Stelling. Entre boleros y tangos/ Rondón: La inacabada crisis de los combustibles
Entre boleros y tangos
Maryclen Stelling|
Vivimos y sufrimos la política del bolero y el tango, una historia de amor y traición, que se debate entre el dolor y el abandono. Estudiosos del tema destacan la conexión entre el bolero y el tango, que hacen una vida y son las dos facetas de nuestra existencia. Al tango, se lo asocia a la violencia, la sensualidad, al amor traicionero y fatal; mientras que al bolero, se lo relaciona con romanticismo y amor ideal.
Al ritmo del bolero y el tango vivimos la política de manera profunda, desbordada de vivencias, plagada de recuerdos, sentimientos y pasiones. Vamos del enamoramiento a la decepción, del placer al dolor, de la ilusión al fracaso, de los sueños a las pesadillas. Como en los boleros, después del ensueño, brota la desilusión, el desencanto, el sufrimiento y la soledad, hasta la pérdida de la inocencia y el desastre.
Entre boleros y tangos, dolor y abandono se debate una oposición fragmentada, conminada entre participar o no en las legislativas del 6D. En un “mano a mano” y “como dos extraños”, Capriles y Guaidó ahondan aún más las distancias y diferencias en una oposición atrapada entre “Tango Traidor y Sabor de Engaño, Mi último fracaso y Cenizas, Pasional y Morir de amor, Arráncame la vida y Donde habita el olvido; Confusión, Resignación y, Sin embargo, Volver”.
Capriles, “Yo soy aquel”, cuestiona a Guaidó, “Falsas Promesas”, por «jugar a ser presidente en internet», suerte de impostor que con “todas tus artimañas”… “ayer prendiste fuego y hoy apagas mis ilusiones”. La oposición “prisionera de las “angustias de saber muertas ya la ilusión y la fe”, se debate entre el dolor y el abandono; entre el falso dilema de votar o no votar. Se diluye entonces en innumerables dudas tales como participar o abstenerse; negociar o replegarse; protestar o rebelarse; invasión o defensa del territorio nacional; creer o desconfiar en Maduro y los “pasos hacia la reconciliación”. “¡Duda! que se clava como garra, que lastima, que desgarra…”
En el Mano a Mano entre Capriles y Guaidó, la oposición escindida se confronta entre “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor”… y “Con tus risas y promesas, engañado me tuviste, en “un mundo de esperanzas e ilusiones”.
Cual “Tango roto”, la oposición duda y finge “confiar porque es más seguro que admitir que nos hemos extinguido”.
La inacabada crisis de los combustibles
Jesús A. Rondón|
Habito en una ciudad que llamamos Maracaibo, al lado del lago que dio origen a su nombre; y que está ubicada al occidente de nuestro país, muy cerca de la frontera con Colombia, para mayor referencia.
En esta semana de flexibilización observe en ella, poco movimiento vehicular y mucha gente caminando largos trayectos (entre esas, yo), también que la mayoría de las estaciones para surtir combustibles estaban cerradas, frente a ellas se formaron largas filas donde la espera llega a ser de hasta cuatro días (me cuentan que en otros lugares se espera quince días). Los conductores y las conductoras se turnan para alimentarse y satisfacer otras necesidades, entre ellas el aseo personal.
Los cuerpos policiales ya no les ordenan que se retiren a sus casas en las noches. En el mercado ilegal un litro de gasolina se puede conseguir desde 2 hasta 3 dólares estadounidenses por dólar, en el sur del país se cotiza en 4,5, mientras que en los expendios oficiales la más cara cuenta 0,5 dólares estadounidenses, pero tampoco hay.
En Caracas, la capital de Venezuela, y donde tradicionalmente hay menos problemas con el combustible, ya se experimenta la escasez. Frente a esta realidad la Comisión Especial Ali Rodríguez Araque, que interviene a Petróleos de Venezuela S.A. anunció que se decretaba el inicio de un periodo de contingencia, sin especificar las medidas concretas, pero se presume que se retornará a un esquema para garantizar gasolina para los vehículos que forman parte de labores esenciales.
A la fecha los complejos refinadores no han alcanzado los niveles de producción necesarios para satisfacer la demanda nacional, ahora contraída por el deterioro del parque automotor. De igual forma no se han registrado nuevas importaciones de combustible al país, ni por la vía pública, ni privada.
Aunque las autoridades iraníes lo negaron y las venezolanas no se han pronunciado, varias agencias de noticias económicas estadounidenses ratifican la versión de ese país, que sostiene que al menos tres cargamentos con destino a Venezuela fueron confiscados, sin especificar las circunstancias.
Ahora se informa que vienen nuevos cargueros, pero con la amenaza latente del gobierno de Estados Unidos, con el ánimo de la oposición venezolana que no participará en las elecciones, que sigue pidiendo el “aumento de las presiones internacionales”, lo que en realidad se traduce en medidas coercitivas unilaterales con amplias consecuencias para el pueblo venezolano.
Una realidad ya es oficializada y los venezolanos y venezolanas de pie, ya imaginamos el retorno de momentos duros, donde además de la escasez debemos lidiar con la corrupción en los expendios de gasolina y el aumento de la especulación en los precios del mercado ilegal.