Violenta represión de la policía a estudiantes en Barcelona

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Una violenta represión policial fue el método que la policía de Barcelona escogió para disolver una manifestación universitaria pacífica de 70.000 personas en Cataluña ayer. Además de la protesta hubo una huelga que afectó a 120.000 estudiantes, 16.000 profesores y 10.000 trabajadores que pertenecen al personal administrativo de las universidades y que paralizó por completo la actividad académica.

El gobierno regional de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU), que cuentan con el apoyo del Partido Popular (PP) catalán, primero recortó el presupuesto educativo y luego lo congeló. Los estudiantes protestan contra esos recortes en educación del gobierno conservador de Mariano Rajoy (PP).

El saldo provisional de las protestas fue de tres detenidos y al menos nueve heridos leves, cinco de ellos Mossos d’Esquadra (el escuadrón de policía de Barcelona). El Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) acusó a esa fuerza de reprimir las protestas y exigió la liberación sin cargos de los tres detenidos. Tras los arrestos, medio centenar de estudiantes protestó de forma pacífica ante la comisaría de los Mossos d’Esquadra, en el barrio de Les Corts de Barcelona.

Los enfrentamientos entre la policía y los estudiantes se produjeron en La Fira de Barcelona en Plaça Espanya, donde se celebra un congreso internacional. Durante la tarde de ayer, el lugar se encontraba fuertemente protegido por un cordón de antidisturbios y Mossos ante los cientos de manifestantes que se encontraban en las inmediaciones. En el momento en que los agentes detuvieron a uno de los estudiantes, que quería franquear la valla policial, los estudiantes arrojaron proyectiles contra las fuerzas. “Menos policía y más educación” o “somos estudiantes y no delincuentes” fueron algunas de las consignas que vociferaron.

Al cierre de esta edición, los estudiantes realizaban una asamblea en plaza Universitat para decidir cuál será la estrategia a seguir a partir de ahora. Los estudiantes de la Universitat Autónoma de Barcelona convocaron a otra jornada de huelga para hoy.

Previamente, cientos de estudiantes habían tomado el recinto de la Universidad de Barcelona, lo que llevó a que los Mossos rodearan el recinto universitario, en el centro de la ciudad. Allí se produjeron graves disturbios y enfrentamientos entre agentes del orden y manifestantes. Al finalizar la protesta, algunas personas incendiaron contenedores y autos y pintaron graffitis en bancos y vidrieras.

Las protestas hicieron colapsar carreteras como la autopista AP-7 y el centro de la ciudad desde primera hora de la mañana. También quisieron mostrar solidaridad con los estudiantes valencianos, duramente reprimidos por la policía en las últimas semanas. Los manifestantes cortaron varias autopistas y la estación Bellaterra, de los Ferrocarriles de la Generalitat, causando grandes embotellamientos. A las 10.30, unos doscientos estudiantes habían llegado hasta la cadena SER, donde leyeron un comunicado con sus reivindicaciones en directo en el programa Fora de Joc.

La huelga a favor de la enseñanza pública en Cataluña fue convocada por docentes, investigadores y personal administrativo, que portaban pancartas con el lema “No pagarem la seva estafa” y que los organizadores calificaron de auténtico éxito. Esta protesta se suma a las que se celebraron en cerca de una veintena más de ciudades que participaron en los paros, concentraciones y manifestaciones convocados por el Sindicato de Estudiantes.

En Madrid también hubo una manifestación desde Cibeles a Sol, convocada por la red de asambleas universitarias de la comunidad, junto con la Asamblea Interinstitutos y Juventud Sin Futuro. Alrededor de mil estudiantes, al grito de “Somos estudiantes, no delincuentes” o “Todos somos el Luis Vives” participaron de ella. El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, acudió a la manifestación. “Los jóvenes no quieren estar en un país con un 31 por ciento de fracaso escolar y que destina medio punto menos que la media europea al gasto en educación”, apuntó.

En Málaga protestaron en el campus universitario alrededor de un centenar de estudiantes, exigiendo educación pública, gratuita y de calidad. Los estudiantes pretenden demostrar su disconformidad con los graves recortes que agudizan la asfixia económica de la educación pública y precarizan el futuro de toda una generación, así como su indignación con la violenta represión que han sufrido los estudiantes valencianos, que ejercían su legítimo derecho de libertad de expresión y manifestación contra la situación de desmantelamiento de la educación pública en este territorio, dice un comunicado del movimiento Tomalafacultad Madrid.

En tanto, en Valencia los estudiantes convocaron a una marcha que recorrerá el centro de la ciudad. Además de protestar por los recortes, exigen la dimisión de la delegada del gobierno central en Valencia, Paula Sánchez de León, y del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, por la represión policial que tuvo lugar la semana pasada contra estudiantes de secundario y la detención de varios menores de edad.