La izquierda estéril. Un tango, una murga y una canción de Alí Primera (con videos)

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José Félix Rivas Alvarado|

  1. La izquierda y la derecha (Murga Falta y Resto)

En Uruguay la murga es un género musical principalmente carnavalesco, que combina música, poesia y actuación. Hay una canción del grupo “Falta y Resto” que se titula “La Izquierda y la Derecha” y en parte de su letra dice:

“Con el paso del tiempo
lo que ayer era izquierda
poco a poco se ha ido,
corriendo de lugar
Y lo que antes estaban
al borde del abismo,
hoy, más equilibrados,
se corren hacia atrás
Ahora el capitalismo
no es más mala palabra,
la doctrina marxista
se ha vuelto un tanto light
No hay que socializar
los medios de producción
¡Atraer capitales
es la consigna actual!

Esta pieza está dirigida a aquella “izquierda” que aspira ser simpática con los mercados, y que cree que siendo pragmática es “moderna”…

2.- Cambalache (Tango de Enrique Santos Discépolo)

El imperialismo se está aprovechando del comportamiento de ciertos “socialistas” que en vez de estar “contra el Capital”están“detrás del Capital” (esa es otra canción del mexicano Alejandro Filio), para desmontar la corriente progresista que tomó fuerza en la primera década del presente siglo. La derecha cínica ahora aparece como la defensora de los valores éticos y representante de la pulcritud en la actuación política y descarga expedientes de supuesto peculado contra la izquierda.

Ciertamente, cierto ejercicio del poder hace que algunos dirigentes disfrazados de ropaje izquierdosos sean atraidos por “las mieles del poder”. En el caso de Venezuela, muchos de estos ahora viven protegidos en Estados Unidos, luego de aprovecharse de la esperanza revolucionaria del pueblo, acumularon riquezas y luego consiguieron cómoda protección en el Norte. La corrupcción para cierta izquierda, se convirtió en algo normal, natural. Esa izquierda transformista ha logrado tener éxito en igualarse con la derecha que azota estas tierras. Para ambos, esta última estrofa del tango Cambalache:

“No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao…
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley…”

No nos sorprendamos que los mismos que atacan desde la derecha las experiencias progresistas, son protagonistas de golpes de Estados en el Mercosur, en la Aladi y en sus países, y en medio del Cambalache venden la Patria.

3.  La noche del Jabalí (Alí Primera)

El día que conocí al cantor Alí Primera, a mediados de la década de 1980, yo estaba con la Chiche Manaure, en el mero centro de Caracas. Nos lo encontramos comprando una bata para su compañera, Sol Musset, que recién había parido otro de sus hijos, no recuerdo cual de todos.

Nos comentó que estaba componiendo una canción para Haití, ese pueblo que tanto ha sufrido la dominación colonial e imperialista. Mucha gente en América Latina todavía no sabe dónde queda Haití, como tampoco sabe que fue el primer pueblo de Nuestra América que declaró la independencia, después de Estados Unidos, y se alzó contra el colonialismo. Tampoco saben que, cuando Simón Bolívar escapaba de sus enemigos realistas y lacayos, y sólo tenía la voluntad de seguir adelante, recibió el asilo y apoyo del presidente Alexander  Pétion.¿Cuánta gente en América Latina sabe quién fue Pétion? Cuánta gente en América Latina sabe lo que ocurre en Venezuela?

Mucha izquierda se sigue mirando el ombligo mientras la derecha da certeros golpes. No me queda duda que todavía alguno de ellos no sabe dónde queda Venezuela.

Aquella tarde soleada, el cantor Alí Primera nos adelantó una frase de la canción, muy emocionado y apasionado (era su estado natural) nos dijo que la canción tenía la siguiente frase:

“No preguntes cuántas veces por segundo
mueve las alas el colibrí
pregunta por ejemplo
¿Qué estamos haciendo por Haití?
¿Qué dónde queda, dices?
En un lugar cercado por la noche
en el inmenso cobalto del Caribe”

Cuando escucho a cierta “izquierda” latinoamericana, especialmente cierta izquierda académica, justificando su distancia con respecto al Gobierno de Venezuela, repitiendo los mismos  argumentos y calificaciones  que han sido posicionados por la prensa trasnacional y por las potencias capitalistas,  no puedo evitar recordar la frase: “No te preguntes cuántas veces por segundo mueve las alas el colibrí…”

La canción, que e titula la noche del Jabalí (https://youtu.be/op8nhu76erE), termina así:

“No permitamos que el futuro
nos pregunte
¿Qué hicieron ustedes por Haití?
y respondamos bajando la cabeza
los hombres que cayeron
son el número exacto
de las veces que en un siglo
mueve las alas el colibrí”

Dedicada a aquellos que están contagiados por la duda conveniente con respecto a Venezuela. “Que la palabra sin los pasos es una palabra muerta”, dice el cantor