La Justicia, la confrontación macrismo-kirchnerismo y un difícil final
Juan Guahán, Question Latinoamérica|
La semana que termina trajo abundante material sobre las características de los meses venideros. Las denuncias sobre corrupción, las de antes y las de ahora, están y estarán en el centro del escenario. Habrá un acuerdo –entre Justicia Federal, macrismo y kirchnerismo- para ponerle límites a estas denuncias o el espectáculo será para alquilar balcones. El discurso de Macri el 1° de marzo ratifica que la confrontación macrismo–kirchnerismo es clave para ambos sectores.
Da la impresión que la acción de la Justicia Federal más la confrontación entre kirchnerismo y macrismo está llegando a un punto de inflexión. Si estos tres protagonistas no alcanzan algunos puntos de acuerdo, toda la situación puede pegar un salto y meternos en un callejón cuya salida nadie puede ni siquiera imaginar. A lo dicho cabe agregar que la Justicia recibe influencias de los otros dos sectores (macrismo-kirchnerismo) pero sus diversos protagonistas también tienen intereses propios, por lo cual no es fácil unificar las respuestas de todos sus integrantes.
Es posible, como suele ocurrir, que el resultado final no sea “tapamos todo”, porque a la sociedad le costaría absorberlo, ni tampoco “vamos por todos”, porque -en ese caso- es probable que el sistema institucional tampoco lo soporte. De modo que, siguiendo nuestra tradicional costumbre, es probable que la cuestión se siga pateando para adelante. En ese caso el saldo será un mayor desprestigio para la Justicia y creciente pérdida de credibilidad de las instituciones estatales y las fuerzas políticas involucradas.
Pero ¿cómo se llegó a esta situación?
Hace algunos años, más de 3 y menos de 5, viejos amigos del Ministro de Planificación, Julio de Vido, solían comentar –extrañados- cuando este poderoso personaje soltaba la frase: “Nos conviene que gane Macri”. En algunos casos completaba su idea agregando, como entre dientes, “con él ya estamos negociando”, el reparto de las obras públicas era el escenario de tales negociaciones. Efectivamente, tal como lo mostramos en la nota que sigue, las decisiones kirchneristas para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, varios gasoductos y las grandes obras de las represas patagónicas no tuvieron al castigado y humillado Lázaro Báez como su principal beneficiario. IECSA, que fuera de la familia Macri, manejada por Angelo Calacaterra y Electroingeniería de amigos del “palo kirchnerista” recibieron la “bendición” del poder para quedarse con esas gigantescas obras. La brasileña Odebrecht también recibía esos óleos sagrados.
Por eso llama la atención la –demasiado- corta memoria del kirchnerismo, cuando viene por algunos “errores” de Macri, al acusar a su “enemigo-asociado” por obras asignadas a empresas extremadamente próximas a sus intereses familiares. Estas denuncias hacen acordar algunos versos de Sor Juana Inés de la Cruz en aquel memorable poema donde decía: “hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de los mismo que culpáis”. Ciertamente no se entiende o es muy audaz la jugada kirchnerista de acusar al macrismo sin considerar su propia vinculación con esos hechos. Tal vez sea la necesidad, de alguna parte de la dirigencia kirchnerista, de “salvarse” aunque sin medir que los puedan alcanza los “coletazos” de esas denuncias. Cabría recordarles que “mal de muchos, consuelo de tontos”. Pero no todos los protagonistas acuerdan con esa estrategia.
Hace pocos días el diputado massista Juan Brügge convocó a una reunión de la oposición para denunciar estos “errores” macristas y para hablar de una citación a Franco Macri, padre del Presidente, a una “charla” con esa Comisión. Hasta allí nada nuevo, si no fuera por el hecho que el bloque kirchnerista no apareció. Según parece no fueron a instancias de Julio de Vido. Ocurre que éste habría recibido un llamado telefónico de Don Franco, que con sus juveniles 86 años le dijo, ante el riesgo de ser conminado a comparecer ante los diputados: “Mirá que yo voy a prisión domiciliaria y vos no”. Ante tal contundente argumento, De Vido convenció a sus pares de faltar a la Conferencia de Prensa donde se denunciaron esos manejos macristas. Por lo visto en el kirchnerismo comenzó a operar el “sentido común” de no tirar de la cuerda más de lo que la cuerda permite, no sea que ésta se rompa y el macrismo y la Justicia decidan avanzar sin respetar viejos compromisos.
Corrupción de Odebrecht: es mucho más que lo que se ve
Ya hemos comentado, en esta columna la importancia de lo que se va conociendo en torno a la corrupción desatada en torno a Odebrecht, la empresa de construcción más grande del mundo. En estos días han surgido nuevos elementos, estos involucran a IECSA la empresa de los Macri que hoy controla Angelo Calcaterra, primo de Mauricio. Los datos existentes también colocan a Gustavo Arribas, el actual Jefe de la Ex SIDE, bajo la luz de estas investigaciones. El kirchnerismo más duro, con Cristina a la cabeza, ha puesto este tema como una prueba de la corrupción que existiría en el entorno y los negocios vinculados al actual Presidente. Los datos que van apareciendo, una auténtica punta del iceberg, indican eso pero insinúan mucho más que eso.
Si las investigaciones no se detienen ellas permitirán poner sobre el tapete varias cuestiones sobre los 12 años del gobierno anterior, el año trascurrido del actual y de lo que nos espera para el futuro, si no logramos cambiar las reglas de juego.
Esto permitirá penetrar en dos cuestiones centrales: La impunidad que rodea al pago de sobornos para la realización de obras públicas y las profundas imbricaciones económicas entre los principales protagonistas políticos, particularmente kirchnerismo y macrismo.
En el escándalo de Odebrecht aparecen ambas cuestiones con absoluta claridad y por montos multimillonarios.
Sobre el uso de las obras públicas para el enriquecimiento de los funcionarios hay muchos datos. Nuestra historia está llena de episodios de este tipo, sin que hasta la fecha hayan servido para cambiarlos. El actual debate sobre los negocios de Lázaro Báez, Electroingeniería, Angelo Calcaterra y Nicolás “Nicky” Caputo, han vuelto a colocar este tema en la agenda política, sería importante que –esta vez- no vuelvan a terminar en la nada.
Volviendo al tema Odebrecht digamos que –hasta ahora- los principales involucrados son Calcaterra y las dudas sobre la intervención de Arribas. Pero estamos ante pagos de sobornos producidos durante el gobierno kirchnerista. ¿Por qué aparecen involucrados empresarios vinculados al macrismo? Muy sencillo, porque esos empresarios serían, junto a colegas vinculados al kirchnerismo, los beneficiarios de tales obras. Sus pagos, de probarse, estarían destinados a funcionarios del kichnerismo.
No tiene lógica que Calcaterra pague sobornos a quienes –además de ser sus “amigos”- no tenían facultades para tomar la decisión. Pero ahora esos empresarios forman parte del riñón del actual gobierno, por eso Cristina no duda en colocar la mira sobre los mismos. En realidad lo que Cristina dice, aunque no lo diga, es: “yo puedo ser corrupta, pero ustedes también lo son”. Las novedades que nos vienen de Brasil, en el caso de Odebrecht, nos arriman las pruebas de esta moral de sucesivos gobiernos.
De las 8 obras de Odebrecht -en la Argentina- que han sido colocadas bajo la lupa de los investigadores brasileños, elegiremos 2 que nos parecen significativas.
Una es el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, entre las estaciones Caballito y Castelar, (22 kilómetros) por un costo de 3 mil millones de dólares y por tareas que demandarán 5 años. Hace más de 10 años que se tomó la decisión de realizarlas y las mismas acaban de iniciarse. Entre las empresas intervinientes figuran Odebrecht e IECSA.
Otra obra sujeta a investigación en un gasoducto (2336 kilómetros) en Córdoba, a cargo del gobierno de esa Provincia, por 840 millones de dólares. Según el Banco Mundial, los valores de referencia -para este tipo de obras- oscilan entre 15 a 30 dólares por metro/pulgada. El costo de Córdoba es de 52 a 80 dólares por metro/pulgada. El gobernador Schiaretti cuando anunció el respectivo contrato dijo –orgullosamente- que estaba lejos de 103 dólares por metro/pulgada que pagaba la Nación en otros gasoductos que estaba contratando.
Discurso de Macri el 1° de marzo, en busca de aire en la “grieta”
Un Macri golpeado fue a dar su discurso inaugurando un nuevo período legislativo. Las últimas encuestas le dan una pérdida de 10 puntos. El malestar social más la oscura trama del negocio en torno al Correo, donde hay muchas puntas sueltas que incluyen viejas cuentas con Alfredo Yabrán, serían las principales causas de esa brutal y reciente caída. El viaje a España y el discurso del 1° de marzo deberían ser los ejes del relanzamiento del gobierno y el inicio –casi formal- de la campaña electoral.
Macri no desperdició la oportunidad e interpretó, casi a la perfección, el libreto preparado. El discurso se apoyaría en la confrontación del macrismo con el cristinismo, es decir la famosa “grieta”. La única política que todavía le rinde frutos. Además ésa es su apuesta al futuro, lo es en términos del contenido del discurso y también en la expectativa electoral de tener enfrente una candidatura de Cristina –que seguramente ganarías las PASO, si las hubiera- y que ello agudice los enfrentamientos al interior del peronismo.
El macrismo teme -tal como lo reflejan las encuestas actuales- que en la Provincia de Buenos Aires, donde se desarrollará la “madre de las batallas”, terminen terceros. Eso sería detrás del peronismo unificado y del massismo. Por eso apuestan que una candidatura de Cristina divida a ese peronismo, confiando que Eduardo y “Chiche” Duhalde o Julián Domínguez, encabecen una escisión abriendo la oportunidad para que el macrismo pueda aspirar a superar a ese peronismo dividido.
Se decía que el libreto fue “casi” respetado porque al Presidente se le “escapó la tortuga” y por “motu proprio” respondió a una interpelación hecha a viva voz por un legislador y personificó el problema docente en el dirigente Roberto Baradel. Lo hizo de malas maneras porque dijo “que a Baradel no hace falta que lo defiendan” cuando justamente ese dirigente tenía custodia ordenada por la Justicia ante amenazas a él y su familia. ¡Metida de pata presidencial!
Da la impresión que al Presidente no le fue mal y que los dos grandes protagonistas de la actual coyuntura política son Macri, como Presidente y Cristina, como opositora. A ambos les conviene ese rol. Por eso el cristinismo además de cuestionar las decisiones económico- sociales quiere meter al Presidente en el fango de la corrupción, el mismo en el que Cristina navega, con bastante solvencia. Convengamos que la estrategia cristinista no es mala y el gobierno le ofrece buenas posibilidades de desarrollarse.
En la semana que se inicia, dos tipos de acontecimientos le ponen marco a la situación. Uno, son las movidas vinculadas al 6, 7 y 8 de marzo, con los anuncios de importantes movilizaciones. Algunas de ellas, particularmente la del 7, convocada por la CGT, será de una masividad importante. El gobierno estará obligado, aunque no lo reconozca, a escucharla. La del 6 será el día de los docentes marchando hacia la sede del Ministerio de Educación, una convocatoria importante en un lugar tan céntrico encierra el riesgo que se salga de carril e influya en los acontecimientos posteriores. El 8 será el día de las mujeres, en una jornada inédita, que habrá que ver qué forma va tomando.
Estas tres jornadas contienen el peligro que, por cualquier circunstancia, una chispa prenda la mecha de la bronca acumulada. En es ese caso nadie sabe el rumbo futuro de los acontecimientos.
Otro hecho que puede afectar seriamente el futuro es la indagatoria a Cristina, el mismo 7 de marzo. Si el juez Claudio Bonadio decidiera encarcelarla, las perspectivas son inescrutables. En ese caso los pronósticos nos acercan a un futuro inmediato bastante sombrío, que podría favorecer la estrategia de Cristina.
Cristina, con lucidez, pidió a sus adeptos que se sumen a la marcha de la CGT. Desde esa organización lo viven como un salvavidas de plomo. El juez Bonadío, en nombre de la Justicia, tiene un comodín en sus manos.