Obama amenazó con tomar represalias si Corea del Norte no cancela su programa misilístico
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Corea del Norte “no logrará nada con amenazas y provocaciones” y amenazó con tomar represalias contra ese país asiático si no cancela de inmediato el lanzamiento de un misil de largo alcance previsto por Pyongyang para mediados de abril.
Télam
“Corea del Norte conoce sus obligaciones y debe dar pasos que no tengan marcha atrás para cumplirlas”, añadió el mandatario en Seúl, la noche previa al inicio de la Cumbre Nuclear que se celebrará el lunes y martes en la capital surcoreana.
Si Norcorea lanza el proyectil -que algunas capitales occidentales temen podría llevar una cabeza nuclear- peligrará el acuerdo con Washington para la reanudación de ayuda alimentaria.
Corea del Norte debe entender que “el mal comportamiento no será premiado”, agregó el mandatario estadounidense, según informó la agencia de noticias Europa Press.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap informó no obstante que Pyongyang “sigue adelante con sus planes” y ya trasladó la base de lanzamiento del “Dongchang-ri”, en el noroeste del país, la parte principal de un misil de largo alcance.
La semana pasada Pyongyang anunció que estaba planeando lanzar un satélite al espacio, pero Estados Unidos, Corea del Sur y Japón sospechan que dicho lanzamiento constituye en realidad una prueba encubierta de un sistema de misiles de largo alcance y advirtieron que el mismo infringe un acuerdo logrado el mes pasado con Washington, por el que recibirá ayuda en alimentos a cambio de una congelación parcial de sus actividades nucleares.
Pyongyang niega que el “Dongchang-ri” sea un misil y afirma que el lanzamiento del satélite forma parte de las celebraciones por el centenario del nacimiento del ex líder Kim Il Sung, fallecido en 1994.
Obama, visitó este domingo la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte, una de las fronteras más tensas y con mayor despliegue armado en todo el mundo.
El objetivo del viaje a la llamada Zona Desmilitarizada -una franja de terreno de unos cuatro kilómetros de ancho que cruza la península coreana- es evidenciar el compromiso estadounidense con su aliado Seúl y enviar un mensaje de fuerza a Kim Jong-un, el nuevo líder norcoreano, en vísperas de la cumbre.
Ante un centenar de soldados en el campamento de Bonifas, Obama pronunció un breve discurso en el que dijo a los militares que “están en la frontera de la libertad” un lugar en el que “el contraste no podría ser más claro, no podría ser más crudo, tanto en libertad como en prosperidad.
La visita de Obama coincidió asimismo con el final de los 100 días de duelo decretados en Pyongyang por la muerte Kim Jong-il de un infarto, una celebración que culminó con decenas de miles de personas en la Plaza que lleva su nombre.
En tanto, las declaraciones del mandatario demócrata se produjeron en la víspera de la Cumbre Nuclear de Seúl, en la que pedirá al presidente chino, Hu Jintao, que haga uso de su influencia sobre el gobierno norcoreano para que se abstenga de lanzar el cohete.
Obama pidió “sinceridad” a Corea del Norte para demostrar que está capacitada para regresar a la mesa de negociaciones internacionales sobre su programa de armamento nuclear aprovechando la llegada al poder de Kim Jong Un tras la muerte de su padre, Kim Jong Il.
No obstante, Obama reconoció que, dado el secretismo que rodea al régimen de Pyongyang “no está muy claro quién está al frente del país”, y que -en consecuencia- se dificulta tener una “impresión clara” sobre la figura y capacidades del nuevo y joven dirigente.
Estados Unidos desplegados cerca de 28.000 soldados en Corea del Sur, según una alianza de seguridad firmada tras la Guerra de Corea, país que será anfitrión mañana y el martes de más de 50 países para una cumbre sobre seguridad nuclear.
El principal tema de la cumbre será evitar que grupos criminales o militantes adquieran armas nucleares; Corea del Norte no está oficialmente en la agenda, pero se espera que figure al margen de las conversaciones.