Chile, “primero” del mundo en enfermos graves de covid

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Felipe Portales|

Muy desgraciadamente, hemos llegado a ser el peor país del mundo en materia de enfermos hospitalizados por covid en relación a la población, que es lo que mide el riesgo efectivo de cada persona de caer en dicha situación. Esto, de acuerdo al Worldometer, y dejando fuera a Brasil que entrega datos manifiestamente falsos en la materia desde el momento de que hace más de dos meses entrega que siempre tiene el mismo número.

En efecto, con sus 3.372 enfermos hospitalizados, Chile llega a tener 175,19 personas por millón; superando a Katar, que con sus 459 hospitalizados, alcanza a 163,47 por millón. Además, desde la propia perspectiva chilena, los datos –desde enero- no pueden ser más deplorables. Al 31 de enero nuestro país contaba con 1.453 enfermos hospitalizados (siendo el segundo en América en relación a la población; y el séptimo, considerando solo Europa y América) y hoy con 3.372. Esto significa un incremento ¡de 132,07%! en menos de tres meses.Los expertos siguen buscando el origen del COVID-19: ¿por qué es preocupante? – CIPER Chile

Lo más increíble de todo esto es que el gobierno ¡previó acertadamente en diciembre que lo más probable era que con el nuevo año hubiese un rebrote que alcanzaría niveles superiores a los más altos del año pasado! Y ¿qué hizo? Mantuvo abierto el flujo de aviones con el exterior; abrió casi todo el país para vacaciones; y abrió las escuelas en marzo. Todo, por supuesto, con los “debidos resguardos”.

Además, todo ello lo hizo, estimando oficialmente (en lo que sí se equivocó parcialmente) que sólo en abril se comenzarían a ver los efectos generales positivos del proceso de vacunación. Debe ser difícil que haya habido otro país del mundo con tanta inconsecuencia (¿criminal?) entre las previsiones y las conductas oficiales. Ahora vemos los trágicos resultados.

Lo otro que ya no llama la atención, puesto que ha sido la tónica desde el inicio de la pandemia (¡recordemos cuánto le costó al Colegio Médico y a los alcaldes que el Gobierno diese los datos por comuna!), es la maquiavélica distorsión de la información, ocultando sistemáticamente datos como los que registra este artículo y resaltando cualquier otro indicador de menor relevancia (o algunos muy relevantes, pero de mediano plazo, como el proceso de vacunación) en que se pueda presentar un comparativamente mejor rendimiento de las políticas sanitarias gubernamentales.

Coronavirus en Chile: Cómo el país pasó de ser admirado por su lucha contra el Covid-19 a ser un foco de contagios en el mundo | Sebastián Piñera | nczg | | MUNDO | GESTIÓNY, desgraciadamente, los grandes medios de comunicación han caído también en lo mismo. Siempre la TV está presentando casos de otros países –que por cierto también están muy mal- subliminalmente como si estuviesen mucho peor que nosotros.

Con ello, además, inevitablemente se estimula indirectamente una actitud de mayor relajo en la población: Esta entonces piensa que estando bastante mal, ¡estamos mucho mejor que varios otros países y presentamos una situación ejemplar en diversos temas relativos a la lucha contra la pandemia! Un día fueron la adquisición de ventiladores mecánicos; otros, la comparación de los números absolutos con países de mucho mayor población; otros, la comparació ndel número de test por habitante que se estaban realizando (¡allí sí que se usaban datos proporcionales!).

Otros, las tasas de mortalidad respecto del número de contagiados; etc. Y hoy, por cierto, el número y proporción de vacunados. Aunque tampoco se informó debidamente que un alto funcionario del gobierno chino señaló días atrás que la vacuna sinovac tendría una efectividad de un 50%. Y, por cierto, rápidamente surgieron “concluyentes” estudios nacionales de que la efectividad de la vacuna hecha en China era mucho mayor de lo que los propios chinos reconocían…

Para qué hablamos de la carencia casi total de políticas sociales que les permitan efectivamente a los más pobres sustentar económicamente cuarentenas efectivas…

*Sociólogo titulado en la Universidad Católica de Chile. Ha sido Visiting Scholar de la Universidad de Columbia (1984-1985);  profesor en el Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) y en el Área de Humanidades de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U de Chile. Analista, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)