El macrismo quería volver al “mundo”, ahora el “mundo” gobierna Argentina
Juan Guahán-Question Latinoamérica|
Los argentinos van entendiendo que aquel “volver al mundo”, prometido por Mauricio Macri, significaba que las leyes del mercado les impondrían sus condiciones. Ahora lo saben: el FMI, una de las cabezas del “mercado” es quien gobierna.
Mauricio Macri, en su campaña electoral nos anunciaba la “buena nueva” que, con su gobierno, “volver al mundo” sería una realidad que inundaría, con inversiones en dólares, la economía argentina; que la inflación no sería un problema; que la pobreza sería “cero”, y prometía la “felicidad” que ese reingreso “al mundo” traería.
Se están por cumplir los primeros 34 meses de los 48 que dura –constitucionalmente- su mandato y la realidad es muy distinta. La inflación ya subió más de un 130%; la deuda externa lo hizo en más del 60%; la pobreza no para de crecer y la tasas de interés, quebrando toda posibilidad de crédito productivo, rondan el 75%.
Pero lo más significativo no se puede decir en números, lo más grave es que –prácticamente- los argentinos han comprobado que el “mundo” de Macri, es el mercado y sus malignas reglas de juego. “Volver al mundo” significa someterse, sin matices, a las reglas que ellos imponen. Ahora es el FMI el que decide, por todos los argentinos. Esto llega al punto que el lpaís ha renunciado a la soberanía de su propia moneda.
Incluso la agencia financiera Bloomberg señaló que “cuanto más haga el presidente Macri para tranquilizar a los inversionistas, menor será la probabilidad de que retenga el poder y los inversionistas estarán más nerviosos por las perspectivas a largo plazo”.
Hoy Argentina es un país sin rumbo, como un barco a la deriva, en medio de una crisis mundial en la que muchos ven semejanzas con la de 1929. Los argentinos –carentes de un proyecto propio- compran todos los números para ser uno de los principales “patos de la boda”.
Naturalmente que los asalariados y demás sectores populares son y serán los primeros afectados por esa situación. Esto ya se puede comprobar con las pérdidas en los ingresos de trabajadores y jubilados. Hoy, como pocas otras veces ha ocurrido, tiene total vigencia aquella mentada frase según la cual “los salarios suben por la escalera y los precios por el ascensor”.
El descalabro del mercado interno, los insoportables tarifazos en los servicios, la educación a punto de implosionar y la salud en terapia intensiva, dan cuenta de una sociedad donde los más pobres, habiendo perdido todas sus reservas y posibilidades se aprestan a “pasar un verano”, triste y doloroso.
Una muestra: los indigentes porteños
No hace falta abundar en detalles, todos sabemos la riqueza y privilegios que acumula la ciudad de Buenos Aifres, la Capital Federal. Sin embargo algunos datos de la Dirección de Estadística y Censos dan cuenta de una situación que nos permite imaginar lo que ocurre en el resto del país: la Ciudad de Buenos Aires tiene 41 mil indigentes más que el trimestre anterior y 59 mil más que un año atrás.
Otro dato que surge de ese informe oficial es el aumento de la desigualdad: hubo una suba de la participación en los ingresos del 10 por ciento más rico (del 29,8 al 30,6% del total de la torta) y una caída del 1,6 al 1,3%, del mismo total, para el 10% más pobre. Los números –proporcionados por el mismo gobierno del macrismo- son demasiado claros y rotundos para hacer agregarle comentarios.
Renuncias en el triunviro que conducía la CGT
Cuando asumió el triunviro que conducía a la Central General de Trabjadores (CGT) -la principal central sindical- todas sabían que el mismo surgió del dato de la realidad: ningún sector tenía la suficiente fuerza para imponer su candidato propio, en reemplazo del camionero Hugo Moyano.
Ante la debilidad de sus posiciones frente al gobierno, crecieron las diferencias internas, éstas le quitaron fuerza y fueron desgranando esa unidad. El golpe de gracia se lo dio la renuncia de Juan Carlos Schmid, heredero del mkoyanismo, producida en estos días.
Es posible que, de aquí en adelante, la CGT se vaya vaciando de gremios combativos y otro nucleamiento ocupe el lugar central de los reclamos y las luchas. De todos modos, la gravedad de la situación social augura la perspectiva que se mantenga alguna forma de unidad de acción, tratando de frenar los avances del macrismo.
*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)