamó] me das un cheque que diga que tendré la candidatura cuando sea posible’.
“Lo que sí se hizo fue actuar con base en una confianza y un respeto mutuos. En política la confianza es muy difícil, ¿por qué? –se pregunta y responde–: ya sabes que buena parte de la política se construye sobre la traición. Ahí esta el libro El elogio de la traición, pero yo diría que la base de la política en la que yo creo está construida sobre la base de la confianza que va dando solidez a las relaciones entre las personas.
“Hemos pasado tantas cosas –se refiere a él y al presidente López Obrador–. ¿Qué te digo?, el 2000 y la ola azul –sonríe con sarcasmo para referirse al PAN–. Yo estaba en el PCD (Partido de Centro Democrático) y tenía un muy bajo porcentaje de votos, así que decidí apoyar a Andrés porque, si no, ¡imagínate la ciudad en esas manos! Luego la destitución por el caso Tláhuac, después le dije que iban por él y vino el desafuero, y más tarde la protesta en Reforma.
Luego sobrevivir a los seis años de Felipe Calderón en una tensión permanente. Imagínate, todos esperaban que el gobierno de la ciudad se aliara con el federal y se dejara controlar. Jamás hicimos eso porque entiendo que representamos una causa. Y así, esta es una muy larga historia de la relación política y personal construida con base en la confianza mutua.
Ebrard reniega de quienes hacen política despojados, supuestamente, de ideologías, y que navegan por mares de superficialidad. Yo no creo en eso, y no pienso convertirme hoy en una persona de esa naturaleza y defiende a la 4T como una ideología emergente.
¿Qué tenemos que hacer ideológicamente hablando?, pues defender a la Cuarta Transformación. Los que formamos parte de ella es en lo que creemos, si no, ¿para qué has luchado toda tu vida? Hay que consolidar la 4T, hay que hacerla crecer, garantizar que haya crecimiento económico, que haya realmente bienestar en el país. Hay muchas cosas que hacer defendiendo nuestra forma de ver las cosas.
–Como ya platicábamos, no es la primera vez que intentas ser candidato, ¿por qué la insistencia?, ¿por qué lo del piso parejo?
–Toda mi vida me he preparado para el servicio público y pienso que puedo hacerlo bien. Tengo ideas, una idea muy clara de qué hacer. México va a tener una oportunidad muy grande en esta década. Lo sintetizo: tuvimos una en la que hubo una gran oportunidad de crecimiento económico, cuando por ejemplo se vino a México la industria automotriz, la siguiente oleada se fue a China. Los teléfonos celulares, las pantallas, eso no pasó por México.
“Hace unos días fui a visitar a unos jóvenes que hicieron una empresa que se llama Indira, que hacen drones muy sofisticados, es una de las mejores empresas del mundo, son 200 ingenieros mexicanos. Te lo menciono porque ahora están haciendo, casi-casi, las tarjetas de circuitos que se habían ido a China, y si se instala, como me dijeron, una planta ensambladora de esos circuitos, todo se hará en México, que aparece como un país con una gran posibilidad, tenemos una oportunidad grande para lograr una tasa de inversión, de crecimiento y de innovación. Eso lo tenemos que aterrizar, y hay que seguir con el diseño social.
“Los compromisos de la Cuarta Transformación, fuera del tema de excluir, impedir, erradicar la corrupción de la vida pública en México, y reducir los privilegios, es crear crecimiento económico a suficiente ritmo y amplitud para que suba… para que salgamos del estancamiento en el que hemos estado por el neoliberalismo. Estuvimos 30 años con crecimientos muy mediocres. No quiero extenderme más, pero hay una gran oportunidad para que se tengan recursos, inversiones y crecimiento económico que consolide la 4T a una gran escala y haga crecer a las clases medias y se reduzca la pobreza. Finalmente eso es lo que queremos.”
–¿Y el piso parejo para la contienda interna?
–Piso parejo para que la competencia sea justa. De por sí, podemos decir que las posiciones de arranque ya tienen una cierta… como pesos relativos distintos, digamos. La administración pública del Gobierno de la Ciudad de México es muy grande; la Secretaría de Relaciones Exteriores es la más pequeña, eso significa un peso estructural, y en eso ya hay cierto desbalance, que también está dado por los cargos que cada quien desempeña.
“Ahora bien, ya en la competencia va a ser crucial, porque en la reunión de Toluca se habló de unidad. Va a ser crucial que todo el mundo vea que hay condiciones iguales para todos los que quieran competir. Caso contrario, se te va a ir tensado mucho el proceso por la sensación de que hay injusticia o injusticias.
“Entonces, yo creo que, primero, todos los que quieran participen; segundo, que las condiciones de la contienda sean iguales; tercero, que el uso de los recursos establecidos por la ley se cumplan, no podemos usar recursos públicos, entonces lo que se haga lo tienes que pagar tú. En fin, que haya condiciones de competencia que hagan que todo el mundo se sienta que estamos en un proceso justo y transparente.
“Se habla mucho de que alguno tiene mayor número de delegados del partido, que hay una cierta inclinación más hacia alguna de las o de los que estamos en este momento en la lista, pero lo cierto es que estamos empezando, y yo ya le dije a Malú Micher que esté al frente de nuestra comisión para asegurarnos de que va a iniciar en condiciones de igualdad la competencia.”
Ebrard confía en que Morena propicie una competencia equilibrada, pero sobre todo en la gente. “La renovación que se anunció en Morena hará que no cualquiera pueda entrar y representar a Morena, y menos para la candidatura de la que estamos hablando. Eso no va a pasar porque además hay que confiar en la gente. Yo no creo que la gente vaya a apoyar a alguien que no vea como un candidato consistente para representar a la 4T. Eso sería impensable.
“El tapadismo se acabó, yo llevo destapado no sé cuánto tiempo, el Presidente me destapó. A veces es difícil entender los cambios tan drásticos. Ojalá se aplique la encuesta que está en los estatutos.”
Recuerda: “La primera encuesta que se hizo para determinar a un candidato fue en 2011 y yo la propuse para hallar al candidato de las izquierdas. Los posibles éramos Andrés Manuel López Obrador y yo. Le dije: ‘¿qué tal si nos tomamos un café y te explico el rollo de las encuestas?’ Me dijo: ‘¿En qué estás pensando?’ Le expuse la idea, acordamos y nos atuvimos a los resultados. Así fue”.
–Y la oposición, ¿no cuenta?
–Yo creo que la derecha mexicana no está entendiendo el momento, y no porque sea muy complejo entenderlo, sino porque no tiene el contacto con la gente para explicarse por qué está sucediendo lo que está sucediendo. Creo que la mayor parte de la población, y eso explica el éxito y el respaldo de la población que tiene el presidente López Obrador, es su quehacer cotidiano con la gente. Ya no se puede suponer que desde una postura conservadora se va a triunfar en una elección, cuando el grueso de la sociedad piensa que lo que les propones fracasó, esencialmente fracasó. Te acuerdas que nos prometieron el oro y el moro…”