Arévalo Méndez: ¿Por qué a Venezuela?

Gran Marcha antiimperialista PDVSA es del Pueblo llega a Miraflores 31/01/2019 Foto: Cortesía Prensa Miraflores
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Arévalo Méndez Romero|

“…a veces torcemos el brazo a otros países para que hagan lo que queremos…” /Barak Obama para canal RT

“…tomamos medidas para lograr encauzar a Venezuela….”/Otra vez Obama.

“Como dice José Antonio Marina, lo de muerto el perro se acabó la rabia, no vale la pena ni para los perros. Lo importante es que desaparezca el bacilo de la rabia….”/ Luis Almagro al referirse a Venezuela

“…si dominas el petróleo dominas a los estados, si dominas los alimentos dominas a la gente…”/ Henry Kissinger

“Estados Unidos debe retener la posibilidad de enviar fuerzas bien armadas y con buen apoyo logístico a puntos críticos por todo el globo, incluso frente a la oposición del enemigo”, señala el Quadrennial Defense Review.

 “we are the indispensable nation”./ Madeleine Albright,1998

Intento de desrrucción de un proyecto “díscolo”

Venezuela está hoy en la mira del mundo, en medio de una feroz campaña mediática orientada a desprestigiar su particular proceso político y de una guerra económica extrema derivada del empeño nacional por la recuperación de sus recursos naturales, proceso por el cual ha logrado transferir el producto de la renta petrolera a beneficios sociales como nunca se había visto en los casi cien años de dependencia y subordinación a las grandes corporaciones petroleras, gigantescas empresas que definían la política y el quehacer de los venezolanos desde los sillones de Wall Street y la Bolsa de Londres.

Desde los EEUU y estados súbditos se pretende rendirnos por agotamiento moral mediante una agenda de saturación política y mediática concertada en cenáculos de poder económico que pretenden abrir nuestras fronteras facilitando a las transnacionales disponer de nuestros recursos estratégicos.

Estamos azotados los venezolanos por la confianza excesiva en el sector privado de la economía, sobre el cual pesa la importación de productos esenciales, sector hegemónico sustentado en el poder político tradicionalista forjado a partir de las importaciones, el servicio comercial y la injusta distribución del ingreso y la riqueza.

Suponíamos que respetarían las normas de convivencia democrática establecidas en la Constitución. Sin embargo, a poco de iniciar el proceso que pretende revolucionar las estructuras sociales y económicas, las élites criollas, lejos de presentar alternativas se confabularon para intentar derrocar al gobierno del presidente Chávez (2002), golpe de estado fallido por la pronta y decidida reacción del pueblo reponiendo a la Democracia tan solo dos días después que Hugo Chávez luego de que fuera apresado y desparecido por los golpistas, los mismos grupos que encabezan las maniobras desestabilizadoras hoy.

Además de la oligarquía criolla (el presidente autojuramentado era el presidente de la patronal importadora), la mano y los recursos de EE.UU en esa operación fueron tan evidentes que el propio Chávez debió expulsar del país a varios funcionarios de la embajada americana y de otros organismos gubernamentales de ese país, como la DEA, cuyo rol quedó de manifiesto en ese mismo instante y en los sucesos posteriores que pretendieron paralizar la producción petrolera.

Sin embargo, la mano negra no se detuvo en su afán golpista y, en un continuo creciente, ha promovido una estructura política y mediática tratando de implementar la intervención extranjera directa, con argumentos bélicos incluso por cuanto que en 18 años no han podido lograr que el pueblo y la Fuerza Armada pierda la confianza en el proyecto de cambios, en el gobierno y en la revolución bolivariana.

Un breve repaso de los hechos y las consecuencias en Venezuela, a partir de la irrupción del fenómeno antiimperialista, anticapitalista y antineoliberal plasmado unos años antes en “el caracazo” de febrero de 1989, que posteriormente produjo el levantamiento de la juventud militar contra el deplorable estado social existente en esos años, nos encamina a entender las complejidades de un proyecto de aprendizaje político inédito, imposible de interpretar desde las perspectivas capitalistas y eurocéntricas de las burguesías vernáculas corporativizadas al alero de poderosos factores extranjeros.

La estructura neoconservadora internacional adoptó -desde el momento en que Chávez lideraba las encuestas previas a las elecciones presidenciales en 1998- la estrategia del “agotamiento por saturación”. Desde entonces, el desmadre mediático y la presión política no han cesado. La burda justificación actual de presunta violación de los DDHH y la matriz mediática propaladora de una presunta no separación de poderes no eran excusas en 2002, más sin embargo ejecutaron el golpe.

Golpes, huelgas patronales, referendos revocatorios, violencia callejera extrema; intentos de aplicación de mecanismos compulsivos tales como condenas, censuras, etc., desde diversos países; presión económica interna, sabotajes financieros, sabotajes a la industria petrolera y al sistema eléctrico; decreto imperial norteamericano; intento de aplicación de la Carta Democrática Interamericana en la OEA.

Aun así, dieciocho años después, el pueblo sigue creyendo en que el cambio revolucionario es tan necesario como posible. Ha visto como los millones de dólares de la renta petrolera que antes iba al bolsillo de los denominados “doce apóstoles” se han orientado a suplir la deuda social pendiente con el pueblo de Venezuela: Educación, Salud, Vivienda, Trabajo y  Previsión se transformaron en derechos y no en una esperanza fallida. Las Naciones Unidas destacaron como Venezuela ha cumplido con las metas del milenio al erradicar el analfabetismo, la desnutrición y la pobreza.

Sumemos a ello los efectos del esfuerzo de transición hacia un modelo sustitutivo de la actual condición rentista-extractivista nacional, precisamente cuando las mayorías y la realidad socioeconómica demandan un cambio histórico radical en las estructuras de las relaciones de producción y en el modelo económico dependiente de los humores de los EEUU y Europa.

Esta coincidencia temporal ha creado un escenario propicio para que grupos tradicionalmente usufructuadores de la renta petrolera, temerosos de perder privilegios, se hayan coaligado con factores externos para desestabilizar la apuesta política favorecedora y promotora de los cambios necesarios y posibles, generando graves problemas y obstáculos. Entre ellos, el ocultamiento de alimentos y medicamentos con fines usureros y para el contrabando hacía países vecinos, amparado por acciones de corrupción empresarios/funcionarios. El combate a este flagelo hambreador es un desafío al cual el estado está haciendo frente con decisión y suma dedicación.

La fenomenología política interna venezolana y la geopolítica internacional, vista desde el más iracundo eurocentrismo, no tiene mejor ámbito de interpretación que la historia social y económica narrada desde la irrupción del petróleo. Tanto en la literatura de protesta social hasta los estudios con bases científicas más acabados, es patente la omnipresencia del aporofobismo elitesco y oligárquico. Y es terrible afirmarlo, pero es demostrable que ese aporofobismo lucró con la pobreza.

Así entonces, unas pocas y simples preguntas son obligatorias para abordar la situación:

  • ¿Es Venezuela un real peligro para la seguridad norteamericana, tal como lo señala el decreto de Obama[1]?
  • ¿Está Venezuela ejecutando acciones encubiertas abiertas contra la estabilidad democrática de otro país, indistintamente de su afinidad ideológica? ¿Podemos negar que esté ocurriendo lo contrario?
  • ¿Cuáles son las razones para impedir a Venezuela adquirir equipamiento para incrementar la lucha contra el narcotráfico?
  • ¿Cuáles son las reales razones para implantar siete bases militares en Colombia amenazadoras para Venezuela?
  • ¿Qué es lo perverso de un proyecto político que por vez primera da respuesta a las demandas sociales largamente anheladas por los venezolanos?
  • ¿Qué es lo perverso de un proyecto político que da respuestas efectivas a las exigencias de la ONU en tanto combatir la pobreza, la desigualdad y la inequidad?
  • ¿Por qué atacar a un proyecto político basado en el combate a la desigualdad social como base para el crecimiento?
  • ¿Cuál es la razón por la cual se trata de destruir un proyecto socioeconómico que decidió derrotar miedos y redistribuir la riqueza antes que acumularla?
  • ¿Alcanzan las magnitudes económicas, financieras y militares venezolanas para destruir el sistema-mundo signado por el concepto dominante y dominado?
  • ¿Cuáles son las reales causas por las cuales Norteamérica, Algunos gobiernos subsidiarios europeos y latinoamericanos no aceptan proyectos políticos en países “díscolos” que pretendan ejercer soberanía sobre sus recursos naturales?
  • ¿Qué razones impulsan a oponerse con tanto encono aun proyecto político que ha mejorado como pocos países en el mundo el Índice de Desarrollo Humano, IDH, y el coeficiente de GINI, tal como pide la ONU?
  • ¿Cuáles son los temores ante una propuesta socioeconómica que comprobadamente avanza a pasos sostenidos en el combate contra la pobreza y la pobreza estructural?
  • ¿Qué es lo que no gusta a las élites locales del hecho cierto del combate al latifundio?
  • ¿Es o no es serio un país que se toma -en serio- los preceptos de soberanía, independencia y autodeterminación y hace letra viva de esos preceptos?
  • ¿Por qué el empeño en cercar financieramente a Venezuela?

El imperialismo molesto y desenfrenado

  •         La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reafirmado que «la democracia es un valor universal basado en la libertad libremente expresada del pueblo para determinar sus sistemas políticos, económicos, sociales, y culturales, y su plena participación en todos los aspectos de su vida», como es demostrable, el establishment usamericano está muy lejos de encuadrase en tales postulados de la ONU.
  •          El establishment usamericano pregona sus temerarios y peligrosos conceptos de “Democracia perfecta”; la  “excepcionalidad” y la condición de país “imprescindible”.  Una profundización en tales alegatos nos lleva indefectiblemente a cuestionar el verdadero sentido de la “democracia usamericana” y sus efectos en el mundo.
  •          Una revisión muy aleatoria de las características fundamentales del establishment nos lleva a concluir inobjetablemente en que no rige en los EEUU un sistema democrático por cuanto:
  • Aplica políticas sistémicas de violación de DDHH tanto a sus propios ciudadanos (negros usamericanos, árabes y latinoamericanos) como a poblaciones desgarradas y destruidas en otros países.
  • Practica invariablemente en el tiempo el desconocimiento al derecho internacional y a acuerdos, tratados y convenciones, tanto en ámbito multilateral como bilateral.
  • Rige un curioso sistema electoral en el cual quien obtenga más votos no gobierna.
  • Impone un sistema geopolítico mundial basado en el terror de las armas.
  • No colabora con la paz mundial, usando métodos fascistas de engaño y falsas banderas tales como las “armas de destrucción masiva”.
  • Domina un sistema político ultraconservador que arremete, asesina, destruye a millones de inocentes fuera de su frontera y se ampara en el insólito argumento de los “daños colaterales” y “bombardeos humanitarios”.
  • Prima un sistema político estado negado a cumplir los mandatos de la mayoría en el seno de la ONU.
  • El gobierno estadounidense abiertamente promueve golpes de Estado, magnicidios, torturas y desapariciones.
  • Organizaciones fascistas como el KKK y la Sociedad del Rifle dictan pautas de actuación al estado.
  • En Guantánamo y en varios países europeos permanecen centenares de “celdas sin números y presos sin nombres” régimen inhumano administrado por los EEUU.
  • Abandonar vitales órganos multilaterales tales como UNESCO, Corte Penal Internacional y Consejo de Derechos Humanos y el COOP 21, indican una clara definición favorable al unilateralismo imperial.

Venezuela, piedra en zapato

Cuatro son los grandes temores del ecumen del poder imperial eurocéntrico que incluye a EEUU, Canadá, las potencias europeas, Japón, Australia y Nueva Zelandia.

  • El surgimiento de China
  • La pérdida del poder hegemónico del dólar sobre la economía mundial.
  • La unión latinoamericana y caribeña.

En los tres “temores”, Venezuela se hace presente circunstancialmente como un adversario de los intereses imperialistas, derivándose de esa condición empujada por las fuerzas geopolíticas naturales, -condición no buscada-, en un nación a la que debe infringirse daño para reducir sus capacidades de desarrollo soberano y auto determinado, tratando de obligarla a seguir la corriente de las élites latinoamericanas que propende a la entrega de los recursos naturales estratégicos.

EEUU nítidamente mira a Venezuela como su gran reservorio de riquezas energéticas, tan descomunales que serían suficientes para:

a) preservar los yacimientos de crudo liviano en vías de agotamiento en territorio usamericano;

b) disponer de fuentes “seguras” sostenedoras de una más que probable aventura de gran dimensionalidad bélica en medio oriente. Paradójicamente, para tal objetivo con pretensiones hegemónicas sobre las fuentes energéticas de dimensión mundial, las potencias bélicas occidentales, solícitas y obsecuentes a los EEUU, necesitan descomunales cantidades de crudo que no puede ser extraído en el Mar del Norte y el Golfo de México en razón del agotamiento prematuro de tales yacimientos. En realidad, el conglomerado de estados belicistas codician a Venezuela como “su gran reservorio” en el mundo occidental:

c) mantener la hegemonía financiera mundial sustentada en el petrodólar;

d) impedir que un país del “patio trasero” incurra en el atrevimiento de deslastrarse del dólar como moneda para transacciones internacionales. Venezuela va a contravía del espíritu aletargado y entreguista de los gobiernos de Ecuador y Panamá. El empeño del Presidente Maduro por aumentar las reservas auríferas y activar la moneda digital Petro, iniciativas con amplias posibilidades de expandirse al mundo en desarrollo, ha recrudecido los temores del establishment usamericano;

e) revertir el atrevimiento de Hugo Chávez de haber despojado a usamérica de los yacimientos venezolanos sobre los cuales no ejercíamos soberanía, -y haberlo logrado sin disparar cañones-, recurso estratégico por el cual las transnacionales nos concedían dádivas por casi un siglo al amparo del entreguismo de las élites políticas e importadoras.

f) los yacimientos venezolanos es la única opción de riqueza concreta que el establishment codicia como soporte para saldar la deuda ruinosa que ese país mantiene con el mundo al imprimir dinero sin valor alguno desde el abandono de los acuerdos de Bretton Wods en 1971.

Uno de los temores seculares de Usamérica deriva de la posible construcción de un “patio trasero” fuerte, solidario y cooperativo entre sí. El desarrollo de nuestros países, por fuerza natural, es un desafío para el cual los EE.UU. para el no han tenido sino respuestas de naturaleza fascistas (golpes de estado, asesinatos morales y físicos de presidentes y líderes).

Con la aparición de Hugo Chávez, Usamérica aprendió que las justas aspiraciones de Latinoamérica –por tanto, inaceptables para EE.UU. y Canadá– eran posibles. Por esas razones no se le perdona a Venezuela la Fundación de Petrocaribe, Unasur, ALBA, Celac, Telesur, Banco del Sur… ni los cientos de hechos que han contribuido a forjar una Patria libre y soberana, independiente. Entre ellos, el principal, el rescate de sus riquezas naturales, petróleo incluido.

Las justificaciones para ejecutar una intervención militar contra Venezuela no resisten un mínimo análisis argumental. Y ello se evidencia en el hecho de que en 2002 las potencias occidentales ejecutaron un golpe de estado contra el Presidente Chávez, y para entonces no migraban los venezolanos ni se acusaba al estado de violar derechos humanos.

Posterior a ese terrible hecho, varias potencias occidentales y gobiernos subsidiaros ha multiplicado acciones que, claramente, violan el derecho internacional. Desde el bloqueo económico para generar desestabilización social y política, pasando por los enfermizos ataques en OEA, hasta contabilizar el intento de magnicidio contra el Presidente Nicolás Maduro, último recurso cuyo fracaso ha llevado a los factores fácticos petroleros mundiales a operar abiertamente desde la ONU.

Venezuela…ese exquisito manjar

  • Las más grandes reservas de petróleo del mundo. (Aún no cuantificadas en su totalidad).
  • Extensas reservas de gás.
  • El bosque artificial maderable más extenso del mundo.
  • Una de las más grandes reservas auríferas.
  • Enormes yacimientos de oro, mineral de hierro, bauxita, coltan, torio, diamantes, níquel, carbón, feldespato, granito, mármol y caolín.
  • Cinco grandes plantas procesadoras de mineral de hierro y bauxita
  • Capacidad de generación hidroeléctrica desarrollada superior a 15 mil MW, y potencial hasta 20.000 MW adicionales.
  • Potencialidad de generación eléctrica eólica superior a 20.000 MW
  • Territorio atravesado por el Río Orinoco con salida cercana al Océano Atlántico.
  • Conexión natural con la cuenca amazónica.
  • Biodiversidad catalogada entre las primeras veinte en el mundo.
  • Posesión de agua dulce considerada la quinta reserva mundial.
  • Disponibilidad de agua para riego.
  • Fuentes energéticas ubicadas a apenas 7 días de la refinerías en la costa este de los EEUU.
  • Más de dos mil kilómetros de vías fluviales internas navegables conectadas al Océano Atlántico.
  • Ubicación geográfica proyectada hacía el Mar Caribe, Europa y Atlántico Sur.
  • Descomunal riqueza acuícola marina y continental.

Una democracia “peligrosa”

La nuestra es una democracia de alta intensidad que comienza a revolucionarse proponiéndose destronar la cultura intracolonizadora que por siglos ha impedido la conformación de una sociedad plural, justa y solidaria. Ello implica un desafío y un “irrespeto” para el statu quo conservador continental.

En Latinoamérica, cualquier proyecto, llámese como se llame, que se proponga sentar bases para eliminar las raíces de la pobreza y la desigualdad, será combatido por los enemigos de la Democracia y amigos de la acumulación capitalista de las riquezas provenientes del trabajo de las capas medias y populares. Venezuela no escapa al crimen perpetuo administrado por el maridaje entre las grandes potencias y las élites parasitarias internas.

El despiadado ataque de las potencias occidentales, apoyadas por una miserable y lastimosa obsecuencia de países vecinos devela el juego geopolítico que conlleva a un histórico enfrentamiento entre corrientes políticas, ideológicas y culturales cuyo comienzo debemos interpretarlo desde el “caracazo”.

Es Democracia o neoliberalismo.

Es el Trabajo o es el Capital.

Es el ser humano o la empresa.

Es el pueblo o el mercado.

Es la comuna y la solidaridad o es el individualismo paralizador.

El pueblo venezolano aprendió, de la Mano de Hugo Chávez a leer e interpretar ¿que es y para qué es la política?, y en ese afán, el pueblo se politizó, lo que en esencia constituye un escudo coráceo difícil de romper, por mucho afán que las fuerzas endo y exógenas coligadas hayan desplegado. Lo que han obtenido por respuesta es la inesperada condición de carácter irreversible del proceso revolucionario.

La Constitución Bolivariana, las leyes y el fenómeno de la politización de amplias mayorías se oponen al diseño pre conceptualizado y prejuiciado anclado en la idea fatalista de crear las bases para una sociedad de mercado. A lo que aspiramos es a una economía de fuertes bases populares con un mercado altamente regulado a los fines de corregir el tradicionalismo usurero, expoliador e irrespetuoso centrado en una economía rentista, obviamente comandada por los “amos del valle”.

¿A qué nos negamos?

El camino a recorrer por la Revolución Bolivariana aun demanda mucho esfuerzo, voluntad, resistencia y creatividad. Entendemos y aceptamos que la nueva estructura de poder y el desarrollo de prácticas sostenidas de inclusión social, igualdad y equidad, afecta a tradicionales intereses de castas, aun así nos negamos a:

  • A renunciar a nuestra autodeterminación, soberanía e independencia que establecidas en nuestra Constitución Bolivariana no son florituras literarias; se respetan, aplican y desarrollan.
  • A abandonar nuestra vía socialista enmarcada en un objetivo histórico constructor de una poderosa nación en la que prevalezca el concepto del “bien vivir”.
  • A dar inicio a un proceso definitivo de descolonización que asienta bases en factores generadores de poder tales como: a) Democracia Participativa; b) soberanía plena sobre nuestros recursos naturales; c) descolonización de nuestra economía deslastrándonos de la exacerbada relación de dependencia con los EEUU y Europa y deslastrándonos de la hegemonía del dólar; d) motivar la unidad latinoamericana.
  • A abandonar el ideario de construcción de una sociedad estructurada desde lo popular.
  • A aceptar el tutelaje de una “Democracia” violadora de DDHH en su propio territorio, a sus propios ciudadanos y a millones de personas en el extranjero.
  •  A dar por terminado nuestro proyecto socialista, aun cuando por el imperialismo y el enanismo intelectual mediatizado nos presente como un “mal ejemplo” en el continente más rico y desigual del planeta.
  • A retrotraer el pensamiento libertario de nuestra novísima doctrina militar basado en una fuerte unidad cívico-militar que propone la soberanía y la autodeterminación nacional.
  • A renunciar a nuestro reclamo y derechos sobre el territorio Esequibo.
  • A aceptar que Colombia navegue con libertad y señorío por el Rio Orinoco y Lago de Maracaibo. A que  acceda a los recursos gasíferos y pesqueros en el Golfo de Venezuela.
  • A que Colombia, ante el agotamiento indeclinable de sus yacimientos de gas y petróleo se acerque con avaricia a nuestras riquezas naturales.
  • A aceptar compulsivamente la Hipótesis de Caraballeda, vieja aspiración colombiana que nos cercenaría de los territorios marítimos ricos en pesca y yacimientos gasíferos, espacios sobre los cuales Venezuela siempre ha ejercido soberanía.
  • A entregar nuestros recursos naturales. Si la confabulación internacional pretende operar por vías bélicas…les esperamos.
  • A derogar nuestra Constitución.
  • A renunciar a la salud y educación gratuitas y universales, a vivir en un hábitat eco-socialista, a viviendas y pensiones dignas, derechos que constituyen una base para la justicia, la igualdad, la equidad y el ejercicio plenos de los DDHH.
  • A sucumbir a las torcidas aspiraciones del Cartel de Lima en el sentido de codiciar los beneficios que Venezuela dispensa en el marco de PETROCARIBE a los países más pobres del continente. Esto es, petróleo con pago diferido a veinte años  e intereses del 2%
  • A renunciar a nuestra clara determinación de apoyar las causas y los pueblos de Palestina y Saharahui.

A derogar las leyes de corte socialista, como:

  • Las Leyes del Poder Popular (Comunas, Consejos Comunales, Participación Popular, Contraloría Social, Planificación Popular, etc) que permiten la organización y participación protagónica de las comunidades en la planificación, toma de , ejecución y control sobre proyectos de su interés directo o indirecto.
  • La Ley Orgánica de Hidrocarburos que estableció las condiciones de la renacionalización el petróleo, garantizando que dicho recurso sea realmente de los venezolanos.
  • La Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras que establece la reducción de la jornada laboral a un máximo de 7 horas al día y 40 horas semanales diurnas y 35 horas nocturnas, con dos días de descanso continuo; fuero maternal y paternal por dos años; extensión del permiso posnatal a las mujeres hasta los seis meses; horario especial para lactancia hasta el año, participación protagónica de los trabajadores en el proceso social del trabajo mediante sindicatos y consejos de trabajadores; derecho imprescriptible a prestaciones sociales y seguridad social.
  • La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que prohíbe el latifundio y crea la institucionalidad para el justo reparto de las tierras y el impulso a la actividad agrícola productiva.
  • La Ley de semillas que prohíbe el uso de semillas transgénicas y promueve el uso de técnicas agroecológicas para incentivar la producción de semillas autóctonas, libres de las patentes de transnacionales como Monsanto o Cargill.
  • La Ley de Pesca que prohíbe la pesca de arrastre y crea un sistema de ordenación pesquera que ha permitido recuperar la riqueza hidrobiológica del país con la reaparición de especies que estaban en riesgo de extinción por sobreexplotación.
  • La Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos que prohíbe a los dueños de bancos ser dueños de medios de comunicación, impidiendo concentrar tal poderío político y económico en pocas manos. Además, facilita a la sociedad por si misma reducir los desafueros mediáticos supervisando los contenidos de salud, sexo y violencia que pudieren afectar a las personas y especialmente al desarrollo de niños, niñas y adolescentes.
  • La Ley de Aguas que desarrolla el precepto constitucional respecto a que todas las aguas son de la Nación y de dominio público por lo que no pueden ser privatizadas, así como establece las normas para la gestión integral de los recursos hidrográficos del país.

A derogar nuestras políticas públicas asentadas en las Misiones Sociales, como:

  • La Gran Misión Venezuela que ha construido más de 2 millones de viviendas dignas para quienes históricamente no tuvieron acceso a ese derecho humano por el hecho de ser pobres.
  • La Gran Misión en Amor Mayor,. Hoy el 100% de las mujeres mayores a 55 años y los hombres mayores a 60 años cuentan con una pensión de vejez cuyo monto mínimo no puede ser inferior al salario mínimo.
  • La Misión Barrio Adentro, que con la cooperación cubana-venezolana ha permitido dar atención médica, odontológica y deportiva gratuita a prácticamente el 100% de la población mediante los Consultorios Populares Comunitarios, Centros de Diagnóstico, Salas de Rehabilitación e incluso grandes hospitales y maternidades.
  • La Misión José Gregorio Hernández, que también con la cooperación cubana ha logrado dignificar las condiciones de vida de los compatriotas que poseen capacidades diferentes.
  • La Misión Milagro que ha permitido que millones de venezolanos y latinoamericanos hayan recuperado o mejorado la visión mediante tratamientos quirúrgicos, farmacológicos o dotación de lentes.
  • Las Misiones Educativas (Robinson, Rivas y Sucre), mediante las cuales se logró declarar a Venezuela territorio libre de analfabetismo, se ayudó a quienes no habían podido terminar la educación secundaria por diversos motivos pudieran hacerlo y garantizó el acceso a la educación universitaria de calidad a esos y millones más de compatriotas, especialmente jóvenes de la clase trabajadora que nunca antes tuvieron la oportunidad de estudiar en una universidad y obtener un título profesional.
  • Las Misiones Vuelvan Caras y Ché Guevara que permitieron capacitar en oficios productivos a miles de compatriotas tanto en el campo como las ciudades, ayudándoles a mejorar sus condiciones de vida.
  • La Misión Madres del Barrio que da asistencia integral a madres solteras o en situación de vulnerabilidad social para apoyarlas en el sustento de sus familias.
  • La Misión Guicaipuro que dignifica las condiciones de vida (de acuerdo a su cosmovisión) y procura el rescate de las tradiciones ancestrales de nuestros pueblos indígenas.

Notas

[1] Presidente. Obama, Orden Ejecutiva 13692, 2015

*General retirado, embajador de Venezuela en Chile