Pedro Páez: La trampa de la deuda empuja a la pelea entre hermanos por abaratar la fuerza de trabajo
Raúl Rojas
Pedro Páez Pérez, ecuatoriano, promotor del proyecto del Banco del Sur durante el gobierno de Rafael Correa, advierte acerca de los mecanismos en marcha en la región´por parte de un imperio en retroceso pero no en retirada. EU trata de recuperar vía América Latina. La trampa de la deuda -sostiene- va de la mano de la desinstitucionialización en marcha y empuja a la pelea entre hermanos por abaratar la fuerza de trabajo. Un menú colonialista al que no le falta nada.
— ¿Cuál es tu apreciación respecto de los actuales fenómenos latinoamericanos?
–Creo que el proceso de declive acelerado de la hegemonía de Estados Unidos, en el marco de una crisis estructural de sobreproducción y de caída relativa de su rentabilidad, ha apresurado una serie de movimientos desesperados para asegurar el patio trasero, en busca de rediseñar el lugar de América Latina en la división internacional del trabajo.
Una reedición de medidas neoliberales en una ofensiva con alcances sin precedentes, en cuanto a la profundidad y el efecto destructivo que impone. Estamos hablando de una dimensión política y geopolítica en términos de doblegar la resistencia de los pueblos de América Latina.
–-¿Y las reacciones?
–Habrá que ver si los pueblos de América Latina se dejan. Las esperanzas cifradas en López Obrador, en Fernández, plantean otro horizonte y formas de resistencia ya que, en una esfera centrada en América del Sur, ahora se retoma la dimensión latinoamericana, como una proyección a los propios Estados Unidos por la presencia demográfica creciente del mundo latino allá.
Creo que se vuelve a adquirir la perspectiva de lo latinoamericano en un horizonte muy incierto, porque esto está violentamente vinculado con la profundización de contradicciones de profundo alcance, por un lado tenemos la consolidación de una alianza chino-rusa que se proyecta sobre la constitución de la isla euro-asiática, que fue la pesadilla de la geopolítica angloamericana desde hace 200 años, con importantes aliados en el seno de la intimidad del imperio.
–Europa tampoco se deja. El desafío de las energías alternativas, ¿cómo juega esto?
–Al interior de la Europa continental se tienen incidencias cada vez más significativas en torno a la viabilidad y el peso del polo de atracción que tendría por ejemplo la nueva Ruta de la seda, el peso que tendría otro eje de articulación energética, muchísimo más barato, competitivo y seguro que el planteamiento, no solamente oneroso y logísticamente pesado que implica la vinculación a través del eje norteamericano; sino que además, una posibilidad norteamericana está cada vez más minada por el hecho de que el horizonte de fracking se desmorona.
Los costos son mayores que los rendimientos, inclusive en términos energéticos y no solo financieros. Además, los ciclos de vida de los pozos habilitados con fracking son muy cortos, dos o tres años. Aquí, en el caso de Vaca Muerta, pueden ser un poquito más, pero en última instancia son, en el largo plazo, inviables.
La desesperación que esto provoca abre la urgencia de asegurar una estrategia distinta de seguridad energética, como la reforma energética en México, la privatización de Pemex, la oposición a que López Obrador pueda tener su propio esquema de refinación interno y de autoabastecimiento interno de energía, para que siga dependiendo de las refinerías del sur de los Estados Unidos, sobre todo de Texas.
Y dejar el tema del fracking, inclusive con la utilización del agua, con las posturas de guerra del agua, al norte desértico de México, para garantizar la espera de incluirse a los Estados Unidos. Eso no es suficiente, entonces necesitan las reservas enormes de la franja del Orinoco y por eso las presiones apresuradas para conquistar militarmente Venezuela. Habrá que ver si lo logran.
–Todo esto hace a un aceleramiento de las políticas de intervención.
–Y a esto se suma el deterioro muy acelerado del rol monopólico del dólar sobre la transaccionalidad, la liquidez, el crédito a nivel mundial. Cada vez son mayores las transacciones que se están haciendo fuera del dólar, inclusive en el campo energético, del petróleo que había sido su coto de caza desde la alianza saudita de los años 70’. Cada vez es más importante el rol que tienen alternativas como el oro,- reactivando un viejo fetiche de los metales preciosos- en lo que tiene que ver con los temas de atesoramiento y especulación.
Sin mencionar el impulso que dan los mismos círculos anglo americanos encubiertos al tema de las criptomonedas, en el marco de una nueva construcción reciente muy eficaz en la esfera especulativa, que se da desde las bitcoins o criptomonedas con los offshore, con el shadow banking, con los presupuestos ocultos de los grandes países industralizados en gran medida en el campo militar y la comunidad de inteligencia. Y la constitución de un esquema paralelo de pagos, de elusión y evasión de impuestos, de dineros sucios que está acompañando este proceso de degeneración moral acelerada del imperio.
–¿Esta degradación es producto de una crisis sistémica?
–Es una crisis catastrófica. Otro eje explicativo directamente articulado a éste que está viviendo la hegemonía norteamericana, y que está detrás de la apresurada y desesperada intervención en Bolivia, tiene que ver con el control de los recursos naturales. Hablamos del petróleo en México, Venezuela; el tema del oro en Venezuela y Ecuador, y el caso del litio que se vuelve fundamental.
Es estratégico para tener un punto de control, un cuello de botella en la cadena de valor aguas arriba, en el desafío gigantesco que implica la brutal delantera del 5G que tiene China. Como eso es indetenible, la movida de los Estados Unidos es cortarle el paso en el tema de las baterías, que apunta a entorpecer la capacidad que tenga China de desplegar estas tecnologías, que no solo vuelve obsoletas a todas las tecnologías anteriores en un efecto dominó que, más allá de los celulares y de las computadoras comprende a muchísimas otras gamas.
Tiene un efecto multiplicador verdaderamente cataclísmico, porque además es mucho más barata, y entonces necesitan generar elementos y mecanismos que puedan reforzar la capacidad de control de las grandes trasnacionales norteamericanas. Estamos viendo que en ese apresuramiento ni siquiera cuidan las formas; en el golpe de estado que dieron contra Dilma o contra Lugo o Zelaya, había una charada al menos de cuidar las formas institucionales para poder contar una narrativa mínimamente potable al respecto, que justifique sus acciones en el marco de toda su hipocresía de la democracia y de los derechos humanos, de la lucha contra la corrupción, contra las drogas, etc.
Una parafernalia y liturgia que intentan sostener cada vez con menor eficacia.
–Por eso el grado exorbitado de esta escalada que no cesa en Bolivia.
–En el caso de Bolivia el tema es cínicamente desembozado. Estamos hablando probablemente de un nuevo ciclo en el que las viejas dictaduras gorilas al amparo de la Doctrina de Seguridad Nacional de los años 60’, 70’ y con sus respectivos Bordaberris van a volver a estar de moda en América Latina. Tendremos un proceso de rápido acomodo de parte de importantes sectores fascistoides de la derecha, que intentan reciclarse ante el desmoronamiento del referente que intentaban sostener en torno a las instituciones democráticas.
Éstas habían sido el marco de referencia en el que habían logrado domesticar la disputa social en las ultimas décadas en el continente. Ahora creo que, lastimosamente, están intentando una agenda abiertamente de desinstitucionalización que acompañe las necesidades de provocar, a través probablemente de un nuevo ciclo de deuda externa forzada y artificial que se hace, en paralelo con lo que pasó a finales de los años 70’, mediante tasas de interés internacionales bajas como ahora, lograr forzar por métodos mafiosos un endeudamiento innecesario tanto del sector público como privado.
Y una vez que estemos con la soga al pescuezo, provocar una suba de las tasas de interés en la Reserva Federal para volver inviables esos préstamos y entrar en un ciclo de “endeudarse para pagar la deuda” que nos secuestre nuestra naturaleza, en esa lógica desesperada de obtener un excedente de divisas abaratando nuestra fuerza de trabajo, en una carrera hacia el Fondo en el que a codazos limpios nos destrozamos entre hermanos.
— Es una situación de extrema gravedad la que describes. La Patria Grande ante inmensos desafíos.
–El horizonte es muy complejo, pero ojalá los pueblos de América Latina estemos a la altura para replantearnos la urgencia de la integración de la Patria Grande con métodos mas eficaces que rompan el molde de la ortodoxia, y ahí yo creo que los economistas heterodoxos tenemos un desafío, que nos permita superar el marco de aceptación de la ortodoxia y proponer, con imaginación y creatividad, soluciones concretas a los problemas concretos que tienen nuestros pueblos.
En el caso de Argentina, creo que es una emboscada la que recibe el presidente Fernández, y es muy indicativa de la situación que abordamos. De ahí mi preocupación, ya que si no logra remontar la trampa que le han dejado, la herencia, creo que va a verse acorralado en una administración de la crisis que va a dejar frustrados los deseos y las aspiraciones, no solamente de los argentinos, sino del resto de sus hermanos latinoamericanos.
Ficha
Pedro Páez Pérez nació en Quito, Ecuador. Es PhD y MSc. en Economía por la Universidad de Texas. MSc. en Desarrollo y Políticas Públicas por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y Profesor de Economía de la Universidad Central del Ecuador. Superintendente de Control del Poder de Mercado (2012-2017), Ministro de Coordinación de la Política Económica (2007-2008), Representante Plenipotenciario del Presidente de la República para las Negociaciones de la Nueva Arquitectura Financiera y Presidente de la Comisión Técnica Presidencial del Banco del Sur (2007-2011) y Viceministro de Finanzas (2006). Miembro de la Comisión Stiglitz de la Asamblea General Extraordinaria de Naciones Unidas sobre la Crisis Financiera (2008-2009), de la Comisión de Expertos de la Presidencia del G20 (2011), de la Comisión de Expertos de Financiamiento Innovador sobre Temas Ambientales de UNED-G20, (2016-2017) y de la Comisión de Expertos en Financiamiento para el Desarrollo de la UNCTAD (2015-presente). Miembro de los Comités Científicos de la Cátedra Bernard Maris (UNESCO) y de la Asociación Latinoamericana de la Pequeña y Mediana Empresa (ALAMPYMES). Miembro Fundador de Global University for Sustainability, de la Asociación del Pensamiento Económico Latinoamericano (APEL) y del Consenso de Barcelona.
*Fuente: https://www.transformarargentina.com/444202997