La inseguridad alimentaria se agudizará en Haití, Honduras y Colombia

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Rodolfo Koé Gutiérrez

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revelaron que Haití, Honduras y Colombia serán las naciones latinoamericano-caribeñas más afectadas por el hambre durante este año y que la situación se agravará entre febrero y mayo próximos

El informe titulado ‘Focos de Hambre’ sostiene que la falta de comida seguirá ganando terreno en Colombia, debido a la inestabilidad política, la pandemia, la crisis migratoria, el desplazamiento interno, y la inestabilidad regional.

En Honduras, la poca precipitación acumulada en 2021 por lluvias debajo del promedio en octubre y noviembre de 2021, y la crisis derivada de la pandemia son los dos principales motivos del empeoramiento de la inseguridad alimentaria en los meses por venir en el país, sobre todo en el Corredor Seco, donde las familias más pobres necesitarán asistencia humanitaria.

Aunque la producción de maíz disminuiría sólo un 3 % en comparación con la media de los cinco años anteriores, la reducción de 60 % que se espera en la producción de sorgo afectaría los medios de vida agrícolas. Además, según el Banco Mundial, el 32% de las personas empleadas perdió o abandonó su trabajo como resultado de las perturbaciones derivadas de la pandemia.

Por su parte, en Haití la crisis económica, la sucesión de cosechas por debajo de lo normal, la inestabilidad sociopolítica y la violencia de las pandillas exacerbaría los alarmantes niveles de hambre en el país, especialmente en los departamentos del sur. Al inicio de febrero de 2022 unos 4,3 millones de personas requieren ayuda alimentaria de emergencia y de marzo a junio el horizonte se agravaría para alcanzar a 4,6 millones de haitianos en esas condiciones.

La depreciación de la divisa haitiana y el alza de los combustibles y las materias primas erosionan más el poder adquisitivo de las familias, cuya canasta básica cuesta un 40 % más que hace un año por el aumento de los precios de los productos importados como el aceite vegetal, la harina de maíz y el trigo. Por otra parte, la inseguridad y la inestabilidad política seguirán siendo altas en los próximos meses, dificultando el acceso y las operaciones humanitarias, señala el informe.

De acuerdo con el estudio de necesidades humanitarias de 2022, 7,3 millones de colombianos precisarán asistencia alimentaria este año y hasta agosto de 2021 había 1,8 millones de migrantes venezolanos en el país en situación de inseguridad alimentaria, aunque reporta que esto ha mejorado ligeramente. A ese colectivo se aúnan las personas en tránsito de América del Sur y el Caribe hacia el norte del continente.

Otro ítem que desencadenará el hambre en Colombia es la inestabilidad política debido a los retrasos en la implementación del Acuerdo Final de Paz de 2016 entre las Farc y el Estado colombiano, lo que ha llevado a un recrudecimiento de la violencia y nuevos desplazamientos internos, que podrían llevar a crecer el malestar social y los posibles baches económicos.

Señala que la pandemia ha amplificado la desigualdad y apunta a que el alto nivel de la inflación seguirá afectando el poder de compra de las familias pobres. Asimismo, la FAO y el PMA indicaron que el acceso a la asistencia humanitaria en el país está muy restringido y podría ser peor debido al recrudecimiento del conflicto armado en las zonas más peligrosas del país.

Por último, el informe recomienda medidas como las transferencias de efectivo y la asistencia alimentaria tanto para los migrantes venezolanos como para las comunidades de acogida, así como la distribución de insumos agrícolas y el establecimiento de áreas para la producción rápida de alimentos, atención médica veterinaria, apoyo a la producción de forraje y ayuda para preservar los medios de vida.

Fuera de América Latina, el informe de las agencias de la ONU señala que Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen permanecen en el nivel más alto de alerta. Mientras que Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán y Siria se consideran “países preocupantes” donde ya hay muchas personas pasando hambre y en los que se prevé que las condiciones se deterioren de aquí a mayo.

*Periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)