Las bondades del multilateralismo para alcanzar la paz
Jorge Valero|
La búsqueda de la paz ha sido un objetivo común y primordial de la Comunidad de Naciones. Del horror causado por las dos Guerras Mundiales surgió la esperanza que alimentó el multilateralismo, como forma de solucionar -de manera pacífica- los conflictos y mantener la paz y la seguridad internacionales.
Los orígenes del multilateralismo se remontan a la creación de la Sociedad de Naciones, organismo internacional creado por el Tratado de Versalles, el 28 de junio 1919, con sede en Ginebra (Suiza). Un primer instrumento de la comunidad de Estados, para alcanzar niveles superiores de convivencia internacional, por medio del acercamiento entre gobiernos y pueblos.
La Sociedad de Naciones sufrió notables fracasos. El estallido de la Segunda Guerra Mundial demostró la incapacidad de la Sociedad de Naciones. En consecuencia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue establecida en 1945.
El multilateralismo se fundamenta en los valores establecidos en el Preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada en 1948. Desde entonces, el multilateralismo se ha convertido en un sistema universal de instituciones en las esferas política, económica, social, cultural y ambiental. Éste es el principal mecanismo para hacer frente a los desafíos de la agenda internacional.
Necesario es revitalizar las Naciones Unidas, con el propósito de fortalecer un sistema mundial multilateral, basado en el cumplimiento de las normas internacionales y en la Agenda 2030. Lamentablemente, en las últimas décadas no se ha observado un verdadero multilateralismo, sino un unilateralismo guerrerista y supremacista.
Algunas potencias han hecho gravitar los asuntos de interés internacional en sus intereses nacionales, imponiendo opresivos instrumentos como la coerción económica, la imposición de medidas coercitivas unilaterales, la manipulación del concepto de ayuda humanitaria, y la promoción de invasiones militares, para ejercer presiones políticas sobre Estados Soberanos.
Debemos rechazar los intentos de usar el “apoyo humanitario” para promover invasiones extranjeras en países en desarrollo. Las sanciones matan. Causan dolor, miseria, destrucción y enfermedades en los pueblos que las sufren. El caso venezolano es emblemático. El imperio norteamericano niega el multilateralismo. Es guerrerista por naturaleza.
El ex presidente Jimmy Carter ha afirmado que Estados Unidos es “la nación más guerrera de la historia del mundo” debido a su deseo de imponer los valores estadounidenses en otros países. El imperio norteamericano ha desatado una guerra criminal con el propósito de asfixiar la patria bolivariana.
El multilateralismo observa deficiencias que se han agravado últimamente. La presencia de nuevas amenazas a la seguridad y la paz, así como la crisis que enfrenta el capitalismo salvaje, generan serios cuestionamientos a la capacidad de la estructura de gobernabilidad internacional para solventar conflictos.
El multilateralismo promueve relaciones de amistad entre Estados y pueblos. Es la antítesis del unilateralismo. El multilateralismo es una constelación de principios dirigidos a contener las conductas egoístas, opresivas, colonialistas e imperialistas de algunos Estados, y lograr, así, que el mundo lleve a cabo acciones comunes y pacíficas en beneficio del ser humano.El propósito del multilateralismo es establecer reglas de comportamiento internacional -de mutua satisfacción para todos los países-, así como el desarrollo de instituciones que favorezcan la cooperación internacional.
El multilateralismo es la base del nuevo orden internacional político y económico, que sustituye al bilateralismo que caracterizó –en el pasado- la dinámica de las relaciones internacionales. Este nuevo enfoque busca construir una arquitectura internacional compuesta por organizaciones que agrupen a los estados, y en torno a las cuales se genere una corresponsabilidad en los asuntos internacionales. De esta forma se puede proclamar que el multilateralismo es el modelo ideal del nuevo orden mundial.
Es importante señalar que, en un mundo crecientemente interdependiente, el multilateralismo es cada vez más necesario para la consecución de una paz sostenible y duradera.
Un mundo multipolar es indispensable, en tiempos en los cuales potencias hegemónicas pretenden imponer, incluso mediante el uso de la fuerza militar, sus egoístas propósitos. Potencias que cometen genocidios y practican el terrorismo de Estado, para apropiarse de los recursos naturales de los países en desarrollo.
Un mundo sin multilateralismo es una amenaza. La Diplomacia para la paz que promueve Venezuela, se fundamenta en los valores superiores del humanismo. Busca construir un mundo en el cual impere la justicia social internacional. Condena el racismo y la xenofobia, y levanta las banderas de la confraternidad humana.
*Discurso pronunciado por el Embajador Jorge Valero ante la ONU-Ginebra y presidente del Movimiento de Países No Alineados, al conmemorarse el Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia de Paz. Ginebra, 24 de abril de 2019.