Alemania Oriental levantó el Muro de Berlín tras fuerte ola migratoria
El Muro de Berlín es, sin duda, uno de los ejemplos más infames de la división causada por la Guerra Fría pero también el de todo un sistema político caído a causa de un problema migratorio. ¿Qué fue el Muro de Berlín? ¿Quiénes lo levantaron y porque lo hicieron?
Metrópolis
Durante el siglo XIX Berlín no era considerada una de las grandes ciudades europeas como Londres, Viena o París. Eso tenía que ver con que Alemania en si no existía y era entonces una colección de pequeños estados.
Pero luego vino la revolución industrial y la unificación de Alemania que se convirtió en un Imperio. Ahora no solo era una capital imperial sino un gran centro industrial y en pocas décadas creció hasta convertirse en una de las grandes metrópolis del mundo.
Ya en el siglo XX empezó a disputarle a París su lugar como sede de las ciencias y de las artes, siendo el hogar de vanguardias artísticas como el expresionismo. Incluso luego de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (o tal vez por eso) se hizo todavía más legendario: fue el lugar de la fallida revolución de 1918 y se convirtió en un hervidero de actividad cultural y política.
Casi todos los grandes nombres de las artes y las ciencias alemanas residían en Berlín. Era las películas de Lanz, el teatro de Brecht los dibujos de Gross y los cálculos de científicos buscando la manera de llegar a la luna o dividir los átomos.
Era una de las mecas de la industria del cine de la época y se hizo famosa por la actividad frenética de sus clubes nocturnos que se adelantaron en décadas a las discotecas americanas en libertinaje y sofisticación. De hecho, siendo Alemania uno de los países más tecnológicamente avanzados del mundo, los edificios de Berlín tenían facilidades que los de otras ciudades recibirían mucho después.
Los Nazis se obsesionaron tanto con Berlín que Hitler tuvo el proyecto de construir una “superciudad” que comisionó a Albert Spear uno de sus hombres de confianza. Muy poco quedó de todo eso tras los masivos bombardeos aliados.
Este y Oeste
Al finalizar la II Guerra Mundial Berlín también quedó dividida en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. En realidad el grueso del esfuerzo bélico había caído en rusos y americanos, sobre todo en los primeros, pero la repartición en cuatro partes reflejaba los acuerdos de Yalta. En ese momento nadie sabía exactamente qué hacer con Alemania. La temían, la odiaban, pero la necesitaban.
En 1949 y la cosa empezó a agarrar forma y los tres sectores occidentales empezaron a llamarse República Federal Alemana (RFA) y el sector oriental ocupado por los soviéticos se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA). Con Berlín dividida se crearon 81 puntos de paso entre las dos zonas de la ciudad. Y así fue por más de 10 años.
Pero bastante maltrecha quedó economía soviética tras la guerra y Alemania del Este devastada. No había planes Marshall para los países de Europa del Este y esto hizo que Berlín occidental renaciera antes que el oriental. Eso hizo que hasta el año 1961 casi 3 millones de personas dejaran atrás la Alemania Oriental la sexta parte de la población.
La RDA comenzó a darse cuenta de la pérdida de población, incluida de mano de obra calificada. Esto era parte de un problema demográfico más global de la RDA que tenía poca población y una tasa de natalidad muy baja.
La noche del 12 de agosto de 1961, decidió levantar un muro provisional y cerrar 69 puntos de control, dejando abiertos 12. Para la mañana siguiente, se había colocado una alambrada provisional de 155 kilómetros y durante los días siguientes, comenzó la construcción de un muro de ladrillo. Las personas cuyas casas estaban en la línea de construcción simplemente fueron desalojadas.
RDA
Con el paso de los años, hubo muchos intentos de escape. Muchos eran exitosos y generaban mucha propaganda. Incluso una canción cursi de Nino Bravo que por cursi no dejaba de ser muy mala propaganda para la RDA.
Así que el muro fue ampliándose para aumentar su seguridad. De todos modos no hay que olvidar que la RDA no enfrentaba los problemas de Cuba en los ochentas y noventas. Todo lo contrario. De hecho, con el tiempo, la RDA se convirtió en uno de los países más prósperos de Europa del Este y también uno de los que eran relativamente más libres.
Como país del Bloque Socialista la RDA era un poco rara, por ejemplo, no la gobernaba un Partido Comunista sino el Partido Socialista Unificado de Alemania que era la fusión del Comunista y el Socialdemócrata (esto se entiende porque los fundadores del partido socialdemócrata no fueron otros que Carlos Marx y Federico Engels y quedaba como feo disolverlo)
Además, se permitía la existencia de partidos políticos distintos al comunista aunque estos estaban condenados a una posición subordinada. Había más libertad religiosa que en la URSS y también había pequeñas y medianas empresas privadas que duraron hasta 1972.
Eso no impedía que estuviera a la vanguardia en tecnologías de control y vigilancia. La Stasi era una de las policías más temidas y admiradas del mundo por su eficiencia incluido en el espionaje industrial.
Su economía, basada en la mano de obra calificada, llegó a ser la más próspera del bloque socialista pese a que los soviéticos estuvieron durante años extrayendo materias primas y desmantelando sus industrias como reparaciones de guerra.
Sin embargo, había heredado el desarrollo científico y técnico de la Alemania unida y eso le permitió convertirse, a partir de 1961, en uno de los principales generadores de bienes de capital y alta tecnología en el Este de Europa. Las cámaras Praktica eran muy solicitadas.
Comparados con otros países del Bloque Este, la RDA era más tecnocrática y favorable a la descentralización en la toma de decisiones. Teniendo tan cerca a la Alemania Occidental y dependiendo de la mano de obra altamente calificada había un gran interés en el subsidio para que el nivel de vida se mantuviera lo más alto posible. Entre 1961 y 1972 vivió un florecimiento a nivel económico, tecnológico y cultural.
Decadencia
En un momento clave Hornecker, el jefe del Partido, decidió nacionalizar las últimas empresas privadas el mismo año en que la subida del precio del petróleo le dio un golpe a la economía de la RDA de la que nunca se recuperó.
La burocracia sí que recuperó sus fueros, la inversión en investigación disminuyó, la descentralización fue revertida y todo empezó a depender más y más de la planificación centralizada. Empezaron a endeudarse y Hornecker a gobernar con un estilo mucho más parecido al soviético incluidas grandes campañas de concientización.
En 1977, en la infame crisis del café, el país se quedó sin dinero para importarlo y el vital brebaje desapareció por completo. Ese fue el signo de que la Edad de Oro había terminado. La RDA declinó muy lentamente durante los ochentas cayendo en un endeudamiento cada vez mayor.
Para entonces el Muro de Berlín era ya una vaina bien orwelliana: una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, con un interior formado por cables de acero. En la parte superior estaba una superficie semiesférica para que nadie pudiera agarrarse a ella.
Se diseñó la “franja de la muerte”, formada por un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares. Había sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día. Da la impresión que si no pusieron cocodrilos y pirañas fue porque el clima no lo permite.
Caída y Fuga
Se estima que entre 1961 y 1989 más de 5.000 personas trataron de cruzar el muro y más de 3.000 fueron detenidas. Alrededor de 100 personas murieron en el intento. El colapso de la RDA inició, precisamente, por el deseo de la gente de fugarse.
La apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, causo una crisis dado que cada vez más alemanes viajaba a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana.
Para el 9 de octubre del 89 la nomenclatura de la RDA, en medio de crisis migratoria y económica no había decidido nada mejor que celebrar por todo lo alto el aniversario 40 de la RDA ignorando la crisis.
Obviamente no fue la mejor idea. Enormes manifestaciones en la Alexanderplatz bajo la consigna Wir sind das Volk! (nosotros somos el pueblo) llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA declarara que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Esto es lo que conocemos como la “caída del muro”. Miles de personas se agolparon en los puntos de control del Muro para poder cruzar al otro lado y nadie pudo detenerlos: se produjo un éxodo masivo. Para entonces los ciudadanos de la RDA se dividían entre los que se fugaban al Oeste y los que manifestaban en las calles.
Ningún régimen podía aguantar eso. En diciembre el Partido Socialista Unificado de Alemania renunció al monopolio del poder y se anunciaron elecciones para Marzo. Y así, el muro cayó junto al sistema que le había construido.