Stelling: La violencia omnipresente/ Pasqualina Curcio: Salario / D.A. Rangel: Citgo

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La violencia omnipresente

La cotidianidad se vive desde el fatalismo, la frustración y el pesimismo; la tristeza, la impotencia y una suerte de pasividad ciudadana producto de la habituación y resignación a la violencia en sus diversas formas. Desde la indefensión, se denuncia una violencia que está en todas partes: en el tejido social, en la afectividad y en el miedo al otro, al diferente, al adversario político.

Se destaca la violencia presente en el lenguaje, la información, relatos transmediáticos y en el discurso político. Resalta la violencia que se desprende de la desinstitucionalización, la economía y aquella inherente a la crisis de subsistencia. Se señala la violencia política y en el ejercicio de la autoridad. Se alude a la violencia legítima y la anómica.

Sin menospreciar la violencia que caracteriza las relaciones internacionales expresada en el cerco económico y geopolítico; en el aislamiento del mundo exterior y el despojo petrolero. En este contexto ocurre recientemente el asesinato de un grupo de campesinos en Barinas.

Se impone el miedo ante una violencia presente en muchos lugares y situaciones. En este paisaje emocional, el miedo- aun cuando varía en contenido y gradación de un polo político al otro- desempeña indudablemente un papel fundamental. En ambos espacios políticos, destaca el miedo al otro, señalado por expertos como la causa última de la violencia.

Estudiosos plantean una suerte de triángulo de la violencia. constituido por la subjetiva que puede ser invisible; la simbólica interiorizada y naturalizada y, finalmente, la violencia sistémica, relacionada con el funcionamiento de la economía y la política.

Violencia omnipresente que se traduce indefectiblemente en sentimientos de desesperanza e indefensión aprendida.

Salario

Dijeron en aquel momento: 1) que tendríamos dos unidades de cuenta en la economía, el bolívar y el petro; 2) que 1 petro equivaldría a 1 barril de petróleo (US$ 60); 3) que el bolívar se anclaría al petro; 4) que si 1 petro equivale a US$ 60 y cada dólar equivalía, en ese momento, a BsS 60, la relación bolívar-petro sería 3600 bsS/petro (60 US$ por 60 BsS/petro); 5) que el salario mínimo equivaldría a medio petro (BsS 1.800, la mitad de BsS 3.600).

En un artículo publicado el 29-10-2018 titulado “Paradoja del bolívar-petro” alertábamos que dicho anclaje no era solo al petro sino al dólar, por lo que cada vez que nos atacaran la moneda se generaría una devaluación inmediata del bolívar con respecto al petro. Hoy dicha relación pasó de 3.600 BsS/petro a 712.220 BsS/petro (resulta de multiplicar el tipo de cambio oficial que se ha dado a la tarea de perseguir al dólar criminal, 11.870,3 BsS/US$, por el precio del petro que se mantiene en 60 US$). El salario mínimo debería ser la mitad de 712.220, o sea BsS 356.110.

Entrampado en el cuento monetarista que reza que es el dinero “inorgánico” la causa de la inflación en Venezuela, el BCV decidió artificiosamente congelar la relación bolívar-petro en 80.000 y con ella los salarios. Tenemos entonces dos marcadores: el de 80.000 BsS/petro publicado por el BCV y el de 712.220,60 BsS/petro que se actualiza diariamente según ataquen la moneda. El que se utiliza para calcular el salario mínimo es el primero.

Insisten los dogmáticos monetaristas del BCV en no incrementar los salarios y en achatar las tablas salariales porque de lo contrario habría que aumentar la cantidad de dinero para cubrir la nómina del sector público, lo cual, según ellos derivaría en inflación. Resulta que la causa de la inflación no es la cantidad de dinero. Cómo explican entonces que la inflación desde agosto de 2018 ha sido 53.052% a pesar de que han disminuido 71% la liquidez monetaria real durante el mismo período.

Desde agosto del año pasado el poder adquisitivo del trabajador ha caído 96%. Incrementar el salario es urgente. En revolución es del lado de la clase trabajadora que se debe estar.

Citgo

La New York & Bermúdez Company fue un ejemplo de lo anterior llegando a estar tras alzamientos e invasiones contra Cipriano Castro y al menos los dos gobiernos anteriores.

Sin embargo nunca habían ocurrido en nuestra historia tantos disparates, delitos y faltas a la ética que rayan en la traición a la patria… como acaba de suceder cuando la Nación venezolana pierde su activo más valioso fuera del país –CITGO- mediante un acto de piratería jurídica en el cual el factor principal de la maldad es la banda del autoproclamado.

Los detalles se pueden consultar en youtube bajo el tentador título “FONDO BUITRE SE RASPA CITGO… PROCURADOR DE GUAIDÓ DIO ESTOCADA A LOS VENEZOLANOS” producido por UNV. No ahondo porque este tema será banalizado por los polarizados y prefiero aprender de esta desgracia.

Para mí está clara la asociación para delinquir de parte del autoproclamado con su embajador ante Donald Trump y con el rábula que funge de profesor en la UCAB donde espero no lo pongan a dar clases de ética o deontología para abogados.

Pero no quiero dejar pasar la ocasión para señalar que si bien el contrato con Crystallex venía de gobiernos anteriores a los bolivarianos… el pleito que terminó con la pérdida de CITGO comienza cuando el presidente Chávez se niega a pagar indemnización a una compañía a la cual no se le renovó el contrato alegando que no había hecho ninguna inversión… y a cual no se le escuchó cuando explicó que no iba a invertir si le cambiaban a cada rato las reglas del contrato… y peor… cuando protestó por lo astronómico de los sobornos que pedían todas las autoridades venezolanas desde el alcalde.

Si ese abuso de poder de parte del presidente Chávez no hubiese ocurrido… jamás habría tenido oportunidad la banda de Guaidó de vender la patria a un fondo buitre porque no puede haber querella judicial si uno paga a tiempo.
Esa es la lección que debemos aprender.