Macri, un par de respuestas sensatas y otra intragable
Juan Guahán-Question Latinoamérica|
En la segunda semana de febrero, el presidente argentino Mauricio Macri puso en práctica un par de ideas que habrá que ver si son una excepción o indican viraje en su política. Habrá que ver si los aspectos positivos son decisiones aisladas o si la lectura de las últimas encuestas lo convenció a Macri que tiene que aflojar un poco con su estilo de estar “subido al caballo” y que debería gobernar con características más humanas y de sentido común.
Los datos de encuestas recientes indican que Macri tiene números donde los que opinan negativamente -sobre su gestión- superan el 50%, mientras que las visiones positivas apenas superan el 40%. Esos datos, junto a las perspectivas que aparecen en el horizonte, no son buenos augurios con vistas a las próximas elecciones parlamentarias.
Lo cierto es que hubo, en los últimos días, algunas decisiones que están fuera del molde con el que gobernaba Macri. Una, vinculada a las ART, es de tipo institucional. La otra, en relación a su viaje al Brasil, puede ser que inaugure una nueva etapa de su política internacional. Lo negativo, vergonzoso, está vinculado a una “condonación de una deuda” en relación a viejas cuentas con el Correo.
Las ART y la convocatoria a sesiones extraordinarias
Desde hace tiempo se vienen cuestionando aspecto de la Ley de Accidentes del Trabajo, particularmente en lo que se refiere al nuevo régimen de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART). Para gobierno y empresarios la vieja norma promueve la “industria del juicio”; para trabajadores y sindicatos la nueva norma es una pérdida de derechos. Más allá de este aspecto sustancial está en debate una cuestión formal pero de indudable importancia. El gobierno había decidido modificar esa ley mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Pero cuando la Comisión Bicameral, que debía entender en el tema, iba rechazar ese DNU el gobierno dio marcha atrás y puso esa norma para la discusión en Sesiones Extraordinarias. Eso será la semana que viene, desactiva la protesta de la Comisión Bicameral y pone límites al intento de restablecer los DNU.
Viaje a Brasil y propuesta para México
Macri viajó a Brasil, allí se reunió con el presidente de facto Michel Temer y dijo que “frente a tantas dudas que nos plantea el mundo, tenemos que ser aliados del siglo XXI”. A renglón seguido ambos presidentes propusieron intensificar el vínculo con México. En momentos que se agudiza el choque entre las políticas de Donald Trump respecto al comercio y los migrantes mejicanos, la posibilidad que los países del MERCOSUR cubran los problemas comerciales que tendrá México abre una puerta impensable meses atrás. El mandatario brasileño aclaró su postura diciendo: “Tenemos modos semejantes de enfrentar los desafíos actuales (…) Frente a nacionalismos exacerbados y crecientes presiones proteccionistas, tenemos que aproximarnos y articularnos cada vez más”.
Las viejas banderas de “libre mercado y democracia”, que estaban en el origen del Mercosur se han vuelto a instalar como sustento de esta nueva etapa de esa entidad. Lo cierto es que, aún con esas banderas, hoy se abre una nueva perspectiva para toda la región. Esta realidad –además- incluye la situación crítica que tiene México y le da a esta zona una posibilidad difícil de percibir tiempo atrás y mucho menos si tenemos presente las actuales características de quienes hoy van ocupando los gobiernos de estos países. Un acuerdo del MERCOSUR con México es una buena nueva para los tiempos que corren.
Un convenio imposible de tragar
La empresa Correo Argentino S.A, que pertenece a la familia Macri, tiene un concurso preventivo con el Estado que le reclama una vieja deuda de 292,8 millones de pesos/dólares del año 2001 sobre la cual no hubo decisiones en los largos años del kirchnerismo, eso explicaría el apoyo de Franco Macri al gobierno de los Kirchner. Ahora se llegó a un acuerdo (entre Empresa y Estado) para pagar dicha deuda, con un sistema de pagos que se extiende hasta el año 2033. La fiscal Gabriela Boquin, ha recomendado a la Cámara llamada a intervenir que rechace ese Acuerdo.
Además pide la intervención de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas para que investigue si existen irregularidades y si corresponde una denuncia penal. Según el dictamen de la Fiscal aceptar el pago propuesto significaría –de hecho- una condonación de deuda” por 4.277,6 millones de pesos (al día de hoy). Dicho perdón supondría el 98,87% del monto que la empresa Correo (de Macri) debería pagar.
Desde el gobierno (Ministerio de Comunicaciones) avalan el Acuerdo porque “la deuda del viejo Correo con el Estado se había congelado y, por tanto, se iba licuando por inflación. Por eso, se intenta recuperar algo de dinero por esta vía”.
Pero lo anterior no es todo, ni lo último, en esta escandalosa maniobra iniciada en 1997 con la privatización del Correo. El Acuerdo celebrado incluye una cláusula de “pago acelerado” para el caso que Macri -el empresario- le gane un juicio al Estado -presidido por otro Macri- fundado en la rescisión del contrato del Correo. Para ese supuesto, para nada descartable, Macri le pagará al Estado con el dinero que el Estado le debería pagar a Macri. Por lo visto “hay más novedades para este boletín…”
“Precios transparentes”: ¿ingenuidad o política?
Es sabido que el tema de los precios constituye uno de los puntos más débiles del gobierno. Allí, para el pueblo, está la medida real de la inflación. Desde sus inicios el gobierno intentó diversas políticas al respecto. Ninguna de ellas funcionó. La duda que siempre quedó flotando en el aire es si se trata de ingenuidades, fracasos o de algo deliberado. Cada vez que se toca esto de los precios al consumidor es imposible no tener presente que la máxima autoridad en el tema -el Secretario de Comercio- es Miguel Braun, de la familia Braun Menéndez, dueños de La Anónima, una línea de supermercados que tiene 159 sucursales en 10 provincias, 80 ciudades y con más de 12 mil empleados. Ahora el gobierno vino con la idea de los “precios transparentes”. Proponía que se diferencie, en las ofertas, colocando el precio al contado y a ese valor se le agregue lo que corresponda por los intereses bancarios de las cuotas.
Esa medida generó caos y confusión. La noticia fue publicitada como un canto a la trasparencia que permitiría bajar los precios al contado. Hasta esta medida se podía comprar de contado o en cuotas que no subían el precio de la oferta, porque los intereses ya estaban incorporados al precio. A veces había una rebaja por pagar al contado. Con esta medida -decían que- los precios debían bajar. Durante los primero días de aplicación, además de la confusión reinante, lo que hubo es que los precios anteriores, que incluían las cuotas quedaron -en la mayor parte de los casos– como precios de contado y a eso se le agregaron los intereses bancarios de las cuotas. En resumen fue una forma de aumentar los precios. Esta tendencia solo tuvo una excepción en algunos negocios que vendían electrodoméstico, donde sí hubo una rebaja en las ventas de contado.
Ahora vienen las “lágrimas de cocodrilo” del gabinete económico del Gobierno que sostiene que está “desilusionado” con los super e hipermercados porque no se adecuaron a los propósitos del gobierno.
Ante esta situación el gobierno “amenazó” al sector con una medida que puede ser peor el remedio que la enfermedad. Dijeron que abrirían las exportaciones para obligarlos a bajar los precios. Ya conocemos esa historia que es una forma de destruir la producción local.
De allí las duda planteada al inicio: “son o se hacen…”