…Y nos siguen vendiendo espejitos

340

Nuevamente no estaré de acuerdo con los economistas pro “Mito de la Maquinita” ni anti “Mito de la Maquinita” y pido paciencia para los economistas de profesión o con formación propia, ya que muchos no estarán de acuerdo conmigo.

Quisiera empezar por lo básico, ya que todos hablan del tipo de cambio, justificado su valor o no, pero quizás sea útil empezar por ¿qué es el tipo de cambio? y ¿cómo se forma? En economía existe una distinción entre variables nominales y variables reales.

Mientras las variables reales miden cantidades que pueden ser heterogéneas, las variables nominales se utilizan para homogeneizarlas. Por ejemplo: ¿cómo comparar el valor de un celular con el valor de un Kg de pollo? Una forma sería intercambiándolos, si X pollos, equivalen a Y celulares, se formó un valor relativo entre ellos. Nominalmente es más sencillo, porque al buscar un tercer valor común a los dos se simplifica la operación para todo el espectro de bienes y servicios, es decir, usando moneda nacional, un celular cuesta (notación científica) X BsS, y un Kg de pollo Y Bs.S. Si hay mucho dinero y pocos bienes, y no existen mecanismos de atesoramiento del dinero (ahorro), el valor relativo del dinero con respecto a los bienes cae (aumentan los precios de los bienes).

En una economía autárquica con este método se solucionaría el problema, sin embargo, como todos los países necesitan comerciar entre si todo se complica. Si Venezuela monetiza el valor de sus mercancías en bolívares y Colombia en pesos, ¿cómo intercambian entre ellos? La respuesta es con un factor que convierte la monetización del valor de una mercancía en la monetización de la otra y ese es el tipo de cambio. Creo que hasta este punto no he planteado nada que nadie sepa ya, sin embargo, no me parece mala idea refrescar algunos fundamentos.

Supongamos que Venezuela, en un escenario abstracto decide imprimir un montón de dinero sin que se eleve la producción de bienes y servicios en contrapeso, ¿qué ocurre con el tipo de cambio? Como las variables reales en el ejemplo se mantienen constantes, cae el valor relativo del dinero venezolano con respecto a los productos venezolanos y también con respecto a los productos colombianos. Ahora, he aquí el punto que se saltan muchas personas, ¿puede en este escenario el peso colombiano comprar más bienes venezolanos? En este ejemplo irreal la respuesta es no, el peso puede comprar más dinero venezolano, pero la cantidad de bienes a la que puede acceder es la misma. Aclaratoria, el efecto inflacionario no necesariamente se desparrama de forma homogénea sobre todos los bienes y servicios de una economía, sin embargo, a grandes rasgos en este escenario el peso no gana poder de compra sobre los bienes venezolanos.

¿Qué pasaría si Venezuela decide abaratar el tipo de cambio venezolano sin que haya una expansión en la cantidad bolívares que justifique dicho abaratamiento? En este caso, el peso colombiano ganaría poder de compra real sobre bienes venezolanos y aumentaría la demanda de bienes venezolanos por parte de Colombia, en contraposición, cae la demanda de consumo de bienes importados de Colombia por parte de Venezuela, ya que se están encareciendo los mismos. Este es uno de los fundamentos de la política cambiaria como instrumento para impulsar las exportaciones.Imagen relacionada

Antes de caer en el tema polémico del tipo de cambio paralelo, quiero resaltar algo que me ha llamado mucho la atención. Cuando un gobierno quiere impulsar exportaciones a través de la política cambiaria es imprescindible que el impacto en el tipo de cambio no sea anticipado. Ejemplo: supongamos que el gobierno quiere incentivar las exportaciones no petroleras con un fuerte componente de mano de obra, para esto decide devaluar el tipo de cambio en 100%, si por algún motivo el público se entera de la devaluación previo a que esta sea aplicada, las personas comprarán dólares desmesuradamente, el tipo de cambio paralelo entonces tenderá al valor estimado de la devaluación mucho antes que esta entre en vigencia, el resto de los agentes económicos ajustará los precios y el efecto competitivo de la devaluación se anula. ¿Cuántas veces el gobierno ha anunciado con días e incluso semanas de antelación las políticas cambiarias? ¿Les parece que eso tiene sentido considerando lo que acabo de plantear?

Empecemos con el tema álgido. Un indicador de bastante utilidad que ahorra todo este proceso de pensar si un país ganó o no competitividad con la devaluación del tipo de cambio es el tipo de cambio real, ya que este incluye el nivel de precios de ambos países. Aterrizando al ejemplo del tipo de cambio paralelo, si este se duplicó en un mes, pero el índice de precios se triplicó, el tipo de cambio real cae (siempre que el índice de precios del otro país no sea mayor que el de Venezuela). Es decir, los poseedores de dólares pueden vender más caros sus dólares con respecto al mes previo, pero al ir a comprar bienes con los bolívares que obtuvieron por la cantidad de dólares vendidos pueden obtener una menor cantidad de bienes con relación al mes previo. Es decir, una situación similar al ejemplo en que Venezuela imprimía billetes y el tipo de cambio se devaluaba.

Veamos la serie del tipo de cambio real paralelo entre enero de 2013 y octubre de 2018.

La gráfica roja muestra la evolución del tipo de cambio real paralelo. (Nota: a partir de 2016 se utilizan las cifras de inflación de la Asamblea Nacional ya que el BCV no las publica. También desde enero de 2018 se utiliza el tipo de cambio promedio del mercado paralelo).

Entre enero de 2013 y agosto de 2015 (más de dos años) el tipo de cambio real de depreció aceleradamente (más de 800% de depreciación). Algunos pueden decir que eso es debido a rezagos en el mecanismo de administración y distribución de divisas, otros por expectativas, o por la caída del petróleo (2014). Realmente las razones pueden ser muchas, incluyendo el argumento ya bastante cansón de la guerra económica. Sin importar cuál sea la razón de esta fuerte depreciación real, cabría preguntar, ¿por qué no se compensó la misma con el incremento de exportaciones? En el ejemplo en el cual el tipo de cambio aumentaba sin variación en la cantidad de dinero en Venezuela, el mecanismo de ajuste sería que el diferencial en precios creado por la devaluación real aumenta las exportaciones venezolanas, estas exportaciones generan nuevas divisas que aprecian nuevamente el tipo de cambio llegando a un nuevo nivel de equilibrio. Cuando el país no compensa este diferencial por vía de las exportaciones, los precios internos se ajustan y se elimina el diferencial por la vía de la inflación.

Entre octubre de 2015 y octubre de 2016 los precios actuaron ante la inacción del gobierno y llevaron el tipo de cambio real a niveles de mediados de 2014 (precisamente el nivel donde se observó la aceleración del tipo de cambio paralelo real). Entre octubre de 2016 y enero de 2018 (más de un año) se observa otro boom alcista del tipo de cambio real, sin embargo, si observamos el salario real (gráfica azul), en este punto ya el salario real ha perdido 2/3 del poder de compra. Es decir, que ya en este punto, impulsar las exportaciones no petroleras estaría ligado a los salarios bajos en gran medida y no sólo al aumento del tipo de cambio real.Resultado de imagen para acciones de pdvsa

No puedo afirmar en el segundo período qué ocurrió con las exportaciones no petroleras, ya que no hay datos del BCV, aunque el hecho que los precios estén como están, que estemos vendiendo acciones de PDVSA, haciendo convenios quizás no muy favorables a la nación (no soy experto petrolero, pero los pronósticos que publica Einstein Millán en sus artículos no son muy prometedores), todo esto me indica que no parece que haya crecido ni el producto interno y mucho menos las exportaciones no tradicionales. Pero para empeorar todo, las exportaciones petroleras también se desplomaron en este período, todo esto se ve en la caída acelerada del salario real.

Cuando un país quiere incentivar un sector de exportaciones sin arrastrar toda la economía a las condiciones de este sector, se crean zonas especiales de desarrollo, que operan con condiciones cambiarias favorables y muchas veces con exoneraciones del marco legal vigente (en ocasiones demasiadas exoneraciones). Venezuela, que yo recuerde, desde 2015 hasta la fecha ha anunciado por lo menos dos veces la creación de zonas especiales de desarrollo, ¿qué ocurrió?

En este momento, el tipo de cambio real está en mínimos históricos de la serie 2013-2018, es decir, exportar en este momento es a costa de los salarios reales en el suelo, y no del tipo de cambio real, como creen algunas personas por culpa del fetiche que tienen los economistas del gobierno con el dólar paralelo. Supongamos que el día de mañana José Guerra reconoce que el comportamiento del tipo de cambio paralelo es atípico, ¿y luego qué?

Repasemos cómo llegamos hasta este punto de salarios reales en el piso y tipo de cambio real igualmente en el piso. El dólar paralelo tuvo un comportamiento acelerado entre 2013 y agosto de 2015 que llegó a un nivel de depreciación real de 800%. No se compensó el diferencial en precios por la vía de exportaciones para aumentar las divisas y frenan la escalada cambiaria y el nivel de precios se encargó de eliminar el diferencial. En un inicio el contagio del paralelo al nivel de precios ocurría en bienes importados, pero la falta de acción económica fue permeando este efecto a bienes cada vez con mayor componente nacional de producción (además que muchos de estos fueron sustituidos por importaciones).

El salario real en todo este período fue cayendo concentrándose cada vez más en un menor grupo de bienes esenciales lo que le da al comerciante un alto poder de mercado. El índice de precios va cada vez teniendo una ponderación mayor en Alimentos y Bebidas no alcohólicas (siempre es alta, pero previo en 2007 alcanzaba poco más de 30%), no sé en cuanto estará en este momento, pero no menos de 80% debe alcanzar la ponderación de este grupo. Debido a que la canasta de consumo de los venezolanos sólo alcanza para estos bienes se acelera aún más la inflación, haciendo a su vez que el tipo de cambio real caiga.

Qué se puede hacer para solventar o por lo menos estabilizar la situación lo abordaré en otro artículo ya que este está demasiado extenso.Resultado de imagen para dicom venezuela

Quiero concluir con la siguiente reflexión, ayer vi un artículo de dos asesores de Nicolás que al parecer fueron los artífices del “Nuevo DICOM”. En él, de la forma más altanera arguyen que cualquier economista que exponga que ese método, revolucionario-heterodoxo digno de un Premio Nobel de Economía, no variaba mucho de los sistemas cambiarios previos necesitaba volver a estudiar economía.

Cuando leí eso me pregunté, ¿será que estos tipos creen que como Nicolás no los bota pese a que no atinan una, nos pueden vender espejitos a todos nosotros? ¿Nos siguen viendo como nuestros antepasados que cambiaron oro por espejos? A lo largo de mi vida he tenido la suerte de conocer economistas venezolanos de altísimo nivel, con mayor conocimiento y compromiso que cualquier asesor extranjero, ¿por qué se les dejó de lado?, y quiero resaltar que no me refiero a los economistas que creen que imprimir dinero porque sí no genera inflación.

En resumidas cuentas, si esta vaina cae no creo que el Cristo de la Economía venezolana se vaya a dejar crucificar por segunda vez en su vida, en cambio que los venezolanos sí tenemos mucho que perder en este ensayo y error de listas de precios acordados que tardan un año en salir para que tengan dos meses de vigencia, de criptoactivos cuyo White Paper parece papel para otros fines, porque ni la ecuación de valoración se respeta.

A mi que me llamen pendejo, yo todavía ligo que atienen por lo menos una de las medidas que proponen, porque estamos hablando del futuro de Venezuela, estamos hablando de años quizás lustros o décadas de lenta recuperación por cada año de desatinos, pero eso sí, dejen de cambiar oro por espejos por favor.