La vuelta argentina al FMI: del ajuste gradual al ajuste brutal (Declaración de economistas)
La decisión del gobierno argentino de recurrir al FMI tuvo impacto a nivel mundial. El diario El País, de Madrid, remarcó que el Gobierno “no puede doblegar al dólar y volverá a pedir asistencia al Fondo Monetario Internacional después de 15 años”. También recordó que “el pedido de ayuda al FMI es la historia de un fracaso”, en alusión a las cíclicas crisis de la Argentina e insistió en que el principio de acuerdo “supone el pago de un altísimo costo político para (el presidente Mauricio) Macri, al frente de un país que durante años acusó al Fondo de estar detrás de ajustes salvajes y grandes crisis económicas”. El Mundo, también de España, consideró que “como en los tiempos más tormentosos del pasado reciente, Argentina vuelve a recurrir al FMI”. Libération, de Francia, tituló “Amenazada en los mercados, Argentina pide ayuda al FMI”. Y O Globo, de Brasil, sostuvo que “Argentina vive días del pasado”.
La declaración de más de 300 economistas de Economía Política para la Argentina
Hace apenas un mes desde el colectivo EPPA alertábamos sobre las políticas de miseria planificada que llevaba adelante el Gobierno Nacional y señalábamos que su “plan es ajustar las condiciones de vida de las mayorías populares”. También advertíamos sobre la crisis financiera que se produciría si continuaban los desequilibrios macroeconómicos a los que estaban sometiendo a la Argentina, especialmente los del frente externo.
Hoy ese momento ha llegado. Después de la corrida cambiaria vivida en los últimos días el Presidente Macri anunció la vuelta del Fondo Monetario Internacional.
La política económica de Cambiemos ha producido esta situación. La apertura comercial y financiera externa, el levantamiento de la obligatoriedad de liquidar las divisas de las exportaciones y la liberalización de la cuenta de capitales de la balanza de pagos generan una necesidad de dólares de alrededor de 35.000 millones por año que la Argentina no genera. Se trata de un déficit de cuenta corriente de alrededor del 6% del PBI.
Sumado a ello, la inflación que han alentado mediante subas de tarifas impagables, el déficit fiscal que han incrementado en estos más de dos años al haber reducido impuestos a los sectores más concentrados, poderosos y pudientes de la sociedad, el endeudamiento continuo y el ingreso de capitales especulativos atraídos por elevadas tasas de interés y que se fugan ante la incertidumbre existente, dejan a la economía argentina en un grado de fragilidad que será muy difícil de superar. Y todavía falta ver la reacción del capital financiero el próximo martes 15 ante el enorme vencimiento de LEBACS.
Nos esperan días duros a la mayoría de los argentinos. La vuelta del Fondo Monetario Internacional solo implica que este ajuste mal llamado gradual se transforme en un ajuste brutal con recesión, menor empleo, más despidos, salarios y jubilaciones más bajos, mayores niveles inflacionarios con aumentos en los bienes básicos de la canasta familiar, menores ventas y más cierre de PYMES y la vueltas de las AFJP. En fin, más penurias para la producción y el empleo nacional.
Dijo el presidente que no hay otro camino. Y esto es otra mentira más. Desde EPPA decimos que hay otro camino posible y que tiene que ver con incentivar el mercado interno, el consumo y la inversión, con volver a tener tarifas razonables y pagables por las mayorías, con volver a desendeudarnos y poner las finanzas al servicio de la producción. Un camino sin Fondo Monetario Internacional como lo hizo Néstor Kirchner 12 años atrás.